Hay varias realidades en el país, sobre las cuales se debe reflexionar, còmo de qué manera se puede contribuir a su solución: la violencia entre los jóvenes, la ruptura del tejido social, la polarización social, la atención a los hermanos migrantes, la respuesta ante la emergencia que representa la crisis en Acapulco, entre muchas más, consideró la Arquidiócesis Primada de México.
Subrayó que prepararse para la Navidad no significa pensar en un regalo por comprar o a recibir, “es un tiempo para alejarnos del individualismo y voltear a ver qué podemos hacer por nuestro entorno, y particularmente por aquellos que más nos necesitan”.
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Al iniciar el Adviento, agregó, es tiempo de recapacitar, un tiempo de preparación para la Navidad, que particularmente a los cristianos nos invita a reflexionar sobre cómo podemos dar testimonio ante los desafíos sociales que vivimos.
En el editorial titulado “Vivir el Adviento con intensidad” publicado en la página web de la revista Desde la Fe, recuerda que “el Adviento es un tiempo de preparación espiritual para recibir a Jesús”.
Por lo que la iglesia católica cuestionó ¿cómo damos testimonios como hijos de Dios ante esos desafíos?, ¿cómo es que preparamos nuestro corazón para el nacimiento del Salvador en medio de las realidades que nos rodean?
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Recordó que estas cuatro semanas previas a la Navidad brindan la oportunidad de poner a Cristo en el centro de las acciones, aprender de sus enseñanzas y mostrar una actitud más fraterna y solidaria ante los demás.
“El Niño que nace también nos refleja a los más vulnerables, a los más desprotegidos, por lo que el Adviento además nos llama a prepararnos para ellos, a poner de nuestra parte para auxiliarles”, afirmó.
La Arquidiócesis remarcó que en este tiempo de esperanza, “recordemos que la luz de Cristo es más poderosa que las tinieblas, y que no hay dificultad, obstáculo o desafío que no podamos enfrentar si vamos de la mano de Dios”.
“Vivamos con intensidad este Adviento, y pensemos ¿cómo queremos llegar a Navidad?, ¿qué voy a cambiar en mi vida?”, invitó la sede eclesiástica capitalina.
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