En nuestro país, obispos, arzobispos y superiores de congregaciones religiosas que encubren a sacerdotes pederastas se mantienen en el poder impunemente, por eso las organizaciones Bishop Accountability y Spes Viva instaron a las autoridades civiles y al papa Francisco a investigar el encubrimiento, entregar a los encubridores a la justicia y expulsar a los jerarcas católicos cómplices.
Asimismo, Sara Oviedo, miembro de Endy Cleargy Abuse (ECA) pidió al Estado Mexicano y al presidente Andrés Manuel López Obrador actuar contra los sacerdotes y jerarcas católicos pederastas.
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En una conferencia de prensa virtual, las organizaciones antes citadas presentaron una lista de 16 autoridades de la Iglesia católica, entre obispos, arzobispos y una ex madre superiora a quienes acusan de ser supuestos encubridores de padres que abusaron sexualmente de menores de edad en por lo menos 10 estados.
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Las activistas Anne Barrett, codirectora de Bishop Accountability,Cristina Sada de Spes Viva, Sara Oviedo y el sacerdote Alberto Athié, entre los casos que exhibieron se encuentra el ex cardenal Norberto Rivera, acusado de encubrir al obispo José Luis Fletes Santana, Nicolás Aguilar y Carlos López Valdés.
Investigación a superiores religiosos y arzobispos
Anne Barret Doyle co directora de Bishop Accountability, presentó el resultado de una investigación en la que se menciona a más de 10 obispos, arzobispos y superiores religiosos que han encubierto los abusos sexuales de sacerdotes.
Enfatizó que la iglesia mexicana permite a sabiendas que los abusadores de niños retomen sus puestos activos. Esto no es tolerancia cero. Hasta que todos los clérigos culpables sean removidos permanentemente del ministerio en México, las parroquias católicas, las escuelas y los hospitales seguirán siendo un lugar inseguro para los niños y adultos vulnerables.
La directiva resaltó que en 2021, el nuncio apostólico Franco Coppola, reveló que 12 obispos mexicanos estaban siendo investigados por el Vaticano por encubrimiento. "¿Quiénes son estos obispos? ¿De qué se les acusa? ¿Alguno de ellos ha sido sancionado? Por el bien de la transparencia prometida repetidamente por el papa Francisco, él debería revelar esta información ahora".
Presumiblemente, los obispos están siendo investigados bajo la ley de responsabilidad emitida por el Papa en 2019, “Vos estis lux mundi”. Pero la franqueza del papa Francisco es necesaria, según Barrett Doyle, porque los funcionarios de la iglesia mexicana están entre los más opacos del mundo.
"Normalmente, los nombres de los abusadores y los registros secretos de abuso en la iglesia se hacen públicos solo después de presiones externas como demandas civiles, investigaciones seculares e indagaciones gubernamentales. Pero en México, parece haber muy poco de esto" indicó.
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Algunos obispos incluidos en su lista son: Obispo Alonso Gerardo Garza Treviño de Piedras Negras, quien intentó silenciar a dos víctimas del sacerdote Juan Manuel Riojas Martínez, el notorio "Padre Meño" acusado criminalmente.
Obispo Jonás Guerrero Corona de Culiacán. Como obispo auxiliar, mantuvo al sacerdote pedófilo en serie Carlos López Valdés en el ministerio a pesar de tener pruebas de que abusaba de niños y producía pornografía infantil.
Presión para evitar denuncias
Obispo Enrique Díaz de Irapuato. En 2020, Díaz presuntamente presionó a una víctima para que NO presentara una denuncia penal contra el sacerdote que lo violó. También se acusa de encubrir al menos a otros dos abusadores.
En 2020, “Crux”, medio de información digital, informó que observadores tanto de México como del Vaticano estimaban que el cincuenta por ciento de los obispos mexicanos habían manejado de manera inadecuada las denuncias de abuso y algunos continúan haciéndolo en la actualidad.
A pesar de prometer "tolerancia cero" hacia el abuso, los jerarcas católicos mexicanos permiten que muchos sacerdotes acusados permanezcan en el ministerio.
En 2021, en una entrevista, el entonces nuncio apostólico Franco Coppola admitió que casi el 20% de los sacerdotes considerados culpables tuvieron la oportunidad de regresar al ministerio.
De los 328 sacerdotes acusados, dijo Coppola, 134 habían sido retirados permanentemente del ministerio, pero otros 60 que habían cometido "abusos leves y no repetidos", por lo que se consideraron "no enfermos psicológicamente de ninguna manera para retomar el sacerdocio".
En la presentación de la investigación, Cristina Sada Salinas, presidenta de la organización Spes Viva, destacó la colaboración que se tiene con Bishop Accoutability, la cual marca un hito importante en la lucha contra la plaga de la pederastia clerical.
Y destacó que “hasta que la justicia se haga costumbre seguiremos en esta lucha por la justicia, la reparación integral y la no repetición”.
Sara Oviedo miembro del directorio de ECA indicó que este tipo de investigaciones son muy importantes porque desenmascaran el encubrimiento institucional que ha permitido la iglesia católica sobre la violencia sexual.
Estos encubrimientos han posibilitado que envíen a los países de América a curas de Europa, que llegan a cometer los mismos delitos, dijo.
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Por eso es importante, consideró, establecer alianzas entre las organizaciones civiles para denunciar a los pederastas y encubridores, porque son pocas las personas que “nos atrevemos a enfrentarnos al poder de la iglesia”.
Llamó a la ciudadanía mexicana apoyar la labor de las organizaciones denunciantes, porque la lucha que se da contra la jerarquía católica es muy desigual.
Lista mencionada por Anne Barrett
Felipe Aguirre Franco, arzobispo emérito de Acapulco y Fabio Martínez Castilla, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez Chiapas. Cubrió los casos de la religiosa Silvia López Pérezó y religioso Salvador Valadez Fuentes (Fundadores de las Discípulas de Jesús Buen Pastor)
Luis Morales Reyes, arzobispo emérito Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo emérito de San Luis Potosí. El caso de Córdova Bautista.
José Luis Chávez Botello, arzobispo emérito de Antequera-Oaxaca. El caso de Gerardo Silvestre Hernández; Enrique Díaz Díaz, obispo de Irapuato. Los casos de Rubén Herrera Luna, Jorge Raúl Villegas y Pedro Gutiérrez Farías (La Ciudad de los Niños).
Alonso Gerardo Garza Treviño, obispo de Piedras Negras. El caso de Manuel Riojas Martínez.
Jonás Guerrero Corona, Obispo de Culiacán, con el caso de López Valdés; José Martín Rábago, Arzobispo Emérito de León. Cubrió los casos de José Luis de María Campos López y Jorge Raúl Villegas.
El Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo emérito de México, con los casos de Luis Fletes Santana, Nicolás Aguilar-Rivera y Carlos López Valdés; Gerardo de Jesús Rojas López, Obispo de Tabasco, con el caso de Carlos Francisco Alejo Oramas R.
Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo Emérito de Guadalajara, con el caso de Ávila Avelar y Córdova Esparza; José Guadalupe Torres Campos, Obispo de Ciudad Juárez, con el caso de Aristeo Baca y Javier Navarro Rodríguez, Obispo de Zamora con el caso de Córdova Esparza.
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