En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que se conmemora cada 30 de agosto, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), informó que en el país, se registra un aumento de las desapariciones, ya que cada día 17 niños, niñas y adolescentes, sufren ese ilícito.
El organismo alertó que hay una grave crisis de desapariciones. La mayoría de las personas desaparecidas de 0 a 17 años son mujeres (55%); las cifras son más elevadas entre mayores de 12 años (74.5%). En el año 2021, niñas, niños y adolescentes desaparecieron en todos los estados del país, pero en mayor número en Estado de México (22.2%), Tamaulipas (10.1%) y Jalisco (7%).
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Esas tres entidades concentran 39.3% de los casos en las 32 entidades del país, cuatro de cada diez niños, niñas y adolescentes han desaparecido allí; mientras que ocho de cada diez niñas, niños y adolescentes reportados como desaparecidos son localizados con vida.
Uno de cada cinco casos reportados se dan en el Estado de México, revela el estudio “La Infancia Cuenta en México 2022 Niñez y Desapariciones: Cómo la desaparición afecta a niñas, niños y adolescentes en México”.
Refiere que en total, desde que se tiene registro desde 1964 al día de hoy, 87 mil 436 niñas, niños y adolescentes han sido reportadas desaparecidas durante 2021 y una de cada cinco de estas personas continuaban desaparecidas o no localizadas hasta el 9 de agosto de 2022, es decir, 17 mil 593 en total.
Un importante número de desapariciones de niños, niñas y adolescentes son causadas por el crimen, delincuencia, así como la propia violencia que se genera en los hogares.
Larga cadena de víctimas
La directora de la Redim, Tania Ramírez, resaltó la realidad de las infancias en el país: cada día, 17 personas entre 0 y 17 años se reportaron desaparecidas en 2021; y uno de cada 352 hogares en México podría tener una persona desaparecida y los NNA de esos hogares se convierten en buscadores en fosas, hospitales, cárceles y todo tipo de lugares y contextos.
La activista dijo que este informe muestra el impacto que tiene para las infancias la crisis de desapariciones que se vive en México.
La investigación está nutrida de testimonios de niñas, niños y adolescentes que narraron los impactos de las desapariciones una vez sus familias se vieron obligadas a entregarse a las búsquedas.
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“Niños, niñas y adolescentes que crecen en las más de 100 mil familias golpeadas por la desaparición de alguno de sus seres queridos y que han aprendido, de la mano de colectivos y organizaciones, a buscar a sus familiares en instituciones, manifestaciones, incluso fosas comunes, siendo parte de una larga cadena de víctimas: los desaparecidos y las de aquellas que todavía les buscan y viven duras realidades en esta labor”, resaltó Tania Ramírez.
Recalcó que las estadísticas muestran un crecimiento de las desapariciones en general, donde niñas, niños y adolescentes, al igual que adultos jóvenes de 19 a 29 años, destacan entre las principales víctimas del delito de desapariciones: adolescentes en su mayoría.
Desaparecen más mujeres que hombres
En todo el territorio nacional desaparecen más mujeres que hombres (aunque en algunos estados la tendencia es inversa). Cada día, 17 personas entre 0 y 17 años se reportaron desaparecidas (no localizadas o localizadas) en México durante 2021, en una cifra que se incrementa a medida que pasan las horas.
A pesar de las cifras, la investigación desvela que en las fosas clandestinas no suelen aparecer cuerpos de personas menores de 17 años de edad.
Hoy las desapariciones y en particular la de niñas, niños y adolescentes sufren invisibilización, incluso estigma, y un silencio que ha embargado la vida ciudadana en México”, señaló Ramírez.
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El estudio detectó que en algunos estados como Jalisco las alertas de búsqueda no se emiten adecuadamente. Tampoco los protocolos de búsqueda se aplican, lo que refleja algunas de las tantas dificultades que padecen las familias que buscan a niñas, niños y adolescentes desaparecidos.
Los resultados de la investigación señalan que niñas, niños y adolescentes son afectados por el delito de desapariciones por una mezcla de factores que inciden en que éstas sucedan y que involucra a varios actores y tipos de modus operandi, mediante el secuestro, la trata y explotación sexual, citó
A través del reclutamiento a manos de la delincuencia organizada, quien encuentra en la pobreza y en las precarias condiciones de vida, marcada por las desigualdades, la deserción escolar o falta de acceso a la escuela, el consumo de drogas y la falta de oportunidades infantes las condiciones para reclutarlos e integrarlos a organizaciones criminales.
Para ello, en ocasiones se valen del uso de las redes sociales como una vía de convencimiento que forma parte de un proceso de reclutamiento permanente, revela la investigación.
Igualmente, la investigación pudo identificar desapariciones que surgen producto de las violencias que se viven dentro del hogar —que hace se conviertan en un factor expulsor como estrategia de sobrevivencia, pero que puede arrojarles a ser víctimas de la delincuencia organizada— o aquellas que pueden producirse por la sustracción a manos de unos de los padres o madres, se expuso en el estudio.
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