La Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por iniciativa de la fotógrafa Diana Rosas, realizó donaciones de libros e impartió talleres de arte para los niños de Tepito, considerado uno de los barrios más peligrosos de la Ciudad de México.
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El llamado Barrio Bravo fue beneficiado durante más de una década por las colectas de ropa, alimentos, libros y materiales artísticos que organiza Diana Rosas, fotógrafa conocida como "Reina Roja". También ofreció cursos gratuitos de fotografía y arte a los jóvenes, con la intención de motivarlos a interesarse más en el estudio y la cultura en lugar de las drogas y las armas.
Su desempeño fue notado por la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, donde Diana Rosas imparte clases.
Estudiantes de Artes Visuales, bajo la coordinación de la Facultad, la artista y la Dirección General de Incorporación y Revalidación de Estudios UNAM, brindaron clases a niños de Tepito, dentro de un programa que pretenden extender a otras áreas marginadas de la Ciudad de México.
“El barrio de Tepito es un lugar mágico lleno de historia y cultura, constantemente estigmatizado por sus altos índices de criminalidad y violencia, sin embargo existen alternativas mediante las cuales podemos modificar la percepción de las infancias y juventudes mediante el arte y la cultura aportando nuestro granito de arena y con ello ayudando a resarcir el tejido social”, dijo Rosas.
El 8 de septiembre, en el Espacio Cultural Tepito, se realizó el último evento, donde aproximadamente 25 niños asistieron a clases de artes, recibieron libros, juguetes y material artístico, y disfrutaron de la música de Slom BlackBoy, Amenic Boom Bap y la Fayu-k de Tepito, quienes animaron con su música para que los niños bailaran y se divirtieran.
La dirección de la Facultad de Artes y Diseño, así como los profesores, estudiantes y personas en general que donaron, recibieron el reconocimiento de Diana Rosas por su apoyo a la niñez y juventud en México.
“He tenido la fortuna de apoyar a las infancias y las juventudes en la alcaldía Cuauhtémoc y me he dado cuenta de que tienen necesidades no sólo económicas sino afectivas. Muchos de los niños tienen que dejar su escuela para trabajar y apoyar en su casa, varios de ellos ya son meseros o se dedican al comercio al igual que sus papás. Lo que buscamos es aportarles un poquito de esperanza y decirles que sí pueden salir adelante, que hay gente que los va a apoyar. A ellos los estimula saber que son visibilizados y escuchados”, declaró.
Un psicólogo ya brinda consultas a quienes lo necesitan debido al rotundo éxito del programa, y un abogado se ofreció para proporcionar asesoría legal gratuita a los participantes.
Este programa, que pronto se replicará en otras colonias, es parte del compromiso que hicieron todos los universitarios de respaldar a la sociedad, según añadió.
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