Ciudad de México.- Gerardo Vázquez Estrada, presidente del Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia, advirtió que el encierro doméstico mal manejado puede traer impactos en la productiva y planes laborales.
Tras entrar en contacto con la Unión Industrial del Estado de México para realizar videoconferencias y evitar afectaciones contra el sector por el aislamiento, el especialista en sicología dijo que las empresas y sus trabajadores deben saber cómo manejar las emociones en tiempos de Covid 19.
Por ello, dijo que para evitar situaciones graves de estrés y ansiedad es necesario que, durante el encierro de las familias, sus integrantes encuentren momentos para compartir y divertirse, pero también deben generar espacios personales para cada uno de sus miembros.
“La situación de encierro debido al distanciamiento social por Covid 19 puede generar situaciones de estrés, y en casos más graves, tristeza y ansiedad, principalmente en jóvenes y niños, por lo que es necesario buscar estrategias de acercamiento entre la familia, precisó en entrevista el también docente en la Escuela de Psicología de la Universidad Panamericana.
Aseveró que algunos de los principales riesgos que se registran dentro del encierro son el aumento de casos de violencia doméstica. En casos extremosos, dijo que en familias con niños pequeños, puede darse el momento de querer disciplinarnos mediante golpes.
En el caso de los adolescentes y jóvenes que pueden pasar muchas horas recluidos en sus celulares, tabletas o computadoras, tienen acceso a mucha información que muchas veces no saben procesar y les ocasiona preocupación y angustia, pero ellos no se animan a platicar con sus padres y todo eso lo van acumulando.
El psicólogo aseguró que, con un buen manejo de emociones, no habrá secuelas importantes en las familias tras los meses de encierro, pero es fundamental estar alerta cuando la tristeza y ansiedad pasan a niveles anormales.
“Puede ocurrir que las personas se sienten muy mal, y si no tienen apoyo, tal vez en ese momento no sienten la confianza para hablar con otros miembros de la familia o personas cercanas, ello podría desencadenar situaciones de depresión o ansiedad que no estuvieron bien manejadas al no tener a otras personas para contenerlos emocionalmente”, detalló.
Gerardo Vázquez precisó que en los niños pueden generar tristeza, ansiedad, irritación y miedo, si los adultos no les explican lo que ocurre, pueden tener insomnio y pesadillas, y ante ello es primordial hablar con ellos en varios momentos del día para compartir sus sentimientos.