Vecinos de Ciudad Lago aseguran que llevaban meses reportando olor a combustible

Acusan vecinos haber reportado el olor a combustible que emana de las coladeras, drenajes y alcantarillas

Arianna Alfaro / La Prensa

  · martes 2 de julio de 2024

Foto: Guillermo Pantoja / La Prensa

El miedo se ha apoderado de los vecinos que habitan las zonas que colindan entre las alcaldías Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero y Nezahualcóyotl, luego del incendio que arrasó con 30 casas la mañana de este lunes alrededor de las 6:00 horas, atrás del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Los residentes de dichas zonas, acusan haber reportado el olor a combustible desde hace más de seis meses, pero las autoridades no hicieron nada al respecto y, aseguran que este incidente que ha dejado a 50 familias sin hogar se pudo evitar.

Una fuga de combustible derivada de actividades de presunto huachicoleo, pudo desencadenar la conflagración, dicen los colonos, quienes ahora tienen temor de que otro incendio los sorprenda y tenga fatales consecuencias.

Foto: Guillermo Pantoja / La Prensa


Las imágenes donde se aprecian grandes cantidades de turbosina (combustible de aviones), almacenadas dentro de la colonia Ciudad Lago, alimenta la desconfianza de la gente, así como los charcos de combustible que se podían apreciar desde el viernes pasado.

La versión de las autoridades sobre el choque e incendio de una pipa de combustible hace cuatro días, la descartan los residentes, debido al olor a gas que sale de las coladeras, drenajes y alcantarillas, pero que no han visto acciones de las dependencias a cargo.

La indignación y la zozobra llevaron a los afectados a organizarse, por lo que realizaron una protesta sobre avenida 602 y avenida Ferrocarriles para solicitar el cambio de ductos, a modo de detectar de dónde proviene el problema que los aqueja y que los ha puesto en riesgo.

Foto: SGIRPC

A la preocupación del peligro que corren, como ocurrió esta mañana, se le suma la angustia de las familias que perdieron sus viviendas hechas de materiales precarios y, están en espera de que las autoridades los reubiquen. Algunos de ellos se quedarán en casas de parientes, amigos o albergues temporalmente.

Los manifestantes desconfían de que no se lleguen a acuerdos definitivos con las autoridades, ya que se trata de su vida y su patrimonio.

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Foto: Guillermo Pantoja / La Prensa