Ciudad de México.- La ciudadanía no olvida y los afectados aún reclaman ayuda. Siguen los damnificados que perdieron el lugar donde vivían. Dos fechas importantes a conmemorar el día de hoy, los sismos de un 19 de septiembre de 1985 y el de 2017, que dejarán marcada a la Ciudad de México para siempre y fueron prueba de la solidaridad de los mexicanos en casos de emergencia.
A tres años del sismo más reciente, de magnitud 7.1, aún falta mucho por hacer, con un Congreso de la capital del país que llevará a cabo de manera virtual por la emergencia sanitaria que se vive, una sesión solemne a las 9:00 horas para recordar el hecho, rendir homenaje a los que murieron ese día, sin olvidar a los que se quedaron sin su vivienda.
En tanto, debido a la pandemia por el Covid-19 y en atención a la sana distancia, los gobiernos, tanto federal como local, acordaron suspender el macrosimulacro, ejercicio que ha servido para que la gente sepa qué hacer en caso de un movimiento telúrico.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien al filo de las 7:19 horas, encabezó el izamiento a media asta de la Bandera Nacional en el Zócalo capitalino en compañía de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, entre otros, con motivo del terremoto de magnitud de 8.1, acontecido hace 35 años en ese horario y, además un momento para recordar a quienes también murieron en el 2017.
A causa de los daños ocasionados por el fenómeno natural de hace tres años, autoridades capitalinas esperan que a finales de éste 2020 se hayan entregado diez mil viviendas reconstruidas y, para el 2021, se prevé la misma cantidad, con una reconstrucción que va al 75 por ciento y que fue materia de escándalo de corrupción en la administración del ex jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera.
Tras el anuncio de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y el gobierno de la metrópoli de la cancelación del macrosimulacro anual, en conmemoración de los sismos del 85 y 17, para evitar aglomeraciones de personas y posibles contagios de coronavirus, ese tipo de ejercicio en el que participa la población se retomará hasta que las condiciones sanitarias lo permitan.
Pero con todo y la emergencia sanitaria, las personas no dejarán de ir a los lugares en donde sus seres queridos perdieron la vida y acostumbran ceremonias religiosas, como sucede cada año en donde estuvo el edificio Nuevo León de Tlatelolco o el Hospital Juárez, más cuando las heridas aún no cierran luego de 35 y tres años.
La invitación que han hecho las autoridades a los habitantes de la urbe, es a revisar y actualizar su plan familiar para la prevención de riesgos; identificar zonas de menor peligro dentro y fuera de sus viviendas, así como lugares de trabajo.
Asimismo, establecer roles a seguir en caso de un sismo y, tener lista una mochila de emergencias, sin olvidar incluir artículos de higiene y prevención como cubrebocas, caretas y gel antibacterial.
Si ocurre un sismo significativo o se activa la alarma sísmica, la ciudadanía deberá seguir las indicaciones correspondientes, así como atender las medidas sanitarias implementadas por la Secretaría de Salud (Ssa).
El último macrosimulacro que tuvo lugar a nivel nacional fue el 20 de enero pasado, con una participación de 50 millones de personas y actividades en 100 mil inmuebles en las 32 entidades y en casi 2 mil municipios.