Es legal, pero poco ético despedir a causa de crisis por Covid-19 aseguró Fernando Senties, director general de AMITA, firma especializada en ética organizacional, al manifestar que actuar con ética es pensar en las afectaciones que genera el despido en la economía familiar, y no solo mirar la rentabilidad del negocio.
Debemos dejar de tratar a los empleados como uno de los aspectos menos prioritarios en las organizaciones; aún cuando se considere legal terminar una relación laboral por crisis en la empresa, dijo.
De acuerdo con cifras registradas por la firma, 64% de los empleadores han ajustado algunas acciones para responder a su cliente, en lo que se refiere a formas de pago, mientras 41% ha suspendido sus servicios.
Esto habla de cómo las organizaciones están presentando dilemas éticos, o de poca consideración, como hacer recortes sin que tal desvinculación laboral se de en muchos casos, en el marco de la legalidad.
“Cuando se actúa con ética se sobrepone al bien común ante el bien individual, beneficiando a ambas partes. Son los empleados quienes luchan y sacarán adelante la rentabilidad de la empresa con el trabajo”, detalló.
Si se despide solo para no mermar las utilidades, indudablemente esa acción no podría ser considerada como ética, ya que antepone el bien propio, explicó el especialista.
Existe una diferencia entre lo legal y lo ético para despedir. El autor comentó que los empresarios pueden apegarse en fundamentos para realizar una serie de rupturas, como es el Artículo 427 de la Ley Federal del Trabajo, que menciona que es causas de suspensión temporal de las relaciones de trabajo en una empresa o establecimiento, cuando la autoridad sanitaria competente declare los casos de contingencia sanitaria.
El también autor del libro “La ética en el combate a la corrupción: la pieza que falta”, comentó que si una empresa despide a un número reducido de empleados para salvarse y mantener el mayor número de colaboradores a mediano plazo, podría considerarse una acción válida, pero esto hay que hacerlo en el marco de la legalidad y la ética, cerrando la relación con las prestaciones debidas y una capacitación para búsqueda de trabajo.
Sin embargo, actuar con ética es pensar en las afectaciones que podría generar en la economía familiar de los trabajadores, reconociendo que más adelante podría requerir de este mismo talento.
El directivo de AMITAI puntualizó que las empresas éticas son más productivas y cuentan con una visión holística del negocio, además de adquirir un valor agregado que las hace aún más atractivas para empleados, clientes e inversionistas.
Fernando Senties aclara que, para tomar decisiones respecto a la ruptura de las relaciones laborales, se deben valorar:
Las necesidades de la empresa a mediano y largo plazo.
Evitar tomar acciones masivas.
Trabajar las tareas en conjunto y analizar si los colaboradores pueden apoyar en otras áreas, en lugar de ser despedidos.
Tratar a los demás como te gustaría que te trataran.
Crear conciencia a través de cursos sobre mejorar la comunicación entre empresarios y empleados, pues estos no son adversarios.
“Aquellas que no cuenten con el capital suficiente para soportar más de 30 días de contingencia, se verán obligadas a vender sus activos para pagar impuestos, la nómina y otros gastos, con lo que la situación se hace más delicada para las empresas, quienes deberán desarrollar distintas alternativas para sobrevivir”, resaltó.
JLP