La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los niños y las niñas, en sus primeros años de vida, tienen la necesidad de recibir estimulación, atención y protección en el ámbito familiar y dentro de su comunidad; requerirán también de una alimentación sana y equilibrada, y todos estos factores pueden contribuir a garantizar un buen desarrollo y que, por lo tanto, tenga mayores oportunidades de éxito.

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También advierte que la niñez que no recibe educación en la primera infancia es más vulnerable a enfrentar condiciones como: pobreza, violencia, inequidad y carencia de seguridad social, entre otros.

La primera infancia es el periodo que va del nacimiento a los ocho años y constituye un momento único en el crecimiento de los individuos, pues es cuando el cerebro registra un desarrollo notable para adquirir habilidades físicas, motrices, cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas básicas.

Organismos internacionales como la UNICEF señalan que este periodo va de los 0 a los 5 años. En México la Estrategia Nacional para la Primera Infancia la define como el periodo de vida hasta antes de los seis años, cuando las niñas y niños en México finalizan el primer ciclo de enseñanza y transitan hacia la educación primaria.

La OMS destaca la importancia de entender que estar sano desde el comienzo da a los pequeños la oportunidad de desarrollarse y convertirse en adultos que contribuyan a la comunidad, tanto económica como socialmente.

Sin embargo, también advierte que este comienzo se puede ver condicionado por muchos factores de orden familiar, comunitario y medio ambiental.

Cuidadores primarios

Brenda Bernaldez, Directora del Programa de Liderazgo en Enseña por México, señaló que para entender y atender las necesidades que enfrenta la población infantil en esta etapa de la vida, se debe empezar a reconocer que, en muchas ocasiones, los cuidadores primarios no son el papá o la mamá, sino otra persona, abuelos o tíos.

Destacó que a pesar de todo lo que ha sucedido en los últimos años, en la sociedad mexicana sigue existiendo una red familiar que apoya la crianza positiva de los niños y las niñas, por lo que subrayó la importancia de dar herramientas a los cuidadores para participar eficazmente en este proceso.

Brenda Bernaldez recomienda a los padres o cuidadores dejar que los niños y niñas se expresen en cosas tan sencillas como elegir el color y tipo de ropa que quieren usar.

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Resaltó también la importancia del juego, pues a través de actividades lúdicas es como los seres humanos aprenden a relacionarse. “México tiene muchísima sabiduría en esto, tenemos una gran cantidad de rondas, cuentos infantiles, canciones y juegos, y los adultos tenemos que cambiar la mentalidad y darnos la oportunidad de jugar con los niños”.

Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2021 sobre COVID-19) revelan que son las madres las que participan con mayor frecuencia en todas las actividades de estimulación y apoyo al aprendizaje de sus hijos, principalmente, jugando, cantando canciones o llevándolos de paseo.

Libros infantiles

Adicionalmente, señala que el 35.0% de los menores de cinco años cuentan con, por lo menos, tres libros infantiles en el hogar, y 37.8% de las niñas(os) menores de cinco años no cuentan con libros infantiles en el hogar.

Estos porcentajes difieren a nivel regional. Mientras 63.8 y 20.6% de las niñas(os) residentes de la Ciudad de México cuentan con por lo menos 3 y 10 libros infantiles, respectivamente; sólo 15.3 y 3.3% de las niñas(os) residentes de la región de la Península cuentan con 3 y 10 libros infantiles. El porcentaje de niñas(os) sin libros infantiles en sus hogares es significativamente menor en la región CDMX (20.6%) comparado con el porcentaje observado en la región Península (52.0%).

Durante el webinar “La relevancia de la Primera Infancia en el proceso de aprendizaje de los niños”, convocado por la Red del Consejo Coordinador Empresarial por la Primera Infancia, Aranzazú Alonso, Directora Ejecutiva y Coordinadora General del Pacto por la Primera Infancia, indicó que actualmente en México reconoció diversos tipos de educación inicial, pero también enfatizó que “desgraciadamente, la oferta del Estado mexicano en materia de educación inicial es bastante pobre… la mayor oferta pública son los CAI’s (centros de atención infantil) y las guarderías del IMSS o del ISSSTE, pero particularmente para padres y madres derechohabientes, lo que habla de un gran problema, porque deberíamos tener una oferta de servicios de cuidado y educación inicial universal y gratuita para toda la población independientemente de su condición laboral o de derechohabiencia”.

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Por revalorizarla

Aranzazú Alonso hizo un llamado a la sociedad, a las empresas y a los tomadores de decisiones a revalorizar la crianza en la primera infancia y no sea vista como una actividad secundaria.

“Tenemos que construir un mundo con licencias de maternidad y paternidad, con horarios flexibles, con acompañamiento para padres, con redes sociales y comunitarias, a fin de que la crianza inicial sea un asunto del más alto interés público y no solo un tema que compete a los padres, porq

ue lo que hagamos hoy con los niños y las niñas será la sociedad que tengamos en un futuro”, destacó Alonso.

Brenda Bernaldez, Directora del Programa de Liderazgo en Enseña por México, llamó a los tomadores de decisiones y legisladores a fortalecer las políticas públicas en materia de atención de la primera infancia y entender las consecuencias que tendrá no hacerlo. "Ciudadanizar la crianza es que todos alcemos la voz en el espacio público y privado, y que todos seamos activistas permanentes en la defensa del interés superior de los niños y las niñas", enfatizó.

A su vez, Sindy González, Jefe de Inversión Social de Primera Infancia en Fundación FEMSA señaló que la primera infancia es un asunto que compete al sector privado, a la academia, al sector público, a la sociedad civil y a las familias.

“Debemos crear un ecosistema donde la primera infancia sea una prioridad para el país para cerrar las brechas de pobreza y desigualdad”, enfatizó.

Destacó que el espacio que rodea a los niños también influye, para bien o para mal, en el aprendizaje que tienen los niños en los primeros años de vida, como es el acceso a espacios públicos, el acceso a la naturaleza.

Mencionó que autoridades y sociedad deben sensibilizarse del tiempo que necesita una mamá con un bebé en brazos para cruzar una calle o el tiempo que necesita un niño de dos o tres años que está aprendiendo a caminar.

“Sí el espacio que rodea a los niños es un barrio que tiene violencia, contaminación o no tiene acceso al agua, sin duda influirá en el aprendizaje que tendrán los infantes en los primeros años de vida”.

En el marco del Día del Niño y de la Niña, la Red por la Primera Infancia del CCE, iniciativa de la Comisión de Educación del CCE, reconoce que el aprendizaje temprano es fundamental para el desarrollo integral de los niños, indicó Andrea Alcaraz, Coordinadora Técnica del CCE, quien moderó el webinar.

Explicó que los niños y niñas en esta etapa, adquieren sus habilidades físicas, motrices, cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas básicas, por lo que indicó que es imperante construir un mundo donde el cuidado y una crianza positiva de las primeras infancias sean factibles.

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