El Sistema Penitenciario de la Ciudad de México subió un lugar en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria que realiza anualmente la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pasando del 7° en 2018, al 6° en 2019; se trata del nivel más alto desde que se realizó por primera vez este ejercicio en 2012 y donde ocupó el lugar número 24.
Asimismo, incrementó su calificación de 7.28 con que fue evaluado el año pasado a 7.52 en este, lo que significa un aumento de 0.24 puntos.
La Ciudad de México cuenta con 13 centros de reclusión y que fueron evaluados en el Diagnóstico, con una población de alrededor de las 25 mil personas privadas de su libertad.
Los cinco centros que se encuentran por encima de la Ciudad de México, son: Querétaro en primer lugar calificado con 8.22, con una población penitenciaria de 2 mil 399 personas privadas de su libertad en tres centros de reclusión; Tlaxcala en segundo con 8.07, con 673 personas privadas de su libertad en tres centros; Coahuila en el tercero con 8.03, con mil 902 personas en cinco centros; Guanajuato en cuarto lugar con 8.01, con 5 mil 250 personas en 8 centros; y Aguascalientes en quinto con calificación de 7.71, con mil 459 personas en tres reclusorios.
Cabe resaltar que la población penitenciaria de la capital del país equivale a más de la suma de las 5 entidades que obtuvieron mejor calificación en el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019.
A nivel nacional la calificación que emite la CNDH, en relación a las condiciones que se encuentran las cárceles da un promedio de 6.75 y en ese sentido, los reclusorios de la capital están arriba de esa cifra por casi un punto.
Lo que indica que a pesar de las dificultades que se tienen en las prisiones de la ciudad se está haciendo algo bien en los últimos años, pues se ha escalado del lugar 24 a nivel nacional en 2012, al sexto en este año.
De acuerdo con el documento de los 13 centros evaluados en la ciudad, 12 tiene calificación mayor a seis que los ubica en amarillo dentro del semáforo indicativo.
Los criterios que el Diagnóstico toma en cuenta son: los aspectos que garantizan la integridad personal del interno, los aspectos que garantizan una estancia digna, las condiciones de gobernabilidad, la reinserción social del interno y la atención a internos con requerimientos específicos.
JLP