Tres de cada diez mexicanos padecen algún trastorno mental a lo largo de su vida y, de ellos, 2 de cada 3 no recibe tratamiento, por lo que la población vive los trastornos emocionales, cognitivos y de conducta de manera silenciosa, lo que afecta negativamente su desempeño laboral, su entorno familiar y social al punto de evolucionar con efectos incapacitantes.
Ante esta problemática de salud, la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) y la Red por la Salud Mental firmaron un convenio de colaboración dirigido a ampliar la atención y cuidado preventivo de la salud mental con especial atención en el ámbito laboral.
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Las crisis por salud mental entre la población representan una problemática creciente en el país agravada por una alta incidencia de suicidios en el último año.
Durante el 2023, de acuerdo con el INEGI se registraron 8,837 suicidios, lo que representó una tasa cercana a los 7 fallecimientos por cada 100 mil habitantes. Asimismo, en México, 3 de cada 10 personas padecen algún trastorno mental a lo largo de su vida y, de ellos, 2 de cada 3 no recibe tratamiento (IMSS, 2023).
En este contexto, Larry Rubín, Director Ejecutivo de la AMIIF refirió que “tenemos que trabajar juntos, derribar estigmas, aumentar la inversión y garantizar que todos los mexicanos y las mexicanas tengan acceso a la atención que necesitan y a las medicinas más innovadoras en términos de salud mental”.
“Con los compromisos de la AMIIF y el esfuerzo colectivo de todos, creemos que podemos cambiar esta realidad. Es momento de actuar con la Red por la Salud Mental. Para nosotros es elemental poder estrechar los esfuerzos y asegurar que podemos ser parte de esta contribución”, concluyó.
Por su parte Regina Athié, CEO y Cofundadora de la Organización Cuéntame y coordinadora de la Red por la Salud Mental explicó que el suicidio es el desenlace más grave de algunos de los problemas de salud mental, pero antes existen trastornos emocionales, de conducta y cognitivos con los que viven las personas de manera silenciosa y que trascienden negativamente en su trabajo y sobre sus familias, al punto de llegar a evolucionar con efectos incapacitantes.
Explicó que los problemas de salud mental actualmente reconocidos en lista de enfermedades laborales como el trastorno del sueño, el agotamiento mental, la depresión, son algunos de los síntomas por efectos psicosociales a los que estamos expuestos todos.
“Reconocemos en la AMIIF a un aliado estratégico de la comunidad empresarial que se une a los esfuerzos para crear comunidades activas, conscientes, capaces de entender y visibilizar los riesgos psicosociales que corresponden a nuestros ambientes laborales, contribuyendo así a mejorar la calidad de salud mental de las personas”, resaltó Regina Athié.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental debe considerarse un derecho humano esencial, toda vez que se define como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.
RECURSOS LIMITADOS A LA ATENCIÓN DE LA SALUD MENTAL
Judith Méndez, directora adjunta de investigación en el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), compartió algunos datos del informe de Salud mental: Presupuesto y política nacional, que advierte que el modelo de atención de la salud mental en el país se ha centrado en tratar los trastornos mentales en su etapa más avanzada, cuando aumentar la inversión en prevención y tratamiento desde el primer nivel es esencial para reducir grandes costos que representan a largo plazo. El informe explica que la salud mental influye en varios rubros de la economía, como la productividad laboral, el crecimiento económico y la cohesión social.
En cuanto el presupuesto destinado a la salud mental en el país señala que entre el 2016 y 2024 ha representado entre el 1.3 % y 1.6 % del gasto total en salud, por debajo del 5 % recomendado por la OMS para los países de ingresos medios. Además, el monto ejecutado en 2023 es equivalente a un recorte de 7.9 % respecto del inicio del periodo de estudio.
En este sentido la investigación del CIEP concluye que la falta de recursos podría limitar no solo la disponibilidad de servicios, sino también su calidad, dejando a muchos centros de salud incapaces de brindar la atención adecuada. Invertir más y de manera más eficiente en salud mental no es solo una cuestión de necesidad, sino una forma de fortalecer a la comunidad.
Es importante promover una cultura de salud y educación que destaque la importancia del autocuidado y la corresponsabilidad en el manejo de los trastornos mentales. Esto incluye la detección temprana de síntomas, lo cual es importante para prevenir que los problemas mentales empeoren.
En este contexto y para concluir, Larry Rubin y Regina Athié coincidieron en señalar sobre la necesidad de extender los alcances de la atención preventiva a la salud mental como parte de una política empresarial.
Cabe mencionar que la Red por la Salud Mental es una alianza que reúne a las empresas y organizaciones del sector privado para asegurar el bienestar de la salud mental de sus colaboradores mediante acciones de concientización y visibilidad a los riesgos psicosociales y estrategias integrales de atención preventiva.
La Red por la Salud Mental cuenta con el respaldo del BID LAB, ERIAC Capital Humano, la AMEDIRH, Consejo de la Comunicación y es coordinado por la organización Cuéntame que aporta investigaciones, estrategias, y metodologías.
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