La pandemia de Covid-19 ha sido uno de los capítulos más complejos y difíciles en toda la historia de los servicios de salud mental, debido al explosivo aumento de cuadros depresivos y de ansiedad, que no han excluido a ningún grupo de población o país del mundo.
Durante la emergencia sanitaria, la depresión registró un incremento de 40 por ciento y la ansiedad de 20 por ciento, lo que significa que los trastornos del ánimo se incrementaron 60 por ciento durante el periodo de confinamiento, por el Covid mismo y en la etapa post-pandemia, indicó el doctor Manuel Sánchez Carmona, médico psiquiatra, profesor y ex presidente de la Sociedad Internacional de Trastorno Bipolar (ISBD, por sus siglas en inglés) e integrante de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM).
Hasta antes de la pandemia se pensaba que en 2030 la depresión mayor sería el padecimiento más incapacitante en el mundo. Sin embargo, este pronóstico se adelantó ocho años, por lo que hoy en día la atención de salud mental debe ser un asunto prioritario y de atención urgente dentro de las políticas públicas de salud.
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Este 2022, la Organización Mundial de la Salud y Panamericana de la Salud (OMS/OPS) informaron que el Día Mundial de la Salud Mental lleva el lema: “Hacer de la salud mental y el bienestar para todos, una prioridad global”.
Los organismos internacionales reconocen que la pandemia de Covid-19 ha creado una crisis mundial para la salud mental, alimentando el estrés a corto y largo plazo, lo que ha socavado la salud mental de millones de personas en prácticamente todos los países del mundo.
Señala que la ansiedad y los trastornos depresivos aumentaron en más de 25 por ciento durante el primer año de la pandemia, además de que los servicios de salud se vieron gravemente interrumpidos durante este periodo, lo que ensanchó la brecha para el acceso oportuno a atención médica y tratamiento.
TRASTORNOS NEUROLÓGICOS CARGAN UN PESADO ESTIGMA
A pesar de que la gran mayoría de los padecimientos neurológicos, como la epilepsia y el Trastorno Bipolar (TB) fueron descritos hace muchos años, hasta hoy existe sobre ellos una pesada carga de estigma social, rechazo y mitos.
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El doctor Juan Carlos Reséndiz, neurólogo pediatra y coordinación nacional del Programa Prioritario de Epilepsia, indicó que esta enfermedad se conoce desde antes de la era de Cristo, incluso Hipócrates sabía que no era diferente a cualquier otro padecimiento, y en México prehispánico, antes de la llegada de los españoles, se utilizaba una planta que se conoce como “tumba-vaqueros” para su tratamiento.
Al comentar que la epilepsia ha quedado descrita en pinturas, en la literatura y en la historia, el doctor Juan Carlos Reséndiz destacó que a pesar del tiempo y el avance del conocimiento científico, persiste un gran estigma sobre esta enfermedad hasta nuestros días.
La epilepsia se caracteriza por descargas excesivas de las neuronas que afectan varias partes del cerebro, lo que puede provocar en la persona crisis recurrentes o breves que se presentan con movimiento corporal, así como episodios de ausencia.
“Hay muchos tipos de epilepsia y esto es importante que la gente lo sepa, ya que generalmente se piensa que es una crisis que provoca el movimiento de todo el cuerpo, pero esa es sólo una forma, no la única ni la más frecuente”, explicó el especialista.
“Esto es muy importante que se conozcan, porque hay muchos tipos de epilepsia, la gente piensa que la epilepsia es una crisis que provoca el movimiento de todo el cuerpo, pero esa sólo es una forma, no es la única ni la más frecuente”, explicó el especialista.
Dentro de las causas que pueden condicionar la epilepsia, el doctor Reséndiz mencionó, en primer lugar, las complicaciones al momento del nacimiento, como la asfixia o hipoxia (disminución de oxígeno al cerebro), además de las malformaciones y los traumas de cráneo.
La OMS estima que 50 millones de personas padecen epilepsia, en México se calcula que hay alrededor de 2 millones de pacientes; de ellos, el 70 por ciento pueden vivir sin crisis si se diagnostica y trata con un fármaco adecuado, señaló el doctor Juan Carlos Reséndiz al mencionar que esta enfermedad tiene un alto índice de mortalidad debido a las comorbilidades asociadas que puede producir discapacidad.
La mayoría de los casos de epilepsia inician regularmente en la etapa pediátrica (primeros 8 años de vida) y hay un segundo pico después de los 60 o 65 años.
Explicó que cualquier área del cerebro puede ser afectada, de ahí, que haya varios tipos de epilepsia, como son las que pueden provocar movimiento en una sola parte del cuerpo (focales), otras donde la persona solamente puede quedar ausente o en las que se presenta una crisis en todo el cuerpo.
Uno de los objetivos del Programa Prioritario de Epilepsia es capacitar a todos los médicos del país en el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de la epilepsia, además de elaborar un registro nacional de pacientes.
“Esto es lo que hacemos en el programa, capacitamos a todos los médicos del país. Tengo a mi cargo la coordinación nacional del programa, que capacita a todos los médicos del país para que puedan diagnosticar y tratar la epilepsia”, señaló.
De forma preliminar, informó que este registro lleva contabilizados 5 mil 855 pacientes a nivel nacional, de ellos, el 50.6 por ciento son hombres y el 49.4 por ciento mujeres.
En la Ciudad de México se tienen registrados de manera preliminar a mil 551 pacientes, que hasta el momento representan el 26 por ciento del total de casos contabilizados.
Explicó que el número de casos en la Ciudad de México se debe a que aquí se encuentran el mayor número de hospitales que a nivel nacional reportan al registro que elabora el Programa Prioritario de Epilepsia, y cuyo objetivo es llegar a los 10 mil pacientes en todo el país.
El doctor Juan Carlos Reséndiz explicó que actualmente existen tratamientos eficaces para la epilepsia, como el valproato (VPA, nombre de la sustancia activa de Atemperator), que permite a los pacientes llevar una vida normal sin ninguna modificación en su expectativa de vida.
“La expectativa no se modifica, aunque siempre va a haber excepciones por el número de crisis o el descontrol del padecimiento, lo cual dependerá de las causas de la epilepsia, porque no será lo mismo un niño con asfixia al nacimiento, a la epilepsia genéticamente determinada (que es un grupo pequeño pero existe), al niño que tuvo un tumor cerebral, o encefalitis. Es decir, hay muchas causas y de ahí dependerá el pronóstico y tratamiento”, apuntó.
EL SUBE-BAJA DEL TRASTORNO BIPOLAR
La causa de muerte más frecuente en las personas con TB es el suicidio, informó el doctor Manuel Sánchez Carmona, médico psiquiatra y ex presidente de la Sociedad Internacional de Trastorno Bipolar Capítulo México.
El especialista, quien también es miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana y catedrático universitario, explicó que al igual que la epilepsia, el TB fue descrito hace muchos años, pero antes se conocía como psicosis maniaco-depresiva.
Al comentar que el famoso pintor Vincent van Gogh padeció TB, el doctor Manuel Sánchez Carmona informó que en el 80 por ciento de las personas este padecimiento es causa de discapacidad, toda vez que al salir de una crisis de manía o de síntomas mixtos pueden ya no tener trabajo, haber cometido un fraude o alguna acción inesperada.
“El Trastorno Bipolar afecta notoriamente el funcionamiento diario de las personas. Se calcula que alrededor del 1.5 al 1.8 por ciento de la población mundial presenta este padecimiento, pero podría llegar hasta un 3 por ciento si se toman en cuenta todos los tipos y variantes”, indicó el especialista.
En México, se estima que alrededor de 4 millones de personas presentan TB, que se caracteriza por ser una alteración neurológica que provoca subidas y bajadas de energía.
NO ES SENTIRSE FELIZ O TRISTE
“No es un trastorno de sentirse feliz o triste, ni de dos personalidades, es un padecimiento neurobioquímico cíclico, donde el ánimo va para arriba y la persona puede sentirse alegre, hiperactiva, maniaca, sin sueño y en un estado psicótico fuera de la realidad”, señaló.
“Pero en el otro polo, la persona puede sentirse totalmente sin energía, cansado, lento, pegajoso, sin memoria, mala concentración, llora fácilmente, no siente placer nada de lo que ayer le gustaba”, explicó el doctor Sánchez Carmona.
Se trata de un padecimiento incurable, heredable, pero que se puede controlar bastante bien actualmente, subrayó el especialista al advertir, no obstante, que el diagnóstico es complicado.
“En la fase de manía, la persona es acelerada, quiere hacer muchas cosas, se siente eufórica, con una autoestima increíble, puede dejar de dormir o dormir muy pocas horas y sentirse con la pila alta, con poca atención, piensa rápido, está distraída, habrá rápido, se siente irritable y con pensamientos intrusivos” (imágenes o ideas desagradables e inquietantes que llegan a la mente de forma espontánea e involuntaria), indicó el doctor Sánchez Carmona.
Durante esta fase, el individuo puede realizar gastos sin sentido, tiene una líbido sexual exagerada, puede incurrir en abuso de sustancias al grado de estar fuera de la realidad y poner en peligro su vida.
En el polo de baja energía, la persona duerme muchas horas, se siente cansada, lenta, con mala memoria y concentración, llora fácilmente, no hay placer y ya no le interesa ni le gusta nada de lo que le gustaba ayer.
“La persona ya no encuentra sentido y puede atentar contra su vida, por lo que uno de cada 4 individuos con TB no medicados; es decir, hasta el 25 por ciento puede intentar un suicidio y lamentablemente lograrlo”, comentó el especialista.
Se trata de un padecimiento que requiere acciones prontas, como es el diagnóstico a edad temprana, porque hoy sabemos que este trastorno inicia en la niñez, tiene una fuerte carga hereditaria y puede tener un pico entre los 15 y 18 años, con ciclos más fuertes en la edad adulta.
“Tenemos que salvar vidas y controla el padecimiento, lograr que una persona con este padecimiento tenga una buena calidad de vida, sea totalmente funcional, y viva plenamente”, señaló el doctor Sánchez Carmona al destacar que actualmente hay fármacos que pueden estabilizar estos cambios de energía.
El doctor Sánchez Carmona señaló que la fase de manía del Trastorno Bipolar la puede desencadenar una buena noticia, una emoción muy fuerte o cuando la persona consume alcohol.
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Indicó, sin embargo, que en los últimos 8 o 10 años, a raíz de la mayor permisividad al consumo de mariguana y otras sustancias, como son las drogas estimulantes (DNA, DNT), la ayahuasca y los hongos psicodélicos, ha aumentado el riesgo de episodios de manía.
Señaló que la psiquiatría moderna ha podido identificar que factores como la dieta e incluso los cambios de luz del día o de las estaciones del año, pueden alternar el estado de ánimo de los pacientes, de ahí la importancia de que el tratamiento farmacológico incluya un manejo integral que con dieta, ejercicio, hidratación y sueño.
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