Discriminación en escuelas, práctica ordinaria

La Prensa

  · lunes 4 de septiembre de 2017

Foto: Notimex

México, 4 Sep  (Notimex).- En el salón de clases los niños yadolescentes aprenden, conviven, se relacionan, sin embargo esdonde ellos experimentan a diario una discriminación normalizada,en especial quienes son de piel morena, tienen alguna discapacidado provienen de comunidades indígenas.

Por primera vez, 27 mil 640 niñas, niños y adolescentesmexicanos -55 por ciento mujeres y 45 por ciento hombres-respondieron una encuesta sobre el ejercicio de sus derechos,mediante la cual las autoridades obtendrán ideas para solucionesen materia de política pública.

Así, a fin de cumplir los ordenamientos de la Convención sobrelos derechos del Niño de las Naciones Unidas, el Sistema Nacionalde Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA)llevó a cabo la primera encuesta para conocer la opinión de estesector de la población.

La Convención sobre los Derechos del Niño de las NacionesUnidas, adoptada en 1989, contiene varios principios que sustentantodos los demás derechos de la infancia: la no discriminación, elinterés superior, el derecho a la supervivencia y el desarrollo, yla opinión del niño.

De ahí que surgiera este ejercicio, denominado Encuesta OpiNNA01–Juguemos en las Calles, que estuvo abierto en la PlataformaParticipa de Gob.Mx entre el 25 de abril y 15 de mayo de esteaño.

En un cuestionario de 15 preguntas, en cuatro de ellas seplantearon a los encuestados datos sociodemográficos y 11 detemas, entre ellos discriminación y discapacidad.

Por rangos de edad, 45 por ciento de los que participaron tienende nueve a 11 años, y 31 por ciento de 12 a 14 años, mientras quepor grado escolar 57 por ciento de los que respondieron cursaban decuarto a sexto de primaria.

De acuerdo con los resultados, 56 por ciento de los niños,niñas y adolescentes dijeron que la discriminación sucede todoslos días en su escuela, es decir, esa práctica está yanormalizada.

El grupo que experimenta esa situación es el de quienes tienenun color de piel diferente, pues 40 por ciento manifestó quequienes viven más la discriminación son aquellos que tienen lapiel morena; seguido de los que tienen alguna discapacidad, con 24por ciento; y los indígenas, con 16 por ciento.

También en el sondeo se preguntó por qué creen que a algunosniños, niñas y adolescentes que viven con discapacidad los tratanmal en varios lugares, a lo que 45 por ciento respondió como causaque no les han enseñado a convivir con ellas y ellos.

Además, 24 por ciento dijo que no hay interés en ellas yellos, y señalaron que las personas que usan sillas de ruedastienen muchos obstáculos para desplazarse en calles, escuelas yparques.

“El maltrato y la escasez de medidas de nivelación surge deque socialmente se ha marcado una distancia social con estapoblación: políticas no inclusivas, poca socialización einterés en ellas y ellos”, reveló el estudio.

De ahí que los encuestados consideraron que para tratar mejor alas personas con discapacidad se les debe enseñar a convivir máscon ellas y ellos, así como adecuar todos los espacios para quepuedan desplazarse, y tener así una mejor convivencia.

Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Ciudad deMéxico, Baja California, Nuevo León y Chiapas son los estados dedonde se obtuvo la mayor cantidad de respuestas, aunqueparticiparon todas las entidades de la República mexicana.

La encuesta busca reconocer y aceptar el juicio propio deniñas, niños y adolescentes de acuerdo a su edad, madurez ydesarrollo cognitivo; y colocar su voz como parte de la opiniónpública que necesariamente debe ser escuchada y convertida enacciones públicas

En México hay 32.8 millones de niñas, niños y adolescentesmenores de 15 años de edad, que representan 27 por ciento de lapoblación total, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 delInstituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred)destaca que la discriminación que enfrenta ese sector de lapoblación en México es estructural, y se debe fundamentalmente asus procesos de formación y desarrollo, así como a la relaciónde poder que sostienen con otras personas para tener acceso a susderechos reconocidos.

Durante muchos años no fueron reconocidos como titulares dederechos y, a pesar de que existe una legislación que los protege,“todavía se considera a la niñez como una fase previa a laadultez; en consecuencia, sus derechos todavía se ponen en tela dejuicio cotidianamente”, destacó.

El SIPINNA recalcó que la participación debe ser un procesopermanente de expresión libre e intervención activa a través delcual ellas y ellos pueden opinar, ser escuchados y tomados encuenta sobre todos los asuntos que impactan en cualquiera de losámbitos de su vida.

Por ello, se creó OpiNNA, un mecanismo permanente ysistemático que implementa el sistema en el ambiente digital conla colaboración de Estrategia Digital Nacional de Presidencia dela República y Comunicación Digital de la Secretaría deGobernación.

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