En lo que va del año se han registrado 6 mil 771 incendios forestales en la república mexicana, afectando una superficie de 862 mil 495 hectáreas, por lo que la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) capacita de manera constante a pilotos aeronavales para combatir este tipo de siniestros.
Estado de México, Jalisco, Ciudad de México, Michoacán, Chihuahua, Durango, Puebla, Oaxaca, Chiapas y Veracruz, son las entidades que más han sido afectadas por las llamas.
Para el combate de los incendios forestales, la tripulación de la Semar es capacitada bajo un estricto entrenamiento, pues la actividad que llevan a bordo de la aeronave, un helicóptero MI-17, requiere un manejo perfecto en todas sus áreas, además de la comunicación entre cabina y el personal que opera el helibalde (Bambi Bucket) para poder esparcir el agua en la zona afectada.
¿Cómo combate la Marina incendios forestales?
La Marina opera con helicópteros M1-17 y con helibaldes Bambi Bucket, con los que recogen el agua para después regarla en el terreno invadido por el fuego.
El Bambi Bucket tiene una capacidad máxima de 2 mil 500 litros, sin embargo, cuenta con un cinturón para ajustar el límite, todo depende de la distancia entre el cuerpo de agua y el incendio, además de la altitud a la que se esté volando, señaló el Capitán de Corbeta, piloto helicopterista, Francisco Jesús Patiño Heredia.
El peso del helibalde, al 100 % de su capacidad, no supera los 3 mil kilos, pues este instrumento pesa 150 kilos, agregó.
Por otra parte, la tripulación en este tipo de labor debe tener experiencia en vuelos con carga máxima, que hayan operado en montañas y en zonas de agua, debido a la dificultad que representa combatir los incendios forestales desde el aire.
El entrenamiento a los nuevos pilotos está a cargo del capitán Pedro Luis Angelito Sánchez y el teniente Luis Alberto Roquet García y dura dos semanas; la primera es teoría y la segunda práctica, donde realizan vuelos durante aproximadamente cinco horas al día.
Un miembro de la tripulación es el que maneja el Bambi Bucket desde el helicóptero, quien está en constante comunicación con los pilotos de la aeronave, al momento del despegue, recarga, riego del agua y aterrizaje, para no dañar el helibalde.
La sincronización debe de ser perfecta entre la tripulación para evitar algún accidente.
En cuanto al agua utilizada para el combate de incendios, es obtenida directamente de cuerpos de agua como lagos, ríos, océanos, o bien tinacos montables, llenados con pipas, que son proporcionados por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
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Experiencia en combate
El Capitán Patiño Heredia combatió el mes pasado un incendio forestal en Río Blanco, Veracruz.
“En una hora 45 minutos de vuelo, aproximadamente, hicimos 14 descargas de agua, pero considerando que el punto de recarga que nos pusieron estaba a 5 millas, entonces, era una corta distancia. Hay veces que solo podemos hacer cuatro descargas en una hora, todo depende del terreno y las condiciones”, señaló el Capitán Heredia.
Otros puntos clave que influyen a la hora de combatir un incendio forestal desde el helicóptero es el clima.
“Conforme avanza el día y calienta el sol las corrientes de aire se vuelven más y más intensas, por lo que procuramos trabajar desde las 7 de la mañana hasta medio día, si se puede alargamos un poco más la operación, sin embargo, el peligro está en que hay corrientes, ascendentes y descendentes de aire y mantener el helicóptero con el bambi bucket lleno (con 2 mil 500 litros de agua) lleva un esfuerzo doble”, señaló, el también instructor de vuelo, Capitán Heredia.
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