El ex director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luegue Tamargo, afirmó que el Valle de México enfrenta un severo problema de sequía y crisis hídrica, principalmente, por una voraz política de desarrollo urbano desordenado.
Al participar en la entrega del Certificado ISO 9001 "Sistema de Gestión de la Calidad", en el municipio de Tlalnepantla, dijo que existe una sobreexplotación del 600 por ciento en la región en la que viven más de 20 millones de personas.
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Agregó que la zona oriente del Valle de México es la que muestra mayores problemas, debido a que se ha extraído agua en exceso del subsuelo, provocando con ello hundimientos de hasta 40 centímetros al año.
Indicó que este es el conflicto más agudo que enfrenta el Valle de México, "pues los hundimientos han originado que no haya capacidad natural para que las precipitaciones pluviales encuentren su cauce".
Esto, añadió Luegue Tamargo, causa que los gobiernos tengan que estar bombeado el agua acumulada (inundaciones) en un esfuerzo tiránico que en la mayoría de las veces resulta imposible.
Ante el titular del organismo local de agua potable, Renee Alfonso Rodriguez Hurtado, anfitrión del evento, el ex director de la Comisión Nacional del Agua, aseveró que la principal razón de la crisis de sequía que pega en el Valle de México es por el anárquico desarrollo urbano que se han aprobado desde los cabildos en los ayuntamientos.
Subrayó que el avance de la mancha urbana durante muchos años ha sido horizontal, "no privilegiando lo vertical, afectando ríos, lagos y zonas por donde el agua pluvial debe correr".
En esa entidad, dijo que resulta paradójico que exista un desastre hídrico, cuando en el Valle de México llueve tres veces más de la cantidad de agua que se consume cada año.
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Explicó que en esa región en la que convergen millones de habitantes, tanto de la capital del país como del Estado de México, se consumen 2 millones 500 mil metros cúbicos, y llueven más de 6 millones.
Sin embargo, apuntó que aún cuando de manera natural se recibe más agua de la que se necesita, el problema está en que "hemos destruido la naturaleza; el agua se evapora por el pavimentos, no tiene cauce natural, no existen ya los ríos ni las pendientes por el desarrollo urbano desordenado.
Luegue Tamargo recomendó a los organismos de agua potable que en los programas a seguir nunca se deje de lado la integración de los proyectos de desarrollo urbano, con el fin de no seguir invadiendo zonas, como las agrícolas.
Pidió que exista siempre el carácter técnico de los organismos de agua, "pues aunque cambien los gobiernos, que los planes de las dependencias tengan garantizada la continuidad”.
Finalmente, afirmó que la autonomía de gestión de los organismos es otro de los elementos con los que se debe operar, ya que de esa manera se podrá avanzar, si estar sujetos a proyectos que en nada benefician a la población.
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