En lo que va del confinamiento por Covid-19, un centenar de sacerdotes e integrantes del clero católico han sido víctimas del coronavirus, entre los que están presbíteros, diáconos y religiosas, informó el Centro Católico Multimedial, al resaltar que es una tragedia, ya que la pandemia ha herido el corazón de la Iglesia en México.
En el 10º reporte del Centro Católico Multimedial, que va del periodo del 21 de septiembre al 7 de octubre del 2020, se precisó que han muerto 87 sacerdotes, 7 diáconos permanentes y 6 religiosas.
Mientras que a nivel internacional, de acuerdo a las relatorías y el Informe anual del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), la Iglesia católica sufrió la pérdida de, al menos 400 sacerdotes, la mayoría ancianos, quienes no pudieron superar esta situación de infección por el virus.
El su editorial, titulado “Covid-19, una herida al corazón de la iglesia” aseguró que ha advertido de la fragmentación de información y, sobre todo, del manejo de la crisis. Aunque la Conferencia del Episcopado Mexicano cuenta con programas de atención a la salud de los clérigos, no existe información suficiente para saber cómo y de qué forma se apoya a los más de 15 mil sacerdotes cuyo ministerio se presta en las 92 arquidiócesis y diócesis del país.
Citó que durante la asamblea plenaria anual CCEE, celebrada a través de los canales virtuales a finales de septiembre, los obispos del continente analizaron la situación pastoral de la Iglesia en medio de la pandemia del covid-19 y sus implicaciones para el futuro.
De acuerdo al organismo católico, los obispos europeos reunieron importantes datos a través de cuestionarios que las mismas conferencias episcopales nacionales recabaron para tener, de manera precisa, la situación de clérigos enfermos, cómo fueron emprendidos los procesos médicos para su atención y los desafortunados decesos.
Según los datos proporcionados en las discusiones, las naciones con el mayor número de clérigos fallecidos son Países Bajos con 181, Italia con 121 y España con 70 víctimas. Otros países lamentaron también muchos decesos como Polonia con 10 sacerdotes; Bélgica 5, Ucrania 5, Irlanda 3, Austria 4 y uno en Lituania.
Para los obispos, la crisis está lejos de terminar; sin embargo, las conclusiones de la plenaria de prelados europeos determinaron que, gracias a los esfuerzos, trabajo y entrega de miles de sacerdotes, la Iglesia pudo acompañar y consolar a los más desprotegidos y vulnerables: “Fuimos testigos de la fragilidad humana. Tomamos conciencia de la necesidad de cooperar con todas las instituciones para el bien común”, concluyó la representación de la Iglesia de España, una de las naciones con más sacerdotes muertos en la pandemia.
A diferencia de Europa, la Iglesia de México vive de sus propios emolumentos y estipendios y el coronavirus ha golpeado seriamente su estructura financiera, esto también cimbra la salud y vida de los miles de sacerdotes. Por increíble que parezca, muchos no tienen planes o sistemas de seguridad social para afrontar una vejez y retiro con dignidad.