La mitad de los “chilangos” padecen síndrome metabólico, alteración que detona la diabetes

Son tres los factores que indican el riesgo de padecer el síndrome metabólico, alteración que aumenta hasta en cinco veces el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2

Genoveva Ortiz | La Prensa

  · miércoles 22 de diciembre de 2021

Uno de cada dos habitantes de la Ciudad de México mayores de 20 años presenta síndrome metabólico, alteración que aumenta hasta cinco veces más el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, alertó la doctora Nimbe Torres y Torres, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMSZ).

Al participar en el Seminario Salud en Tu Vida, con el tema: “Cuida tu microbiota para una buena salud”, moderado por la secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno capitalino, doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, la especialista destacó que hasta el 80% de los individuos con diabetes tipo 2 presentan enfermedades cardiovasculares.

La doctora Nimbe Torres explicó que el síndrome metabólico está compuesto por cinco factores, como son: altas concentraciones de glucosa, alta presión arterial, triglicéridos altos, baja concentración de HDL y cintura grande. “Si hay tres factores ya se considera síndrome metabólico”, indicó la especialista.

Estudios recientes han demostrado que el desequilibrio de la microbiota intestinal está estrechamente relacionado con el desarrollo de sobrepeso, obesidad y diabetes, indicó al precisar que la microbiota se encarga de “romper” los hidratos de carbono de todos los alimentos que comemos, para que el organismo los pueda aprovechar.

Precisó que todos los alimentos como el frijol y el nopal tienen un efecto benéfico en la salud intestinal al inducir el crecimiento de bacterias y hongos que contribuyen a enriquecer la diversidad microbiótica que evita procesos inflamatorios y disminuye las concentraciones de glucosa no solo en pacientes con diabetes tipo 2, sino también en individuos sanos.

Por el contrario, explicó que el consumo alto en grasas saturadas y azúcar, la diversidad de bacterias baja y provoca un desequilibrio en la microbiota intestinal, ocasionando que aparezcan más bacterias “gran negativas” que tienen en su pared celular un polisacárido, que es el causante de la inflación de bajo grado, que no es otra cosa que la obesidad.

La especialista señaló que alimentos prebióticos o funcionales, como: nopal, frijol, ajo, cebolla, frutas, verduras, miel de abeja mexicana (melipona y tipo mantequilla), avena, hongos y aceite de olivo contribuyen a mantener una microbiota intestinal saludable y disminuyen la inflamación de bajo grado.

La investigadora destacó que la dieta prehispánica tiene 10 veces más antioxidantes que la dieta actual, por lo que subrayó la importancia de regresar a la dieta local y no caer en modas como la dieta mediterránea o el consumo de alimentos procesados que han provocado los problemas de obesidad que tiene México.

Con base en estudios de nutrigenómica y microbiota se podrán identificar las variantes en el ADN de cada individuo que predisponen al desarrollo de estas enfermedades y recomendar una nutrición personalizada, en la que cada persona sabrá qué alimentos debe consumir, señaló la doctora Torres.

La investigadora del INCMSZ comentó que muchos factores externos pueden provocar desequilibrios en la microbiota intestinal, como el consumo de medicamentos, el ejercicio, los estados de ánimo e incluso la vía de nacimiento, pues se han encontrado diferencias en microbiotas de los bebés que nacen vía vaginal o por cesárea.

Por su parte, el doctor Jaime García Mena, investigador del Cinvestav explicó que la alimentación exclusiva de leche materna es la principal fuente de microbiota para el bebé.


ÉPOCA DECEMBRINA AUMENTA CONSUMO DE BEBIDAS AZUCARADAS, CARBOHIDRATOS Y CALORÍAS

De acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México se consumen 163 litros de bebidas azucaradas al año, en promedio, por persona, entre las que figuran los refrescos, tés, y jugos. Al mismo tiempo, se beben 4.4 litros de alcohol por persona de manera anual y en promedio.

Sin embargo, durante la temporada decembrina es la época del año en que se consume más cerveza. De igual manera, aumentan las ventas de whisky, ginebra, vodka, ron, tequila, destilados y brandy. En el periodo que va del 24 al 31 de diciembre se realiza el 46% del gasto en estos.

Según datos de Consulta Mitofsky, el 68.8% de la población mexicana consume bebidas alcohólicas y más de la mitad de los mexicanos (55.6%) inició el consumo de estos productos antes de cumplir los 18 años. Durante la cena navideña, las bebidas más consumidas son el ponche (41.3%), la sidra (22.1%), y el refresco (13.8%).

Especialistas del INSP advierten que la ingesta en exceso de bebidas azucaradas o con contenido de alcohol puede afectar la salud, pues estas contienen altas cantidades de azúcares, carbohidratos y calorías. En épocas navideñas, su consumo tiene un repunte, pues el 11% del gasto familiar se destina a este rubro.

Si bien existen algunas opciones bajas en calorías, las bebidas alcohólicas más comunes, como la cerveza, son fuente de carbohidratos. Asimismo, los licores y destilados suelen ser altos en azúcares. Por ejemplo, en 30 mililitros de Baileys podemos encontrar 6 gramos de azúcar. Algunos otros licores contienen 46 gramos de este nutriente por cada 10 mililitros, por lo que su ingesta debe ser moderada.

Cabe señalar que muchas veces el alcohol es mezclado con refrescos y bebidas azucaradas, lo cual incrementa su aporte calórico. Lo anterior hace que sea muy fácil que las personas ingieran calorías de más a través de líquidos.

Beber este tipo de productos está relacionado con aumentos pocos sanos del peso corporal. Estudios consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) indican que las personas que consumen con moderación o que son bebedores ocasionales tienen índices de masa corporal y circunferencias de cintura más bajos que los que son bebedores habituales.

Igualmente, las bebidas azucaradas y su sobreingesta están relacionadas con el desarrollo de enfermedades como síndrome metabólico e hipertensión, así como con la diabetes. Quienes consumen en exceso estos productos tienen entre 26 y 31% más riesgo de padecer esta última que quienes no lo hacen.

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En lo que se refiere a licores, se ha encontrado que ingerir alcohol más de siete veces a la semana está asociado con un mayor riesgo de padecer diversas enfermedades, entre ellas, obesidad y sobrepeso. Esto es especialmente cierto en el caso de mujeres y consumo de cerveza, pues se demostró una relación positiva entre ello y altos índices de adiposidad.

En México, la ingesta de alcohol se relaciona con cinco de las 10 principales causas de muerte: enfermedades cardiovasculares, accidentes de tránsito, patología cerebrovascular, cirrosis hepática, homicidios y lesiones en riña.

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