Con las lágrimas saliendo de ojos, la señora Amalia nos dice que hace 11 meses falleció su esposo por eso el dolor está fresco. "¡Claro que sí! el dolor lo llevamos en compañía de los hijos y nietos".
"De alegría y tristeza", respondió la señora Amalia Martínez, al ser cuestionada por La Prensa, sobre cómo vive este día de muertos en el panteón.
Con las lágrimas saliendo de ojos, la señora Amalia nos dice que hace 11 meses falleció su esposo por eso el dolor está fresco. "¡Claro que sí! el dolor lo llevamos en compañía de los hijos y nietos".
Por su parte, Mario, quién es trabajador en el panteón y tiene a familiares ahí, dice que estas fechas para los mexicanos, "pues es una bella tradición" que espera no se pierda entre las nuevas generaciones.
"Es una tradición muy bonita que ojalá siga vigente porque poco a poco se va acabando está tradición".
Recordó que un momento que le ocasionó un dolor, fue cuanto los seis integrantes de una familia ingresaron al panteón y "todos entraron en una sola fosa. Fue algo muy triste porque se fue toda una familia".
A su vez, Guadalupe Carrillo, entre llanto, nos dijo que es la primera vez que visita a sus familiares en estás fecha, por lo que crece el dolor.
"Es la primera vez que vengo aquí, pero siempre se siente tristeza".
Este viernes, 1 de noviembre que se celebró a los pequeños difuntos, familias completas acudieron a visitar la tumba de su familiar que se les adelantó.
Entre colores y olores de la flor de cempasúchil e incienso, las personas acudieron a este campo santo que se encuentra en avenida San Lorenzo, área federal.
En un recorrido que realizó el periódico La Prensa se pudo constatar cómo viven los mexicanos estos días para convivir con sus familiares que ya no están con ellos.
La flor de cempasúchil, rosas, inciensos y acompañado de música, además de depositar la fruta y comida que más le gustaba a su familiar, la gente da muestra de cómo lleva estos festejos para conmemorar a los muertos.
Algo que sorprendió es que ya pocas personas le rezan a su difunto. Apenas un par te mujeres con la cabeza agachada lo hacían.
Hay tumbas que están en completo abandono y unas más que son tapadas por lo crecido de la yerba y apenas se alcanzan a ver entre las personas que pasan por ahí.
La gente llegó desde muy temprano este viernes, para limpiar y comenzar a adornar la tumba de su familiar, mientras se escuchaba de fondo una melodía.
Aunque el "día fuerte", es este sábado 2 de noviembre, el Campo Santo recibió a poca gente, que aprovecho la poca afluencia en el lugar.
Águila caída
Dentro del Panteón existe uno más donde se encuentran los pilotos que participaron en la Segunda Guerra Mundial, en completo abandono.
Un águila caída, adorna una de las tumbas que da fe de quienes estuvieron en ese acto bélico y que integraron el Escuadrón 201.
Las tumbas se encuentran dañadas por el paso del tiempo, las figuras están despintadas y dañadas, reflejando el abandono.
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Centro de control
En la entrada del Panteón se instaló un Centro de Control que revisa los autos que entran, con la finalidad de evitar que ingresen con bebidas embriagantes, palas o alguna arma punzocortante.
Además, grupos de elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX), hacen sus rondines para salvaguardar a los visitantes durante su estancia.
Hay una ambulancia para en caso de ser necesario trasladar a una persona a un hospital cercano.
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