Con velas blancas y flores, decenas de personas se dieron cita en la Estela de Luz, para participar en el acto ecuménico en silencio, con lo cual arrancó la Jornada por la Paz, a la que convocaron la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México, tras la tragedia en Cerocahui, donde asesinaron a dos sacerdotes jesuitas.
Los creyentes que acudieron a esta jornada elaboraron un mural de papel en el piso de la Estela de Luz, con mensajes por las víctimas y ofrecieron un minuto de silencio y sus oraciones para que regrese la paz a territorio mexicano.
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“México necesita vivir en paz y que conscientes de esta realidad, vamos a hacer nuestro el clamor y el sufrimiento de tantas personas que están padeciendo y han padecido la barbarie de la violencia, y unirnos a la propuesta de la CEM, de la Conferencia de Superiores Mayores y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús”, declaró en su mensaje el arzobispo Víctor Sánchez, presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
La CEM recordó que la iglesia siempre ha estado preocupada por el bienestar de México; la conferencia ha emitido 116 documentos por la paz desde 1968 a la fecha.
Posteriormente, a las 13:00 horas se realizó una celebración eucarística en la Parroquia de la Sagrada Familia (Puebla 144, colonia Roma, CDMX)
Con grandes fotos de los sacerdotes asesinados en Cerocahui, Chihuahua, y de otras personas desaparecidas, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez, informó sobre los lineamientos para “unirnos en la Jornada de Oración por la paz.
Ahí, el religioso pidió a quienes gobiernan al presidente Andrés Manuel López Obrador, los gobernadores y los presidentes municipales para que verdaderamente busquen estrategias que nos ayuden a vivir en un auténtico ambiente de paz.
La paz “es un don y una tarea de todos, vamos a orar y trabajar por sembrarla donde realizamos nuestra misión”, citó.
La Conferencia del Episcopado Mexicano subrayó que “hoy más que nunca necesitamos unirnos en el momento en el que la indignación de nuestro pueblo ante la barbarie de la violencia nos está abriendo una puerta para construir la paz”.
Parte de las propuestas para la jornada: “este día en todas las misas se hará memoria de todos los sacerdotes, religiosos, religiosas que han sido asesinados” en México y advirtió que en los “templos se pueden colocar fotografías de estos hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios”.
En todas las misas de este domingo de julio y en todas las iglesias se hará memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país.
En todas las iglesias se colocarán las fotografías de las mujeres y hombres que han dado su vida por el pueblo de Dios y han recibido la muerte violenta.
Durante todo el mes se celebrarán misas, horas santas, rosarios y procesiones por la paz y por las víctimas de la violencia.
Al final de cada misa se rezará la Oración por la Paz que envió la Conferencia del Episcopado Mexicano.
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En la misa del 31 de julio se pedirá por los victimarios “para que Dios les mueva el corazón, se arrepientan, se conviertan y cambien de actitud”.
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