Ante el crecimiento de los casos de violencia sexual contra mujeres, niñas y adolescentes en Tamaulipas y todo el país durante la pandemia del Covid-19, especialistas llaman a las autoridades de los estados para que cumplan con su obligación de atender a las víctimas conforme a los protocolos establecidos, que son las normas oficiales mexicanas NOM-047-SSA2-2015 y NOM-046-SSA2-2005.
Ahí se comentó que cada 4 minutos es violada una mujer, niña o adolescente en México y enfatizó que el embarazo infantil forzado es una forma de tortura.
En el foro virtual “Embarazo infantil y violencia sexual: temas urgentes en la agenda de las niñas”, realizado por la organización Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México y la Embajada de la República Federal de Alemania en nuestro país, Shyara Guadalupe Báez, médica responsable del Servicio Amigable Itinerante, Unidad Móvil, de Tamaulipas, destacó que dicha norma es para la atención específica del grupo etario de 10 a 19 años de edad y establece cómo debe atenderse a quienes son víctimas.
“Si la usuaria niña o adolescente refiere un embarazo producto de violación se trata de una emergencia médica y debe atenderse de inmediato”, expresó la médica cirujana partera durante su ponencia titulada “Detección y atención integral a niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual
Añadió que dichos casos deben canalizarse al servicio amigable con atención de interrupción voluntaria del embarazo y aborto seguro con medicamentos o a una institución de segundo nivel que cuente con personal “no objetor” capacitado y sensibilizado para atender esas emergencias.
Por su parte, Raquel Ramírez Salgado, comunicóloga y consultora en género, durante su ponencia “Violencia simbólica e hipersexualización de las niñas”, destacó las narrativas predominantes sobre las mujeres en los contenidos que difunden los medios de comunicación.
“Estas narrativas hablan de romances y relaciones de pareja entre menores de edad, cuerpos sexualizados y banalización de la violencia machista”, enfatizó la experta integrante de la Escuela Feminista de Comunicación y agregó que en nuestro país se modificó en fecha reciente la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y se incorporó como modalidad la violencia mediática y digital.
Aunque consideró que es un avance, expresó que “estamos todavía en ciernes de poder lograr un mecanismo de autorregulación mucho más potente con los medios, por supuesto que nos estamos enfrentando no solo al patriarcado sino al capital mismo”.
La comunicóloga también alertó de quienes pretenden hacer una relación entre el feminismo, la pornografía y la prostitución.
“Hay que recordar que en el artículo 6 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), que es la carta magna de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, se habla explícitamente, de forma muy clara y concreta, de la responsabilidad de los estados firmantes, de abolir cualquier forma de explotación sexual de las mujeres y las niñas, incluida la prostitución”, enfatizó.
“Tengamos una mirada crítica frente a toda esta promoción de un neoliberalismo sexual, en términos de la filósofa española Ana de Miguel, y seamos conscientes de las implicaciones que tiene para la dignidad de las niñas”, expresó la ponente durante el foro virtual, cuyo video completo está disponible en la plataforma Youtube con el título “Embarazo infantil y violencia sexual: temas urgentes en la agenda de las niñas”.
En el foro también participó Alma Vanessa Guzmán, psicoterapeuta e investigadora en violencia sexual, con la ponencia titulada “Reflexiones sobre el acompañamiento psicoterapéutico con niñas y adolescentes que viven violencia sexual”.
La psicoterapeuta destacó la importancia del lenguaje en la atención a la niñas y adolescentes que han sido víctimas de violencia sexual y agregó que “es muy necesaria la mirada interdisciplinaria para atender este grave y complejo problema".
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A su vez, María Luna Saeb, directora de Capacitación, Educación y Formación Integral, del Instituto de las Mujeres en Tamaulipas, expresó que las cifras de violencia sexual contra mujeres, niñas y adolescentes en México, que ya eran altas antes de la pandemia, se han visto exacerbadas por las medidas de protección ante el Covid-19, como el confinamiento en casa, siendo el hogar el lugar de la violencia en más del 60 por ciento de los casos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), que realiza el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el 71 por ciento de los agresores son familiares o personas conocidas, por lo que las niñas y adolescentes pueden vivir por años entre el silencio y la culpa.
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