Comerciantes establecidos del Centro Histórico consideran que está en puerta una crisis económica de grandes dimensiones, muy superior a las de años anteriores en la llamada “cuesta de enero”, por lo que proponen un plan estratégico de reapertura con todos los protocolos sanitarios, el cual tenga como prioridad la salud, la vida de las personas, pero también su bienestar económico.
Requerimos que la autoridad, en caso del comercio en Vía Pública, aplique las normas que estableció y dar oportunidad al comercio establecido, de recuperar algo de lo perdido con propuestas basadas las necesidades del comercio formal, expresó Guillermo Alejandro Gazal, dirigente de Procentrico.
“Estamos desesperados, ya no podemos más, tenemos una autoridad que hace como que hace y, no hace nada”, acusa la campaña #EnElCentroYaQueremosTrabajar
Hay que sentar las bases de un control real del comercio en Vía Pública, que por mucho es un problema que pone en riesgo nuestra economía, subrayó.
El deterioro en la economía de las empresas del Centro Histórico llegará a niveles probablemente irreversibles después del 11 de enero. La demanda de las ventas bajará más, la crisis que será en mayor grado en comparación con años anteriores, por el bajo flujo de personas en las calles.
Por lo anterior se propone analizar las medidas de apertura, entre las que destaca que los comercios establecidos abran en horarios escalonados, para no saturar el transporte, considerar abrir las estaciones del metro con el control de los accesos; aumentar la circulación de autobuses, micros y Metrobús.
Seguir con las calles peatonales sin obstrucción de las vallas metálicas y retenes que hacen cuellos de botella, en este sentido la policía y comerciantes promoverán el flujo constante y la sana distancia, así como tomar todas las medidas sanitarias
Continuar con el cierre de domingos y lunes, según lo acordado, y dar la oportunidad a pequeños negocios de cambiar alguno de estos días con previo aviso.
