Deja coronavirus secuelas cardiacas en sobrevivientes

Estas secuelas se conocen como Síndrome Post-Covid, entre las cuales se han identificado 50 síntomas que plantean un reto diagnóstico y terapéutico

Genoveva Ortiz | La Prensa

  · martes 5 de octubre de 2021

El coronavirus causa daño directo al corazón. Foto David Deolarte | La Prensa

El 78% de pacientes recuperados de Covid-19, que no requirieron hospitalización ni tenían antecedentes de enfermedad cardiovascular, quedaron con secuelas a nivel cardiaco y, hasta el momento, no se sabe sí se trata de daños temporales o permanentes.

Estas secuelas se conocen como Síndrome Post-Covid, entre las cuales se han identificado 50 síntomas que plantean un reto diagnóstico y terapéutico que debe atenderse de forma multidisciplinaria, ya que los pacientes recuperados pueden presentar complicaciones a nivel cardíaco, renal, pulmonar, cerebral, hematológico, dermatológico, gineco-obstétrico y mental.

Así lo señaló el doctor Alfonso Lara Olivarez, exjefe de Ecocardiografía del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional “La Raza” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien puntualizó que el 44% de los pacientes que tuvieron Covid ven afectada su calidad de vida, sin importar la severidad del cuadro que presentaron.

“No importa que tan grave pueda ser la fase aguda de Covid 19, el Síndrome PostCovid puede ser más importante, las secuelas pueden ser más graves que el cuadro clínico per-se y los síntomas son persistentes en 87% de los pacientes”, apuntó el especialista.

Los estudios en pacientes que tuvieron Covid en 2019 muestran que a 17 meses siguen con síntomas cardíacos persistentes; otros han quedado con daño pulmonar, como disnea o fibrosis, y en este último caso, el daño si es permanente y ya no hay forma de recuperarlo, explicó el doctor Alfonso Lara.

Ahora que la fase aguda de la pandemia empieza a descender, es cuando surgen los daños a la salud que dejó el Covid-19 en los sobrevivientes, indicó el doctor Lara Olivarez al señalar el 36% de los pacientes que han superado el cuadro agudo reportan disnea (dificultad para respirar) y fatiga.

En ocasión al Día Mundial del Corazón, el doctor Alfonso Lara destacó que la mayoría de estos pacientes no había requerido hospitalización ni tenían una enfermedad cardiovascular preexistente; “sin embargo, presentan anomalías en la resonancia magnética a 71 días de haber recibido el diagnóstico”, apuntó.

El estudio JAMA Cardiology encontró que 60% de los pacientes recuperados presentaba inflamación persistente del miocardio; 21% respiración rápida; 16% dolor en el pecho; 11% aumento de la frecuencia cardiaca en reposo; 11% palpitaciones; 1% miocarditis, 0.4% arritmias; 58% refiere fatiga de distintas formas; 24% disnea y 1% presentaba datos de nueva hipertensión, explicó el especialista.

Los pacientes recuperados deben ser monitoreados en consultas seriadas con electrocardiograma, ecocardiograma, radiografía de tórax, tomografía axial computarizada y resonancia magnética. Foto David Deolarte | La Prensa

Inflamación vascular directa

La insuficiencia cardiaca se puede convertir en los próximos años en la principal complicación cardiovascular por Covid-19, alertó el doctor Alfonso Lara Olivarez al señalar que esto es muy grave, ya que se trata de enfermedades con alto costo de atención y tratamiento.

El coronavirus no es como tal una infección pulmonar, sino un evento inflamatorio impresionante “capaz de causar trombo a nivel de pulmones, corazón, ojos, hígado, vejiga, riñón, páncreas, cerebro, próstata y testículos", explicó el especialista.

Por ello, los pacientes recuperados deben ser monitoreados en consultas seriadas con electrocardiograma, ecocardiograma, radiografía de tórax, tomografía axial computarizada y resonancia magnética, precisó.

Las manifestaciones cardiacas que se pueden encontrar en la fase aguda de Covid-19 son miocardiopatía por estrés y miocarditis que llevan al infarto del miocardio o choque cardiogénico, abundó.

"El efecto potencial del coronavirus en el sistema cardiovascular es una inflamación vascular directa que hace que las placas de las arterias coronarias puedan romperse o desestabilizarse", lo que aumenta el riesgo de infarto.

México es un país de hipertensos jóvenes, con una incidencia de 24% en población de 18 a 34 años de edad. Foto Rogelio Tinoco | La Prensa

“Esta infección viral también puede provocar depresión miocárdica, lo que llevaría al paciente a un riesgo aumentado de arritmias”, señaló el doctor Lara, quien subrayó que el coronavirus causa un daño directo al corazón.

Otra presentación común del daño cardiovascular por Covid-19 es el derrame pericárdico, que ocurre por la acumulación de líquido en la bolsa pericárdica que se encuentra alrededor del corazón, lo cual provoca un taponamiento cuando el exceso de líquido oprime las cavidades cardiacas.

Señaló que el daño cardiaco agudo se presenta en aquellos pacientes con enfermedad cardiovascular preexistente, que son el grupo poblacional que se vio más mal durante la fase aguda de Covid-19.

El riesgo de terminar en una unidad de cuidados intensivos se incrementa 49% en pacientes con hipertensión y 21% si se tiene una enfermedad cardiovascular, lo que supera por mucho a los pacientes con cáncer o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), indicó el doctor Lara Olivarez.

Esto significa que “la hipertensión y la enfermedad cardiovascular son predictores en el pronóstico de los pacientes en su lucha contra el Covid-19”, señaló el especialista.

Igual ocurre en el caso de la mortalidad, agregó el doctor Lara, ya que la enfermedad cardiovascular supera el rango de mortalidad con 10.5%, por arriba de la diabetes, la EPOC, la hipertensión arterial y el cáncer.

Cuando no existen condiciones preexistentes sólo el .9% de los pacientes fallece; pero si existe enfermedad cardiovascular más hipertensión, "estamos hablando que el 17% de los pacientes fallecerán”, alertó.

Llaman a la población en general a cuidar su corazón, y a las personas que ya enfrentan un padecimiento cumplir las medidas sanitarias de protección y tener un apego estricto a su tratamiento. Foto David Deolarte | La Prensa

El doctor Lara informó que este daño al miocardio por Covid-19 se observó en las primeras autopsias, por lo que destacó la necesidad de dar seguimiento a largo plazo de los pacientes recuperados, para evaluar el riesgo de insuficiencia cardiaca y otras complicaciones cardiovasculares crónicas.

Otro estudio reveló que las células finales que se presentan después de un infarto al miocardio son las mismas que se identifican en pacientes recuperados en la etapa de Post-Covid o Covid Prolongado; es decir, "el daño que puede ocasionar este virus a largo plazo es como si se hubiera infartado el paciente", explicó.

Esto, dijo, puede provocar que el corazón crezca y no se mueva adecuadamente, lo que puede llevar a insuficiencia cardiaca, aumentar el riesgo de un nuevo contagio y empeorar el pronóstico del Síndrome Post-Covid.

Durante la fase crónica de Covid-19 también se ha observado en los pacientes descompensación en la presión arterial y la frecuencia cardiaca, además de sensación de cansancio, dolor de cabeza o dificultad para concentrarse, hasta cuatro semanas después de haber presentado Covid.

Otro síntoma que refieren los pacientes post-covid -hasta después de tres meses de haber tenido la infección- es el síndrome de taquicardia, el cual puede causar mareo, palpitaciones, inestabilidad cuando la persona está acostada y de repente se trata de levantar, intolerancia al ejercicio, opresión torácica y palpitaciones.

El doctor Lara Olivarez destacó que la lección que deja la pandemia es que ahora, más que nunca, se debe cuidar la salud del corazón, mantener en niveles óptimos presión arterial, colesterol y el perímetro de cintura, además de subir más escaleras, usar menos el auto y comer más frutas y verduras.

La hipertensión y la enfermedad cardiovascular son predictores en el pronóstico de los pacientes en su lucha contra el Covid-19. Foto David Deolarte | La Prensa

Como cualquier persona, los pacientes con enfermedades cardiovasculares como son la hipertensión arterial, la cardiopatía isquémica o la insuficiencia cardiaca pueden contagiarse de Covid-19; sin embargo, corren un riesgo mayor de que su condición se agrave, o incluso, les provoque la muerte.

Por ello, en el marco del Día Mundial del Corazón, que se conmemoró el 29 de septiembre, el especialista en cardiología hizo un llamado a la población en general a cuidar su corazón y a las personas que ya enfrentan un padecimiento cumplir las medidas sanitarias de protección y tener un apego estricto a su tratamiento.

Alta prevalencia de hipertensión

México es un país con alta prevalencia de hipertensión arterial, pues al menos, 15.2 millones de personas la padecen y se estima que aproximadamente la mitad lo desconoce.

Ante ello, la recomendación de los médicos es que las personas mayores de 30 años se midan la presión arterial al menos dos veces al año y en caso de tener la presión elevada acudan a una revisión completa con su médico de atención primaria o con el especialista.

La hipertensión arterial es considerada una enfermedad silenciosa, pues quienes la padecen pueden no presentar síntomas.

Sin embargo, es un trastorno grave que incrementa de manera significativa el riesgo de sufrir otras enfermedades cardiovasculares como infartos del corazón o cerebrales, enfermedad arterial coronaria e insuficiencia cardiaca, entre otras.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2016), desarrollada por la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Salud Pública y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, uno de cada cuatro mexicanos mayores de 20 años vive con esta enfermedad crónico-degenerativa, caracterizada porque los vasos sanguíneos tienen una presión persistentemente alta (mayor de 140/90 mmHg).

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Además, según diversos estudios científicos, el riesgo de padecer la infección por coronavirus de forma severa se duplica entre los pacientes con hipertensión arterial; mientras que esta probabilidad se triplica en personas con enfermedad cardiovascular, especialmente si no está controlada de forma adecuada.

El receptor de la enzima denominada angiotensina 2 es considerada la puerta de entrada del SARS-CoV-2 al organismo humano, misma que forma parte de un sistema que regula la presión arterial.

El doctor Eduardo Mateos, gerente médico de Cardiología en Merck México, explicó que es sumamente importante el apego al tratamiento, además de mejorar los hábitos saludables para prevenir padecimientos que afecten al corazón.

“Es primordial mejorar los hábitos. Entre ellos, se recomienda reducir el consumo de grasas saturadas y de sal; así como realizar actividad física, mantener un peso corporal recomendado, limitar el consumo de alcohol y suspender el hábito de fumar”, manifestó el doctor Mateos.

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