En México, la informalidad laboral está presente tanto en el sector formal como en el informal de la economía. Con el 54.3% de la fuerza laboral, sin acceso a la Seguridad Social, sin contratos ni prestaciones; este sector se ha convertido en la base de la economía mexicana, una situación que, de no resolver pronto, continuará profundizando las desigualdades entre las personas que tienen un empleo formal y las que no, advierte el nuevo informe “El laberinto de la informalidad, mitos, trampas y realidades”, elaborado por las organizaciones México. Cómo vamos y Oxfam México.
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La informalidad laboral es aquella situación en la que una persona trabajadora no cuenta con seguridad social o protección legal e institucional correspondiente al tiempo trabajado. Esta visión se alinea con la definición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que considera la informalidad laboral como cualquier trabajo remunerado, ya sea autoempleo o empleo asalariado, que no está registrado, regulado ni protegido por marcos legales o normativos.
Esto incluye también el trabajo no remunerado realizado en una empresa generadora de ingresos.
En una conferencia de prensa Sofía Ramírez Aguilar, Directora general de México, ¿cómo vamos?; Alexandra Haas, Directora ejecutiva de Oxfam México; Axel Eduardo González Gómez, Coordinador de datos de México, ¿cómo vamos? y Efrén Pérez de la Mora, Gerente de Conocimiento de Oxfam México presentaron el Reporte, donde precisaron que hay 4 tipos de informalidad y está presente en el gobierno, empresas, en fábricas, oficinas.
En el documento se revelan las brechas que profundizan la desigualdad en el país. Un ejemplo es la diferencia en ingresos laborales, mientras que en un empleo formal el ingreso laboral mensual promedio es de 13,011.20, en uno informal se reduce casi a la mitad a 6,924.5.
El ingreso laboral promedio de una persona en la formalidad laboral sólo es suficiente para adquirir 1.5 canastas básicas.
Predominan 4 tipos de empleo informal
Los cuatro tipos de informalidad laboral, según el tipo de unidad económica donde se realiza la labor: 1) empleo informal en el sector informal de la economía, 2) empleo informal en empresas, gobierno e instituciones (sector formal de la economía), 3) empleo informal en el ámbito agropecuario y 4) empleo informal en el trabajo doméstico remunerado.
Al primer trimestre de 2024, el 54.3 % de la población ocupada se encuentra en un empleo informal y, por complemento, el 45.7 % de la población ocupada se encuentra en un empleo formal.
Efrén Pérez de la Mora afirmó que cuando se habla de la informalidad laboral, se suele pensar en las personas que tienen un puesto de comida en la vía pública o quienes venden ropa en los tianguis.
“Sin embargo, también deberíamos hablar de quienes son contratados por instituciones gubernamentales en el esquema de honorarios, del personal de salud que cobra consultas privadas en efectivo, de las personas que trabajan en el campo o del trabajo doméstico remunerado. En realidad, las personas con un empleo informal pueden encontrarse en actividades económicas muy variadas”, recalcó el investigador.
La informalidad laboral no es resultado de decisiones personales, sino de los arreglos institucionales y sociales que hay en nuestro país en torno al trabajo.
Hay sectores más afectados
Hay sectores económicos donde hay mayor informalidad laboral, como el comercio minorista, la construcción y actividades estacionales como el turismo o la agricultura de temporal. También se ha identificado que las regiones del país que han experimentado menor desarrollo económico tienen tasas más altas de informalidad laboral.
Adicionalmente, hay ciertos grupos de la población que se ven más afectados por la informalidad laboral, como las personas con escolaridad baja o nula, las mujeres (especialmente cuando tienen más hijos), las personas más jóvenes y las personas en zonas rurales.
La informalidad laboral está fuertemente vinculada con la pobreza laboral, por lo que difícilmente puede pensarse que las personas eligen estar en situación de pobreza y, además, de desprotección social y legal.
En pocas palabras, la informalidad laboral depende más de actividades económicas poco o nada reguladas por el estado que de las preferencias de las personas trabajadoras.
Los expertos señalan que existe una disparidad muy marcada a nivel regional sobre el porcentaje de la población ocupada en un empleo informal. Mientras que en estados como Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Chiapas y Puebla (sur y centro de la República) se registraron tasas por encima del 70 %, en entidades como Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Baja California y Baja California Sur (norte de la República) las tasas de informalidad se colocaron entre 33.8 y 37.6 % de su población ocupada. Como la informalidad laboral está ligada a menores niveles de ingresos promedio, los estados con mayor informalidad laboral son también los estados con los niveles más altos de pobreza laboral en el país.
A la inversa, Baja California Sur, Baja California, Nuevo León, Chihuahua, y Coahuila (estados con las menores tasas de informalidad laboral) son las entidades donde la pobreza laboral muestra los niveles más bajos.
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