Tras manifestar que el Mexibús se ha convertido en un transporte inseguro por la presencia de grupos delictivos, a quienes ni los propios vigilantes de estación se atreven a denunciar, el diputado local por el distrito 21 de Ecatepec, Faustino de la Cruz, afirmó que de las cuatro líneas de ese medio de transporte, la única que no reporta muchos atracos es la 3.
Entrevistado por LA PRENSA sobre los niveles de inseguridad que prevalecen en ese medio de transporte masivo, el legislador dijo que desde hace cuando menos dos años se han tenido denuncias de los mismos usuarios sobre la presencia de hampones tanto adentro como afuera de las estaciones.
Comentó que las líneas 1,2 y 4 son las que más reportes de actos delictivos presentan, pues desde la ocasión anterior él hizo de conocimiento público la existencia de carteristas y malandros que arrebatan hasta los bolsos de las mujeres que viajan en las unidades del Mexibús.
Apuntó que con base a quejas de los usuarios, los diputados conocieron la presencia de bandas bien organizadas al interior de las instalaciones de ese medio de transporte, las cuales “trabajan” todos los días en detrimento de los viajeros, en total impunidad.
Aseveró que la línea 2, la que va desde la Terminal Las Américas, en Ecatepec, hasta La Quebrada, en Cuautitlán Izcalli, pasando por Coacalco y Tultitlán, es una de las más azotadas por los hampones.
Subrayó que esta ruta recorre aproximadamente 22.3 kilómetros a lo largo de 42 estaciones, con una afluencia de 150 mil usuarios al día, lo que la hace “exquisita” para los delincuentes.
Esto, dijo, hace que los que viajan estén a merced de los criminales, sin que existe autoridad alguna que les ponga freno, “porque ni los propios vigilantes de estación se atreven a denunciar a los delincuentes”.
Puntualizó que los carteristas actúan a sus anchas y con toda facilidad, por lo que consideró necesario que el gobierno estatal tome cartas en el asunto, lo mismo que la Fiscalía General de Justicia de la entidad.
Agregó que en la Línea 1 del Mexibús, la cual corre de Ciudad Azteca, en Ecatepec, a Ojo de Agua, en Tecámac, con una afluencia estimada de 135 mil usuarios al día, también sufre los embates de los hampones.
Se refirió también a la línea 4, que va del fraccionamiento Los Héroes-Tecámac al CETRAM de Indios Verdes, en la alcaldía Gustavo A. Madero, con un recorrido de 22.3 kilómetros, donde los viajeros también han experimentado atracos.
Afirmó que el modus operandi no siempre es el mismo, pues los malandros se mueven entre las tres líneas citadas. Dijo que desde la vez pasada él mencionó que se trataba de un grupo de al menos unas 20 personas, entre hombres y mujeres, de diferentes edades.
Detalló que al momento de que ya vieron a quien van a bolsear y a quien van quitarle su teléfono celular, se aglutinan en una de las tres puertas del Mexibús, cometen sus fechorías y lo robado se lo pasan entre todos para que no sean identificados.
Faustino de la Cruz reiteró que la presencia del grupo de carteristas ha sido advertida por los usuarios desde hace unos dos años, quienes algunas ocasiones dan aviso a los vigilantes de estación, y no se hace nada, y avisan a la policía municipal pero tampoco hace nada.
“En realidad es una situación muy peligrosa para quienes se atreven a denunciar, porque los uniformados solo les recomiendan cuidar sus pertenencias”, dijo
Incluso mencionó que según testimonios, los afectados han detenido a algunos de los delincuentes, se los llevan, pero sin falta de pruebas no procede. Dijo que por ejemplo, patrullas en Tultitlán sólo hacen acto de presencia y no en todas las estaciones.
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Esto, agregó, genera el llamado afecto cucaracha que los carteristas se muevan de un municipio a otro. Indicó que el tema debe ser revisado por las autoridades “porque el Mexibús sólo levanta un reporte informativo y se deslinda de toda responsabilidad”.
Aseguró que ha habido casos en que los usuarios no acceden, los identifican los delincuentes, y en horas no concurridas hasta los han bajado y los han golpeado, mientras los vigilantes de la estación a veces llaman a la patrulla, pero no pasa nada, es una situación que no se controla.
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