Desde que inició la pandemia por el Covid-19 a la fecha, han fallecido 58 curas, 6 diáconos permanentes y 3 religiosas, lo que suma 67 agentes y ministros de pastoral fallecidos por complicaciones derivadas del coronavirus en 34 circunscripciones eclesiásticas del país, informó el Centro Católico Multimedial.
En su 6to Reporte CCM Clérigos y Religiosos Fallecidos en México por Complicaciones Asociadas al Covid-19, realizado por Unidad de Investigación que dirige Omar Sotelo Aguilar, y Guillermo Gazanini Espinoza presentan los casos de integrantes del clero fallecidos hasta 31 de julio de 2020.
Destaca que a pesar del repunte en el índice de contagio en el país, las diócesis y comunidades religiosas continúan sin contar con un registro claro ni con información verificable de los casos de COVID o de agentes de pastoral acaecidos directamente por los efectos del virus.
Los investigadores detallan: "En el período comprendido en el presente reporte se tuvo la característica de un repunte en el índice de contagios a nivel nacional de forma sostenida...
A inicios de agosto, se dieron récords de contagios y fallecimientos al alcanzar 47 mil 472 muertes y más de 434 mil casos acumulados.
La mitad del país permanecía en semáforo rojo y la otra, en naranja liberando actividades no esenciales, entre ellas las religiosas, con las debidas precauciones y medidas de seguridad sanitarias... desafortunadamente no se cuenta con los datos para conocer con exactitud el número de sacerdotes, diáconos, religiosas o religiosos contagiados".
Y gracias a las informaciones de los medios de comunicación y las redes sociales allegadas a las parroquias se supo que dos sacerdotes murieron con signos que apuntaban a COVID-19: "empero, las autoridades diocesanas ni confirmaron o negaron que las causa de la muerte estuviera asociada con complicaciones derivadas del virus, al no haberse practicado los exámenes confirmatorios".
Las tres circunscripciones eclesiásticas más masivas (Guadalajara, México y Monterrey) practicaron pruebas al presbiterio local y, con excepción de la Arquidiócesis de México, los pastores de las otras metrópolis informaron del estado de sus ministros ordenados: Guadalajara sumó 22 sacerdotes infectados y Monterrey, 6.
En México, los resultados de las pruebas realizadas al clero fueron presentadas a los superiores territoriales de los ministros para que tomaran las previsiones necesarias.
Igualmente, en este periodo, el obispo de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, anunció que resultó positivo de COVID; sin signos de complicaciones, el prelado atendió las recomendaciones de aislamiento.
En la segunda quincena de julio fallecieron 12 sacerdotes; no se logró contar con información de las comunidades religiosas ni se tuvo noticia de algún diácono acaecido por el virus.