Hoy día es muy frecuente encontrar familias heridas, cuyos miembros se mantienen con sentimientos de rencor, envidia, y celos entre sí; y no pocas veces enfrentamientos violentos en su interior, señaló el arzobispo primado México, Carlos Aguiar Retes
En la misa dominical en la Basílica de Guadalupe, el cardenal señaló que cuánto necesitamos en nuestro tiempo meditar y contemplar a la Sagrada Familia de Jesús, María, y José, por lo que invitó a que aprendamos de ellos para practicar el respeto a la autoridad del Padre y de la Madre sin descartar el diálogo conciliador que escucha, responde, y mirando el bien común alcanza la comprensión y la disposición de caminar juntos, a la luz de la Palabra de Dios.
La editorial publicada en la revista Desde la Fe, la iglesia católica capitalina invitó los creyentes y personas de buena voluntad realizar pequeñas acciones que dejan en descubierto la grandeza de nuestra alma: darle de comer al hambriento y de beber al sediento, pero también consolar al que sufre, enseñar al que no sabe y dar un buen consejo al que lo necesita.
“Dios quiere venir en las pequeñas cosas de nuestra vida, quiere habitar las realidades cotidianas, los gestos sencillos que realizamos en casa, en la familia, en la escuela, en el trabajo. Quiere realizar, en nuestra vida ordinaria, cosas extraordinarias”, manifestó la Arquidiócesis de México.
En su escrito “la grandeza de las cosas pequeñas”, refiere que en una época en la que parecemos regirnos por superlativos —el más fuerte, el más poderoso, el más importante— es reconfortante hallar grandeza en los gestos pequeños, en las acciones que podrían pasar desapercibidas, pero construyen los cimientos de lo que hace un mundo mejor.
No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado
Asimismo, convocó a poner en práctica el llamado del Papa Francisco: dejemos atrás los lamentos por la grandeza que no tenemos, y busquemos a Dios en las cosas pequeñas
En su homilía de Nochebuena, el Papa Francisco reflexionó en torno a lo que significa “acoger la pequeñez” y cómo en ella podemos encontrar la grandeza.
La Arquidiócesis primada de México indicó que como fieles a Cristo, no debemos olvidar que practicar la caridad y acoger la pequeñez también significa ver a Jesús en los pequeños de hoy; servirlo a Él sirviendo a los más pobres; amarlo a Él amando a nuestro prójimo.
Amar a nuestro hermano es el camino más seguro para llegar a Dios.
“La Navidad que acabamos de celebrar nos recuerda que Dios se hizo pequeño para que el hombre dejara atrás su búsqueda por la grandeza y mirara a los más débiles con el amor y la ternura con la que se mira y protege a un niño”, aseguró.
Pongamos en práctica el llamado que hace el Papa Francisco: renunciemos a las quejas y a las caras largas, a la ambición que deja insatisfechos.
Encontremos a Dios en las cosas pequeñas y compartamos con nuestro prójimo el verdadero sentido de amar, resaltó.
Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem