/ lunes 18 de mayo de 2020

Careta, más lavabos, control de temperatura… ¿Cómo será el regreso a la nueva normalidad?

Especialistas en de recursos humanos saben que el regreso deberá ser planificado, contar con buena comunicación y la colaboración de todos los trabajadores

El regreso a trabajar para millones de personas no será igual después de la pandemia por el Covid-19. En la “nueva normalidad”, los espacios de trabajo cambiarán. Se tendrá que laborar en diferentes horarios y con poca gente en oficinas y plantas productivas. Con estrictas medidas sanitarias, cubre bocas o caretas plásticas, más lavabos para manos y gel sanitizante por todos lados.

Quizá en las filas abiertas de escritorios con casi ninguna pared, ahora se deberán colocar paredes acrílicas. “Nos tendremos que olvidar de los cafés colectivos y las filas en los elevadores y las charlas masivas en los baños”.

Lo cierto que las empresas ya se están preparando para la reapertura de oficinas, fábricas y plantas. Sobre todo porque la pandemia ha afectado a todas las empresas de diferentes formas.

En una entrevista con La Prensa, Carlos Eduardo Escalante, gerente de Consultoría de Talento de Right Management MeCCA, informó que las empresas deberán incluir tres etapas al momento de elaborar su plan de regreso seguro al trabajo.

Primero, es necesario que identifiquen los riesgos y controles propios de su industria. En segundo lugar, desarrollar un mapa que con los lineamientos y acciones a implementar que garanticen la seguridad y salud de sus colaboradores.

Por último, contar con un sistema de medición que evalúe los resultados de la estrategia y contemple las recomendaciones recibidas por parte de los involucrados.

Foto: Cuartoscuro

Así como implementar una estrategia de comunicación adecuada para mantener informados a todos los empleados sobre las distintas medidas que se están llevando a cabo.

La reapertura a la nueva normalidad, en la actividad económica implica para las empresas y personas un cambio de paradigma de cómo se va a iniciar el trabajo.

El ejecutivo en recursos humanos recalcó que el primer paso es potenciar los posibles riesgos para la salud de los trabajadores. Ya que se tiene instaladas las barreras físicas para evitar posibles contagios. Se debe educar de manera consciente y constate al personal, en términos de medidas laborales y después cómo se va a poder operar con los clientes.

ManpowerGroup, en alianza con otras firmas de Recursos Humanos, desarrolló un documento que identificó más de 400 medidas para garantizar la salud de los colaboradores y tener un regreso seguro al trabajo.

Crearon una Guía Práctica para un Regreso Seguro, que integra medidas y lineamientos para garantizar la operatividad y continuidad del negocio, una vez que las industrias reanuden actividades, de acuerdo con el calendario establecido por el Gobierno Federal.

En las siguientes semanas de cierre forzado, tal vez algunos empleados no estén dispuestos a regresar al trabajo, a menos que estén seguros de las medidas de salud. Por eso hay que involucrar a todos los empleados en el plan de retorno y comunicar frecuentemente.

Es importante evaluar cómo estaban y cómo están las operaciones antes y durante el cierre e identificar brechas versus ‘normalidad temporal’, así como las medidas de distanciamiento físico.

Hay que comparar las mejores prácticas a través de los sectores para desarrollar una guía de regreso seguro al trabajo.

Es vital acordar un enfoque conjunto con todas las partes involucradas respecto a la conducta de distanciamiento general y/o acuerdos de trabajo, junto con propuestas para alteraciones físicas de las oficinas.

Capacitar a los gerentes y a sus equipos en cómo aplicar el “regreso seguro al trabajo” y los protocolos de higiene y salud.

Es necesario desarrollar y transmitir claramente los protocolos clave de salud y bienestar, porque los riesgos de salud se controlan de diferentes maneras, como aplicar controles para separar físicamente a las personas, y provisionando equipo de protección.

En su opinión, ahora se deberá aplicar mayor flexibilidad laboral, y eso no es sólo el home office, hay otros esquemas porque no todos los puestos y esquemas están hechos para el trabajo a distancia. En una planta, las personas que están en la línea de producción tienen que estar presente.

Aunque también Escalante resaltó que estar sentado en las oficinas no es productividad ni mejor desempeño.

En medio esta severa crisis económica, la mayoría de las empresas no podrán darse el lujo de buscar nuevos espacios. Y será más fácil cambiar el comportamiento humano que cambiar la arquitectura.

JLP

El regreso a trabajar para millones de personas no será igual después de la pandemia por el Covid-19. En la “nueva normalidad”, los espacios de trabajo cambiarán. Se tendrá que laborar en diferentes horarios y con poca gente en oficinas y plantas productivas. Con estrictas medidas sanitarias, cubre bocas o caretas plásticas, más lavabos para manos y gel sanitizante por todos lados.

Quizá en las filas abiertas de escritorios con casi ninguna pared, ahora se deberán colocar paredes acrílicas. “Nos tendremos que olvidar de los cafés colectivos y las filas en los elevadores y las charlas masivas en los baños”.

Lo cierto que las empresas ya se están preparando para la reapertura de oficinas, fábricas y plantas. Sobre todo porque la pandemia ha afectado a todas las empresas de diferentes formas.

En una entrevista con La Prensa, Carlos Eduardo Escalante, gerente de Consultoría de Talento de Right Management MeCCA, informó que las empresas deberán incluir tres etapas al momento de elaborar su plan de regreso seguro al trabajo.

Primero, es necesario que identifiquen los riesgos y controles propios de su industria. En segundo lugar, desarrollar un mapa que con los lineamientos y acciones a implementar que garanticen la seguridad y salud de sus colaboradores.

Por último, contar con un sistema de medición que evalúe los resultados de la estrategia y contemple las recomendaciones recibidas por parte de los involucrados.

Foto: Cuartoscuro

Así como implementar una estrategia de comunicación adecuada para mantener informados a todos los empleados sobre las distintas medidas que se están llevando a cabo.

La reapertura a la nueva normalidad, en la actividad económica implica para las empresas y personas un cambio de paradigma de cómo se va a iniciar el trabajo.

El ejecutivo en recursos humanos recalcó que el primer paso es potenciar los posibles riesgos para la salud de los trabajadores. Ya que se tiene instaladas las barreras físicas para evitar posibles contagios. Se debe educar de manera consciente y constate al personal, en términos de medidas laborales y después cómo se va a poder operar con los clientes.

ManpowerGroup, en alianza con otras firmas de Recursos Humanos, desarrolló un documento que identificó más de 400 medidas para garantizar la salud de los colaboradores y tener un regreso seguro al trabajo.

Crearon una Guía Práctica para un Regreso Seguro, que integra medidas y lineamientos para garantizar la operatividad y continuidad del negocio, una vez que las industrias reanuden actividades, de acuerdo con el calendario establecido por el Gobierno Federal.

En las siguientes semanas de cierre forzado, tal vez algunos empleados no estén dispuestos a regresar al trabajo, a menos que estén seguros de las medidas de salud. Por eso hay que involucrar a todos los empleados en el plan de retorno y comunicar frecuentemente.

Es importante evaluar cómo estaban y cómo están las operaciones antes y durante el cierre e identificar brechas versus ‘normalidad temporal’, así como las medidas de distanciamiento físico.

Hay que comparar las mejores prácticas a través de los sectores para desarrollar una guía de regreso seguro al trabajo.

Es vital acordar un enfoque conjunto con todas las partes involucradas respecto a la conducta de distanciamiento general y/o acuerdos de trabajo, junto con propuestas para alteraciones físicas de las oficinas.

Capacitar a los gerentes y a sus equipos en cómo aplicar el “regreso seguro al trabajo” y los protocolos de higiene y salud.

Es necesario desarrollar y transmitir claramente los protocolos clave de salud y bienestar, porque los riesgos de salud se controlan de diferentes maneras, como aplicar controles para separar físicamente a las personas, y provisionando equipo de protección.

En su opinión, ahora se deberá aplicar mayor flexibilidad laboral, y eso no es sólo el home office, hay otros esquemas porque no todos los puestos y esquemas están hechos para el trabajo a distancia. En una planta, las personas que están en la línea de producción tienen que estar presente.

Aunque también Escalante resaltó que estar sentado en las oficinas no es productividad ni mejor desempeño.

En medio esta severa crisis económica, la mayoría de las empresas no podrán darse el lujo de buscar nuevos espacios. Y será más fácil cambiar el comportamiento humano que cambiar la arquitectura.

JLP