De enero a octubre de 2022, al menos 5,281 atrocidades se registraron en medios, un promedio de 17 cada día, y 17% más que en el mismo periodo de 2021.
En ese mismo periodo se registraron al menos 1,512 casos de tortura; 710 casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres; 433 masacres; y al menos 308 asesinatos de niñas, niños y adolescentes, aseguró la organización civil Causa en Común.
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Durante el periodo comprendido, las atrocidades se incrementaron en casi un 17% respecto al 2021, pasando de 4,527 a 5,281 eventos.
En la última entrega del estudio “Galería del horror: atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios periodísticos”, Causa en Común, expuso que el asesinato de mujeres con crueldad extrema es la tercera atrocidad que más se registró en el país con, al menos, 662 casos, un promedio de 66 al mes.
Mayo y octubre fueron los meses con mayor número de atrocidades: 648 y 607, respectivamente.
Precisó que los registros de atrocidades abarcan todo el país; sin embargo, más del 50% se concentraron en ocho entidades (Baja California, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Estado de México, Guerrero, Veracruz y Jalisco).
Al igual que con el resto de las entidades, hay un número indeterminado de atrocidades que no fueron registradas por la prensa.
Causa en Común
El asesinato de mujeres con crueldad extrema es la tercera atrocidad que más se registró en el país, con al menos, 662 casos, para un promedio de 66 casos al mes.
Baja California, Guanajuato y Michoacán, son las entidades que registraron más atrocidades.
La organización destacó que para efectos del estudio, se define “atrocidad” como el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror.
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Ante el citado panorama propone: Que cada ciudadano y cada comunidad tiene la responsabilidad de exigir a los gobiernos locales y al federal, al menos:
a) reformas de cuerpos policiales y de fiscalías que atiendan insuficiencias como bajos sueldos, prestaciones incompletas, capacitación deficiente, y equipos e infraestructuras insuficientes.
b) la resolución de casos que han agraviado a la comunidad, con investigaciones sólidas.
Es también evidente, agregó, que la acumulación de violencias y atrocidades refleja patologías graves que presentan un reto social mayúsculo. A los enfoques policiales y sociológicos, deben sumarse enfoques psicológicos.
Por ello, contrario al desmantelamiento prevaleciente de estructuras y programas del sector salud, deben éstos fortalecerse e incluir, de manera prioritaria, la atención psicológica especializada a escala nacional, finalizó.
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