Se cumplieron 36 años de que la zona lacustre de Xochimilco ingresó a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, por lo que se realizó una ceremonia para celebrar la restauración del histórico Monumento Puente de Urrutia.
La entrega del puente restaurado se enmarcó en esta celebración. Esta zona, que incluye los canales, chinampas, pueblos y tradiciones de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, es el último vestigio de la antigua configuración lacustre de la Ciudad de México y representa un ejemplo único de adaptación humana al medio ambiente.
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El Puente de Urrutia, también conocido como Puente de Apatlaco y situado en el ejido del pueblo de San Gregorio Atlapulco, fue erigido a principios del siglo XX por el doctor Aureliano Urrutia, médico personal de Porfirio Díaz y propietario del Rancho de la Luz.
Su construcción facilitó el tránsito de los inmigrantes japoneses que laboraban en sus tierras. Este puente, que atraviesa el canal de Apatlaco, uno de los más anchos de Xochimilco, está hecho de hierro y mampostería y posee una banca revestida con azulejos de Talavera.
Sin embargo, había sido abandonado y deteriorado con el tiempo, y el canal se había reducido hasta desaparecer, informó Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural.
Este proyecto fue posible gracias a los recursos del programa Altépetl Bienestar de la CORENADR.
Columba López Gutiérrez directora general de la CORENADR, informó que el evento contó con la presencia de autoridades locales, ejidatarios, productores y residentes, quienes celebraron la revitalización de este significativo inmueble que data del Porfiriato y simboliza parte de la resistencia e identidad de los pueblos originarios de la región.
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Esto se logró por la colaboración entre la CORENADR, la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos y el Comisariado Ejidal de San Gregorio Atlapulco, se logró restaurar este valioso inmueble, respetando sus características originales y su entorno. Los trabajos de restauración incluyeron la limpieza, reforzamiento, pintura e iluminación del puente, así como la excavación, dragado, revestimiento y restauración del canal.
Durante la Ceremonia Columba López Gutiérrez directora general de la CORENADR señaló “es esencial que nos unamos para proteger y revitalizar nuestra zona patrimonial. Cada uno de nosotros es responsable de su cuidado. Juntos, enfrentemos los desafíos, como mejorar el drenaje, y veamos estas tierras no solo como un legado, sino como una oportunidad para el futuro. A los jóvenes: con tecnología y recursos, pueden convertir el campo en un próspero negocio. Ahora es el momento de actuar y ser líderes en la conservación de nuestro patrimonio. Juntos, hagamos la diferencia”
La restauración del Puente de Urrutia comenzó en 2019, con el fin de rescatar el patrimonio histórico del suelo de conservación. La CORENADR, con el apoyo del INAH y la participación activa de ejidatarios, productores y vecinos, desarrolló un proyecto arquitectónico que respetaba las características originales del inmueble y su entorno.
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Los trabajos consistieron en retirar elementos añadidos y dañados, limpiar y reforzar la mampostería, el ladrillo y las vigas metálicas, inyectar las grietas, reintegrar secciones colapsadas, pintar e iluminar el puente, y restaurar y reconstruir las bancas revestidas con azulejos de Talavera.
Es importante resaltar que desde la integración de la Dirección Ejecutiva de la Zona Patrimonio a la CORENADR en 2018, se ha enfocado en una gestión integral de la zona que abarca lo productivo, cultural y ecológico.
Esta iniciativa ha resultado en el apoyo a más de 13,000 parcelas agrícolas y una inversión de 512 millones de pesos en cinco años. Los resultados son notables: 10,000 metros cúbicos de composta distribuidos para mejorar la producción agrícola, la creación de 864,000 metros de cercos vivos, y la reforestación de 244 hectáreas con 286,000 plantas. Además, la limpieza anual de los canales, sumando en cinco años un equivalente a 531 kilómetros.
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