El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuestionó este martes el fallo de un juez que suspendió de forma provisional el tramo 5 del Tren Maya, su polémica obra en el sureste del país que ha afrontado crecientes críticas de activistas y artistas.
“Todavía no hay una notificación oficial, no sabemos de qué se trata. Solo lo que ya es de dominio público, hay con propósitos políticos, no ambientalistas, una campaña contra el Tren Maya, financiada por organismos internacionales y empresarios", manifestó.
El mandatario hizo esta declaración en su conferencia diaria tras trascender este lunes que un juez de Yucatán, por donde pasa la obra, suspendió de forma provisional la construcción del tramo 5, que va de Playa del Carmen a Tulum, en Quintana Roo, por falta de la autorización de impacto ambiental.
Tras una modificación del trazado, este tramo despertó protestas de famosos como Eugenio Derbez y Kate del Castillo, y activistas de Greenpeace, que en marzo se encadenaron a maquinaria de la obra porque denuncian que destruiría el sistema de ríos subterráneos más grande del mundo, y con ellos flora y fauna.
“Cada quien puede pensar con absoluta libertad y eso es lo que estamos viviendo ahora. Que el Poder Judicial resuelva, pero el tren va”, respondió López Obrador, quien los tachó de "pseudoambientalistas".
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Pese a las imágenes de deforestación que han circulado, insistió en que “no se afecta ningún cenote, ni el río subterráneo”.
El presidente criticó al juez porque "solo ve escritos" y no lo que sucede en el terreno.
Reiteró que la construcción aún no se suspende porque no han recibido la notificación legal y descartó otras repercusiones.
“Vamos a esperar a ver qué es lo que están ahora reclamando y buscar la forma de defendernos legalmente”, subrayó.
El Tren Maya es un proyecto prioritario de López Obrador con una inversión de alrededor de 200.000 millones de pesos (unos 10.000 millones de dólares) para construir cerca de 1.554 kilómetros en los cincos estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La obra ha despertado controversia desde su inicio, con grupos originarios y ambientalistas que se han opuesto a los diversos tramos.
Pero López Obrador reafirmó este martes que su Gobierno tuvo la anuencia de habitantes y ejidatarios del lugar.
Por ello, insistió en que los opositores a la obra responden a intereses extranjeros y económicos.
“El Gobierno de Estados Unidos está financiando grupos que actúan en México contrarios a nosotros”, mencionó.
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