La realización de pruebas diagnósticas de Covid-19, antes y después de las vacaciones, es una medida que puede ayudar a prevenir la propagación del virus y disfrutar de un periodo de asueto de forma segura, señaló el doctor Gustavo Olaiz, coordinador de la Unidad de Estudios Especiales de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Durante el seminario “Lo que necesitas saber de las pruebas para detectar Covid-19, durante el periodo vacacional”, organizado por Roche México, el doctor Fabián Fay, Director y Presidente de Cibic Laboratorios, la doctora Marcela Núñez, Jefe de Laboratorio de Patología Clínica del Centro Médico ABC Observatorio y el doctor Gustavo Olaiz, Coordinador de la Unidad de Estudios Especiales de la Facultad de Medicina de la UNAM, dialogaron sobre el tipo de pruebas disponibles actualmente para el diagnóstico de COVID-19 y sus principales diferencias, con el propósito de orientar sobre la opción más adecuada para realizarse de acuerdo a las necesidades particulares de cada persona.
Los especialistas señalaron que actualmente existen tres tipos de herramientas diagnósticas para COVID-19: pruebas moleculares o PCR, pruebas de antígeno y pruebas de anticuerpos.
Cada una de estas soluciones diagnósticas es clave contra el avance del virus, ya que ayudan a los proveedores de atención médica a realizar un diagnóstico más preciso, a respaldar el manejo adecuado de la pandemia y a brindar una mejor orientación para controlar el riesgo de contagios entre la población.
Destacaron que, para elegir la prueba diagnóstica adecuada, es necesario considerar el propósito de la prueba, la fase de la enfermedad en caso de que se presente y el lugar en el que se realiza la prueba. Si el propósito de realizar un test para COVID-19 es determinar la presencia, o no, del virus activo en el organismo, antes o después de haber viajado, los especialistas recomiendan someterse a una prueba de PCR, o bien, a una prueba de antígenos.
Las pruebas de PCR son pruebas moleculares, utilizan una técnica de laboratorio llamada reacción en cadena de polimerasa que ayuda a detectar la presencia de material genético del virus que causa el COVID-19. En términos médicos, son las pruebas estándar de oro para el diagnóstico de COVID-19 alrededor del mundo. Pueden realizarse en laboratorios donde las muestras son procesadas de forma totalmente automatizada (equipos de alto volumen de procesamiento) o semiautomatizada (equipos de mediano o bajo volumen de procesamiento).
Las pruebas rápidas de antígeno permiten saber si la persona tiene una infección activa. Ante los resultados negativos, se recomienda una evaluación de los síntomas del paciente, su grado de exposición al COVID-19 y evaluar la posibilidad de pruebas adicionales confirmatorias.
Existen dos tipos de pruebas de antígeno: las rápidas y las procesadas en equipos centralizados de alto volumen. Las pruebas rápidas permiten tener resultados en pocos minutos, son fáciles de usar y pueden ser utilizadas en áreas sin infraestructura de laboratorio. Por ejemplo, se usan en poblaciones de alto riesgo de contagio (personal médico), pacientes sintomáticos, cuidadores de pacientes por diversas enfermedades, tamizaje en grupos poblacionales, áreas de difícil acceso, entre otros. El costo de la prueba es más accesible en comparación con una prueba PCR. A pesar de su alta especificidad, tienen una sensibilidad menor en comparación a una prueba PCR.
Por ejemplo, se usan en poblaciones de alto riesgo de contagio (personal médico), pacientes sintomáticos, cuidadores de pacientes por diversas enfermedades, tamizaje en grupos poblacionales, áreas de difícil acceso, entre otros. El costo de la prueba es más accesible en comparación con una prueba PCR. A pesar de su alta especificidad, tienen una sensibilidad menor en comparación a una prueba PCR.
Ambas pruebas sirven para detectar infecciones activas, inclusive en pacientes asintomáticos, por lo que constituyen la mejor opción para realizarse antes de iniciar un viaje, pues ayudan a determinar la presencia, o no, del virus en el organismo.
Las pruebas de anticuerpos, a diferencia de las pruebas de PCR y de antígenos que se realizan a través de una muestra nasofaríngea, son pruebas serológicas que se realizan en muestras de sangre. Las pruebas de anticuerpos detectan la presencia de anticuerpos contra el virus producido posterior a la infección o a la vacunación. Existen dos tipos de pruebas serológicas de Anticuerpos Anti-N y Anti-S (post vacunación).
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“Es importante recordar que todos jugamos un rol importante en el control de la pandemia de COVID-19, por ello, en este periodo vacacional, debemos continuar con las medidas de prevención, el uso adecuado del cubrebocas, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social, para reducir los riesgos de un incremento de contagios”, señalaron los especialistas.
Con la llegada del verano, el avance en el programa de vacunación y tras el confinamiento de más de un año, el interés de la población por viajar a distintos centros turísticos se ha incrementado, por lo que especialistas en salud recomendaron a las familias actuar con responsabilidad si tienen pensado salir de viaje y mantener los protocolos de sanidad para impedir el aumento de contagios de Covid-19.
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