Roberto Velasco Álvarez, vocero de la Secretaría de Relaciones Exteriores SRE, dio a conocer que el titular de la dependencia Marcelo Ebrard Casaubón, aceptó la renuncia de Óscar Ricardo Valero Recio Becerra, como embajador de México en Argentina.

El diplomático, se vio envuelto en un asunto de robar un libro en la librería El Ateneo, en semanas pasadas en la ciudad de Buenos Aires, que debido a la inmunidad diplomática logró ser puesto en libertar.

A esta renuncia, se difundió a través de las redes sociales una carta suscrita por la doctora Ana Luisa Sosa Ortiz, quien da a conocer que desde 2012, Valero Becerra, desarrolló “un síndrome frontal caracterizado por alteraciones conductuales ocasionado por un tumor cerebral (meningioma), por lo cual fue operado por el neurocirujano Dr. Ramiro del Valle”.

El señor Óscar Ricardo, presenta alteraciones neurológicas, pese a ello, apenas el mes de agosto presentó sus cartas credenciales como representante mexicano ante el entonces Presidente de Argentina, Mauricio Macri.

La carta en cuestión, por Sosa Ortiz, refiere que desde 2013, Valero Becerra tiene seguimiento de su funcionamiento cognitivo y conductual.

Agrega que en los estudios solo se habían identificado “alteraciones sutiles de la memoria no progresivas las cuales podrían estar asociadas a la edad (…), que actualmente tienen 77 años”.

“Sin embargo, con el tiempo la pérdida de tejido neuronal causada por el tumor y su extracción, así como por neurodegeneración asociada a la edad, a condicionado una disminución de su tejido cerebral de predominio en el área frontal”.

La especialista concluye, que “con anterioridad pudieron haber ocurrido conductas inadecuadas sin que hayamos tenido advertencia”.

La evolución del síndrome de frontal señalado, se expresa en impulsividad involuntaria y deterioro del juicio, lo que puede ocasionar francas alteraciones de la conducta aún cuando otras funciones cognitivas se realizan con aparente normalidad.

Remató que el escrito fue extendido a solicitud de la esposa de Ricardo Valero, para los fines convenientes.