La Iglesia Católica junto con organismos empresariales e instituciones de diferentes credos, impulsan el proyecto denominado Cadena Solidaria de Alimentos y Medicinas para paliar los efectos negativos de la pandemia sanitaria por el Covid-19, y auxiliar a las familias que padecen desempleo, escasez de alimentos y de medicinas.
El proyecto lo coordinan CEPS-Cáritas Mexicana con las organizaciones Compromiso Social Mx, Coparmex, USEM, AliarSe, Cemefi y el Consejo Coordinador Empresarial.
Ello para detonar en México una campaña nacional para la donación de despensas y medicinas para hacerlas llegar a las personas que lo requieren y conseguir que ninguna familia pase hambre durante la cuarentena por Covid-19.
“La Cáritas Mexicana ha sido delegada para el contacto, preparación, articulación y vinculación general para que la campaña se realice”.
Además, en la primera semana de abril, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Compañía de Jesús, comenzaron a promover la campaña denominada Redes Vecinales de Solidaridad (REVES).
Con la finalidad de mitigar los estragos económicos y emocionales que en muchas familias puede causar el encierro al que hoy nos vemos obligados a consecuencia de la pandemia de Covid-19.
En un comunicado conjunto, la CEM y los sacerdotes s jesuitas de México dieron a conocer esta propuesta, que ponen en manos de las comunidades parroquiales y entre vecinos para que lo implementen y puedan generar una red de solidaridad durante la emergencia sanitaria.
Desde la Fe resaltó que la finalidad de las REVES es que, a través de las parroquias, se lleven a cabo acciones para evitar que haya tensión en los hogares apoyando a las familias, económica y emocionalmente, durante este tiempo de aislamiento.
Las actividades de las REVES frente al encierro son las siguientes:
Construir una red de apoyo emocional durante la contingencia para prevenir crisis de depresión, pánico o estrés.
Monitorear la situación de las vecinas y los vecinos más vulnerables.
Ubicar familias con antecedentes de violencia doméstica y tender redes de comunicación afectiva para prevenir situaciones de irritabilidad o agresión.
Colaborar en la satisfacción comunitaria de nuestras necesidades básicas de alimentación, medicinas, información verificada y seguridad.
La Compañía de Jesús propone tres niveles de organización de las REVES: por calle o unidad habitacional; por colonia o sector, y por parroquia. Asimismo, para tener una mayor efectividad en la labor, la CEM y los padres jesuitas invitan a participar a las estructuras civiles, como delegados municipales, encargados del orden o jefes de sector; además de los integrantes de las estructuras religiosas, como agentes de pastoral, encargados de capillas o movimientos laicales.
Por otra parte, se pide a las parroquias promover la recolección de víveres y medicinas para ayudar a quienes no cuentan con recursos económicos, labor en la que es de suma importancia la participación de los jóvenes, quienes, en caso de generarse una escasez de alimento, podrán ser protagonistas de la caridad y del servicio en el acopio y distribución de víveres.
En tanto, “Cáritas recibirá las solicitudes de auxilio y necesidad que hagan las personas desde cualquier parte del país, a través de un teléfono nacional y de plataformas digitales. Cáritas Mexicana apoyará las solicitudes que correspondan a las diferentes entidades federativas, a través de la estructura de las Cáritas diocesanas, de las vicarías de pastoral o de alguna otra oficina y persona delegada por los obispos de las diócesis”.
En los primeros días de la campaña se han alcanzado 222 familias beneficiadas; el personal de Cáritas asegura que unas mil personas tendrán algo que comer por una semana.
EG