Colectivos, activistas del medioambiente y organizaciones de la sociedad civil mostraron los rostros, nombres y apellidos de los autores del más grande ecocidio en la historia de México: el Tren Maya, un megaproyecto desarrollado con recursos del erario público, sin planeación, sin estudios, sin cumplimiento de la ley ambiental y cuya responsabilidad directa es del Gobierno Mexicano.
En una conferencia de prensa, las y los ambientalistas alertaron que el Tren Maya pone en riesgo a miles de especies y flora nativa, vulnera la reserva de agua más importante de la región, deforesta miles de árboles, amenaza el patrimonio biocultural de México.
Incumple la Ley General de Equilibrio Ecológico, en plena crisis hídrica y climática global, además, lo más grave, que hayan reactivado los trabajos del tramo 5 declarando que es una obra de seguridad nacional.
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Los activistas presentaron la lista de 15 responsables de devastación a selva maya; les entregarán una «almohada incómoda» para no dormir tranquilos
Los involucrados en la construcción del Tren Maya
En esa lista se incluyó al presidente Andrés Manuel López Obrador, a los titulares de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López; de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luis Albores; al director del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) Javier May Rodríguez, y a la procuradora federal de Protección al Ambiente, Blanca Alicia Mendoza Vera.
También está Daniel Chávez Morán, dueño del grupo Vidanta y supervisor del Tren Maya honorario, además de amigo personal de López Obrador; Antonio Chávez, presidente de la Asociación de Hoteleros de la Riviera Maya a quien señalaron por ejercer presión para el cambio del trazo del tren.
En esa lista negra mencionaron a la presidenta municipal de Solidaridad en Quintana Roo, Lili Campos Miranda, a quien acusaron de no tener la capacidad de defender su territorio y a sus gobernados ante la presión federal.
Así como al actual gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, por apoyar el proyecto del Tren Maya a sabiendas que no tiene estudios ni proyecto ejecutivo.
Mencionaron al empresario Germán Larrea, presidente del Grupo México; a Guadalupe Phillips, CEO de ICA y Mayté Ramos, directora de Alshtom-México.
Añadieron a la lista de quienes han contribuido a la devastación de la selva maya a la diputada federal Karen Castrejón Trujillo (PVEM) y al senador Raúl Bolaños Chaco Cué (PVEM), cada uno presidente de la Comisión de Medio Ambiente en la Cámara baja, y en el Senado.
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La almohada incomoda
A los acusados les entregarán personalmente o de manera simbólica, una «almohada incómoda» fabricada con materiales que recolectaron luego del desmonte de la selva en Quintana Roo y con la cual esperan que no puedan dormir tranquilos por su contribución a la destrucción de esa zona.
Los ponentes detallaron que la “almohada incómoda es el resultado de la participación de un grupo de artistas que la elaboraron con materiales que obtuvieron de la zona de la selva que ha sido impactada y en cuya etiqueta detallan que está hecha de 25 % de destrucción, 25% de corrupción, 25% de violación a derechos, y 25% de muerte
“Queremos concientizar a México y al mundo del riesgo que hay si continuamos con un tren que destruye y que además avanza de forma ilegal. No es un asunto partidista o de oposición, es un tema de supervivencia, de justicia social y ambiental, de estado de derecho”, remarcaron.
En el evento realizado en Huerto Roma de la CDMX, las y los ambientalistas hicieron entrega simbólica de 15 almohadas incómodas a cada uno de los autores de la destrucción y contaminación de la Selva Maya, antes mencionados, para que al dormir tengan presente su responsabilidad en una obra que pone en riesgo la calidad de vida de las presentes y futuras generaciones.
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