Ciudad de México.- José Amadeo Hernández Barajas, Presidente de la Central Campesina Independiente, alertó que el bolsillo del mexicano está “infectado de la pandemia inflacionaria” de precios en la Canasta Básica Alimentaria donde el productor no es responsable del incremento de hasta el 50 por ciento en algunos alimentos pues a él se le otorgan pagos “pírricos” por su cosecha, por lo que es necesario diseñar un nuevo campo, con nuevas políticas públicas y estrategias, con un presupuesto diferente, que integre lo asistencial, lo productivo y lo empresarial.
Ante esta enfermedad económica que lleva más de un millón de víctimas en el desempleo, que tiene al borde de la quiebra a más del 80 por ciento de los pequeños y medianos productores y ante escenarios complejos e inciertos a unos meses de que concluya 2020, debe lograrse la rentabilidad el campo, sentenció.
La CCI, reiteró, se pronuncia por un modelo de desarrollo integral para el campo, por un campo ordenado seguro y en paz; por un campo productivo que produzca suficientes alimentos para los mexicanos; por un campo rentable, que genere ingresos dignos para los productores; por un campo sustentable, que equilibre naturaleza y producción y por un campo equitativo en el ya no haya pobreza y desigualdad. Que garantice la seguridad y soberanía alimentaria de México y brinde bienestar a las familias del campo, resaltó.
Luego de anunciar la celebración del LVII Pleno Agrario Nacional los 19 y 20 de octubre en las instalaciones de la CCI con un reducido grupo representativo de militantes y el resto los seguirá vía virtual desde sus localidades en todo el país, el dirigente de la CCI advirtió que la crisis que ha provocado la pandemia de COVID 19 puede desembocar sino en hambruna, sí en carestía de alimentos básicos y en importaciones masivas, aumentando la dependencia alimentaria y la pobreza de los campesinos.
Prueba de ello es que en el último trimestre los productos que encabezan la variación de precios al alza son: tomate verde (49.7%), arroz (47.6%), limón (46.24%), frijol (44.4%), lentejas (42%), cebolla (39.9%), jitomate (35.29%), chile serrano (24.44%), café soluble (23%), azúcar (18.33%), chocolate en polvo (9.29%), entre otros.
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“Los precios de los 33 productos de consumo obligado de la canasta básica cerraron en septiembre pasado con un alza promedio anual del 25%”, enfatizó.
El sector agropecuario aporta apenas un 4% del valor del producto nacional, sin embargo, su importancia radica en que es el proveedor de alimentos y materias primas estratégicas para los otros sectores de nuestra economía, por lo que, indiscutiblemente es estratégico.
La crisis económica no será ajena al sector agropecuario ya que la cancelación de programas públicos de apoyo a los productores, dará paso a un ciclo de atraso técnico, porque ya no hay apoyos para adquirir maquinaria y equipo; de caída de la productividad porque ya no hay programas ni apoyos para capacitación y asistencia técnica; de pérdida de la calidad de la tierra y el aprovechamiento sustentable del agua, porque hoy, todo esto es satirizado como neoliberal y proscrito del presupuesto público.
Por ello, la Central Campesina Independiente, nuevamente hace un llamado respetuoso, al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a rediseñar la política agropecuaria con el propósito de evitar que la crisis económica en el campo se convierta en una crisis social en el país.
Hasta ahora, dijo José Amadeo Hernández Barajas, la caída de la economía ha significado la pérdida de más de más de un millón de empleos formales, lastimando el ingreso de la familia trabajadora, la pobreza laboral ya alcanzó al 60 por ciento de la población, que aun trabajando no les alcanza para lo indispensable y más de 31 millones de mexicanos, están en pobreza extrema.
Para México y los mexicanos, el año 2020 ha significado enfrentarse a las dos crisis más graves de los últimos 100 años: La de salud generada por la pandemia de COVID-19 y la económica, que ha provocado una profunda recesión.
