Los servicios del Panteón Jardín Guadalupano, en Ecatepec, Estado de México están trabajando a tope. Sus hornos crematorios se encuentran saturados, donde incineran entre 36 y 40 cuerpos diariamente, por lo que las familias esperan entre 3 o 4 días para que le toque al cuerpo de su ser querido.
A ese campo santo privado llegan de 20 a 25 cadáveres fallecidos por Covid-19, aparte los que mueren por otras enfermedades que no tienen nada que ver con la pandemia, explicó en entrevista para LA PRENSA, Daniel Maturano, administrador general de la Estética Post Morten, empresa que labora dentro de Jardín Guadalupano.
Con los protocolos sanitarios que implementó la Secretaría de Salud, para las personas fallecidas por Covid-19, no hay velatorios, pasan a un área confinada, posteriormente a los hornos crematorios, donde hay un orden y van pasando conforme vayan llegando los cuerpos.
Los tres hornos crematorios están abarrotados, reiteró el directivo, al precisar que cada cremación dura entre una hora y media o dos horas, depende la talla del cuerpo.
Las capillas de velación se cancelaron para casos de Covid, para otras patologías si hay pero sólo se velan los cuerpos 4 horas con un mínimo de 10 personas, sin la presencia de niños.
El administrador general de la sala de embalsamamiento de cadáveres precisó que en estas fechas de tantas personas fallecidas por día las familias esperan varios días para que les toque la cremación del cuerpo.
Los cuerpos que llegan al Panteón por Covid-19 se ingresan con los equipos de protección correspondientes, dijo.
Maturano puntualizó que a la fecha no ha habido ningún trabajador contagiado de los que trabajan con los cadáveres, “muchas veces los que traen el virus es la familia. El virus se alimenta de oxígeno, una vez que perdemos la vida, ya no hay inhalación ni exhalación en los pulmones, el virus pierde fuerza, si bien bloqueamos las vías aéreas, boca y fosas nasales para evitar cualquier situación. Nosotros trabajamos con equipos de protección”.
Antes de Covid 19, los servicios a difuntos son muy variados, ya que van por temporadas, aunque claro la muerte siempre está presente en todo momento, la más alta es en la época de frío, de influenza o infecciones en vías respiratorias. La temporada alta para nosotros comienza en noviembre y termina en marzo, con un ingreso promedio de 25 a 40 cadáveres diarios, luego baja, 20 o 15 en el resto de los meses.
Expuso que considerando todas las agencias funerarias y el cementerio de Jardín Guadalupano tiene capacidad para 23 servicios por día, aunque ahora sí está rebasado.
A decir del directivo no han impactado mucho los costos del cementerio, “sólo se hizo un especie de ajuste” para los paquetes funerarios del nuevo protocolo para el manejo de los cuerpos con diagnóstico de posible Covid-19, Covid-19 confirmado o enfermedades respiratorias. Es un producto nuevo que no se tenía. Donde llega el cuerpo, no se vela y pasa a cremación, refirió.
Daniel Maturano aclaró que en los servicios no hay prioridad a los personas que previamente han comprado sus paquetes funerarios, aquí todos son iguales. “Todos son casos únicos e irrepetibles”.
El Covid se suma a las demás patologías, no se puede decir que las demás enfermedades están de vacaciones. “No se puede decir que las personas diabéticas, de cáncer, por cirrosis hepática, de infarto, obstrucción intestinal, no sigan muriendo”.
Manifestó que ante esta demanda no han contratado a mucho personal, si se han modificado los protocolos internos y se han sumado con 30 trabajadores.
Este cementerio cuenta con uno de los crematorios particulares más activos en Ciudad Azteca, Ecatepec, Estado de México.