La Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM será sede del 103 Congreso Nacional ASINEA 2020, de la Asociación de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura de la República Mexicana (ASINEA), en el que analizarán, entre otros temas, la activación académica, adaptación de las casas en espacios de trabajo, el proceso de enseñanza aprendizaje, y las diversas opciones que tienen para desempeñar su trabajo profesional.
Con una asistencia virtual esperada de más de mil alumnos, profesores y directivos, en el congreso número 103, a realizarse del 26 al 31 de octubre próximo, se espera la participación de más de 100 instituciones de educación superior.
El Congreso llevará por título “Procesos de activación académica: realidad e idealización en la enseñanza de la arquitectura”. El director de la FA, Marcos Mazari, explicó que debido a la emergencia sanitaria que se vive se abordarán también dos componentes fundamentales de esa disciplina: la realidad en la que se desempeñan los arquitectos y su idealización desde la academia.
Expuso que aproximadamente 110 instancias educativas forman parte de la ASINEA. Para el 103 Congreso Nacional ASINEA 2020 la invitación es abierta, por lo que se espera una mayor asistencia que en ediciones anteriores.
“El hecho de no tener que desplazarse ni pagar hospedaje es una oportunidad para abrir el encuentro a otras escuelas no asociadas, y mostrarles la agrupación y la importancia de formar parte de ella”, aseguró.
El registro para participar permanecerá abierto hasta el próximo 17 de octubre. Para mayores informes se puede consultar la página: https://arquitectura.unam.mx/asinea-2020.html
Adaptación
Desde el punto de vista de la arquitectura, el confinamiento genera una adaptación del espacio en que se vive. “Hemos visto cómo las casas se han transformado en espacios de trabajo, de vida colectiva, donde convivimos mucho más de lo que hacíamos habitualmente, y eso produce una reflexión importante acerca de cuáles son los tiempos en que cada uno puede y debe ocupar el espacio, la forma en que podemos llevar a cabo actividades educativas, pero también recreativas, individuales y familiares, etcétera”.
Al mismo tiempo, abundó, debemos pensar en la activación académica y en el desarrollo de actividades desde nuestras casas, que permitan establecer nuevos vínculos.
Debido a que el evento se efectuará de manera virtual, en vez de talleres referentes a resistencia sísmica o manejo de herramientas se desarrollarán estudios de práctica aplicada.
“Las actividades en línea nos llevarán al mismo objetivo, pero por otro camino, con otras estrategias didácticas, estableciendo una nueva forma de comunicación con los estudiantes”, explicó.
En ASINEA, abundó Mazari, habrá un espacio para estudiantes y otro para académicos, y los encuentros serán en tiempo real. Se llevará a cabo un maratón de videos realizados por los universitarios y en lugar de mesas de trabajo serán de debate abierto.
Para ello, las ponencias de los académicos estarán disponibles desde antes, a fin de propiciar una discusión más amplia. De igual forma, las conferencias magistrales serán sustituidas por “diálogos magistrales”.
La Asociación reúne a instituciones educativas públicas, privadas y del Tecnológico Nacional de México y ello hace más interesante el debate de las ideas.
En ese sentido, el directivo argumentó: “tiene que ver con cómo entendemos la realidad en nuestros lugares de origen, porque la arquitectura requiere de un carácter regional. Cuando hablamos de conceptos como la sustentabilidad no podemos pensar que la Ciudad de México es el espacio, sino sólo uno de ellos; en otras escuelas y lugares existen otras perspectivas. Por eso hablamos de idealización, y pensamos en qué ofrecerles a los estudiantes”.
Marcos Mazari subrayó que es frecuente imaginar a los arquitectos como diseñadores; sin embargo, de acuerdo con estudios de la Unión Internacional de Arquitectos, no más de 10 por ciento de estudiantes de esta disciplina en el mundo se dedicarán a ello. Precisó que tienen otros espacios de desarrollo profesional que deben identificar.
Puso como ejemplo a los arquitectos especialistas en restauración. Después de los sismos de 2017 fue evidente la necesidad de formar profesionales que puedan atender procesos muy largos de restauración del patrimonio arquitectónico.
O bien, otros que sepan cómo se desarrolla la arquitectura participativa y cómo establecer un diálogo con las comunidades para apoyarlas, ya que de 70 a 80 por ciento de la vivienda en México se realiza por autoconstrucción. Se necesita un enlace entre el ejercicio académico y el profesional, dijo.
El programa incluye recorridos en línea comentados –uno de ellos por Ciudad Universitaria, Patrimonio Mundial–, donde se establecerá una interlocución con los asistentes, y se realizará la Asamblea Nacional Ordinaria, con los representantes de las instituciones asociadas.