Ciudad de México.- Es damnificada de dos sismos. El del 19 de septiembre de 1985 y el del 19 de septiembre del 2017. Esmeralda Camacho, junto con otras 44 familias vive en constante zozobra, entre muros y paredes apuntaladas, en el predio en Lic. Primo Verdad 7, colonia Centro Histórico, alcaldía Cuauhtémoc.
El edificio, catalogado como de alto riesgo de colapso, donde ella vive desde hace 48 años está ubicado en el corazón de la capital mexicana, cerca del Templo Mayor. En lo que llaman la calle más pequeña del Centro Histórico.
En entrevista con LA PRESA, Camacho Toral, representante de ese predio platicó que el sismo de septiembre del 2017 partió a la mitad del edificio, aunque ya tenía las cicatrices y daños del terremoto del 1985. Es un edificio rezagado desde hace 35 años.
Expuso que tienen un candado jurídico. “El problema es que los dueños originales le vendieron al en ese entonces Departamento del Distrito Federal en 1980, sin notificar a todos los inquilinos, los originales se enteraron hasta 1994, “que el dueño ya no era el dueño”.
A partir de ese momento, agregó, ha sido complicada la regularización territorial y poder seguir pagando la renta a Nacional Financiera, ya que no sabían quién era el dueño, y cuando se descubrió quien era el dueño. “Tú no puedes pagarle al gobierno.
Desde 1985 el edificio tuvo cuarteaduras muy importantes, incluso la parte más afectada fue la fachada, porque está en medio de dos edificios más altos y lo apretaron, se salió de su eje y con mucho esfuerzo 35 familias cubrieron los gastos de la fachada, aunado a esto, como en todos los edificios, no hay una buena convivencia con todos los vecinos.
Camacho Toral, nacida en la ciudad de México en 1972, precisó que en 1990, otros vecinos llegaron e invadieron el edificio. “Desconozco motivo y causa y despojaron a los inquilinos originales, esto ocasionó que internamente fuera más difícil la relación”.
Se ha venido trabajando arduamente por 47 familias, (44 viviendas y 3 giros comerciales), sean originados o no, tengan manera de que les reconozcan o no.
Pero lo que sí es un hecho es que todos viven con la zozobra que vuelva a temblar y se les caigan encima paredes, muros y techos, aseveró.
Es preocupante el estado de las viviendas porque el edificio se partió en dos. La fachada que se había arreglado también se dañó. “Estábamos en alto riesgo y ahora se pasa al alto riesgo de colapso”, comentó.
Cada sismo que pasa, se forman más cuarteaduras y grietas, como sucedió en el del pasado 23 de junio del 2020. Aparte, cuando empieza llover se deteriora más el inmueble. La afectación de su estructura, no es por falta de mantenimiento “son cuarteaduras muy severas y dos edificios lo están comprimiendo.
Esmeralda agradeció el apoyo y orientación a la organización “Damnificados Unidos”, porque las autoridades voltearon a verlos.
“La administración de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, giró la instrucción a César Cravioto, Comisionado para la Reconstrucción de la Ciudad de México, para que a través del INVI se regularice la posición territorial, y las autoridades competentes evalúen la situación jurídica de cada familia, para que se acredite la posición y se pueda adquirir su casa a través de un crédito del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México”.
“Es un edificio muy complejo, no son dueños, pero todas las familias viven en una situación precaria porque no ganan lo suficiente para cambiar su forma de vida. Las familias perciben entre 2 o 3 mil pesos mensuales, donde el mayor grado de estudio es la secundaria, son familias grandes, con muchas carencias sociales, culturales y económicas, y eso les dificulta poder moverse a otro lugar”, describió.
El inmueble fue construido en 1942. Los abuelos de Esmeralda llegaron a vivir ahí en 1943.
Lo frustrante aquí es, dijo: ¿sí preguntas quien es el dueño, es un papel? Con el cual no puedes entrar en una negociación ni en acuerdos.
El papel toma vida gracias a los funcionarios en turno, “pero estamos secuestrados por el rezago administrativo. Gobiernos tras gobiernos y no les han hecho caso porque no los ven rentables”.
Como el predio está bien ubicado, colinda con el Templo Mayor y está entre dos inmuebles catalogados como edificios históricos. Por ello le toca intervenir al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quien ha dicho que no ve ningún inconveniente que sigan viviendo ahí.
Manifestó que como representante del predio tenía una cita el pasado 3 de abril, para recoger la respuesta en el área de Salvamento Arqueológico, porque ya pasaron un filtro con INAH, de la dirección de permisos y licencias, ellos autorizan del piso hacia arriba.
En tanto, Salvamento Arqueológico se encarga del piso hacia abajo, ahí también les dijeron que no hay inconveniente, pero en caso dado, de encontrar vestigio arqueológico importante por su colindancia con el Templo Mayor se restringiría esa parte o les dirían cómo protegerla.
Esmeralda Camacho platicó que desde 1985 han sido víctimas de muchas injusticias con la ilusión de que al nacimiento del Instituto de Vivienda (INVI) su situación cambiara. Una ´viviendera´ nos hizo fraude. No resolvió el caso del Edificio, se invirtió dinero, el expediente está en ese organismo, desde el 2004.
Insistió que tras casi 35 años, “siguen formados, olvidados y relegados administrativamente, pese a que Claudia Sheinbaum Pardo dio órdenes precisas sobre el apoyo que tenían que darnos”.
La líder vecinal subrayó que en el centro histórico, su predio, no es el único que está una situación similar, es decir, que se está cayendo, hay otros en Justo Sierra, Donceles, Luna en la colonia Peralvillo, todos ellos son edificios que quedaron rezagados desde 1985. “Es urgente agilizar el proceso de reconstrucción”, conminó.
“La jefa de gobierno fue muy sensible por lo acontecido el 7 de Diciembre de 2019 en el interior del inmueble donde desafortunadamente perdieron la vida 5 de nuestros vecinos, 4 de ellos formaban parte de la lucha del colectivo Damnificados Unidos de la CDMX”, señaló.
Sheinbaum en su momento autorizó la regularización y reconstrucción de Licenciado Verdad 7. “Hemos avanzado en papel, no en los hechos, la desincorporación no está dada al 100% porque el INVI le falta firmar un contrato de compraventa con el gobierno central”, expuso.
Esta representante vecinal narró que estos 35 años de lucha han sido un desgaste físico, emocional; han ocurrido fallecimientos de vecinos, que se quedaron con las ganas de una vivienda en buenas condiciones. “De no haber avances, que no se cumplan los acuerdos firmados en minutas de trabajo con el Comisionado César Cravioto.
Desafortunadamente, con la pandemia del Covid-19 y la falta de interés de los funcionarios a cargo de acatar las órdenes de la jefa de gobierno, detuvieron el proceso de reconstrucción desde marzo pasado.
Y claro está, añadió, “nos han castigado políticamente por pertenecer a Damnificados Unidos de la Ciudad de México, poniendo en riesgo a las familias y giros mercantiles que lo habitan”.
Seguimos en espera de que el Director del INVI y el Comisionado giren las instrucciones a las áreas competentes en la materia para que se resuelvan los siguientes pendientes. “Y nos entreguen el documento en cual nos reconoce como los beneficiarios del nuevo proyecto de vivienda podremos regresemos a nuestras viviendas sin problema alguno”.
A través de este diario, piden a la jefa de gobierno local que conjuntamente con el INVI realicen la evacuación del predio, con el apoyo e intervención de la Secretaría de Protección Civil, Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSP), y dejen a cargo la custodia del inmueble a la SSP, con el objetivo de evitar que lo invadan.
Camacho Toral consideró que tras 35 años, ya es tiempo de agilizar la evacuación y demolición que se requiere para que puedan ingresar inmediatamente a edificar nuevos departamentos, el área de salvamento arqueológico e INVI. Y se agilice la entrega de los estudios de mecánica de suelo.
Con lo anterior, añadió, se puede definir el tipo de proyecto arquitectónico totalmente autorizado por INAH y así pueda iniciar el INVI, iniciar los trabajos de reconstrucción. Y conforme a derecho se resuelva la situación de las familias extendidas con la figura de la reubicación.
Estamos en septiembre y quizá como le pasa a toda los capitalinos, estamos apanicados, “vivimos con zozobra”, de ver en qué momento vuelve a temblar. “Si nos preocupa porque el edificio está realmente mal, partido en dos y toda la parte de abajo apuntalada, porque los ingenieros, ya no nos permitieron apuntalar los siguientes pisos porque se ponía en riesgo la estructura”, platicaron vecinas de ese predio, quienes elogiaron la labor de Esmeralda Camacho”.
Licenciado Primo Verdad
Entre el Palacio Nacional y el Templo Mayor se encuentra la pequeña calle de Licenciado Primo Verdad con tan solo 9 edificios que destacan por sus imponentes construcciones.
En la esquina que colinda con la Calle de Moneda se encuentran dos edificios que resaltan a simple vista. Por un lado, la primera imprenta de la Ciudad de México que hoy guarda en su interior exposiciones de arte, una librería y una piedra conmemorativa incrustada en la pared. En contra esquina está el antiguo Palacio del Arzobispado.
Ahí se localiza, tal vez, el templo más chueco del Centro Histórico: la Iglesia de Santa Teresa la Antigua y el Convento de San José, una construcción del siglo XVII que hoy se le conoce como Ex Teresa Arte Actual.