Tomás Ugarte, uno de los hombres más longevos en el trabajo de la cantera, comenzó a realizar sus primeros tallados a los 15 años ayudando a su padre, iniciando como todos los canteros, en el tallado de pequeñas piezas como molcajetes y metates.
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El constante sonido del cincel y martillo han provocado que don Tomás, como le dicen, haya perdido el sentido del oído, por lo que ahora tiene que apoyarse de la comunicación escrita.
Una piedra dura más que una vida
A sus 90 años, el señor Ugarte es respetado y reconocido por la mayoría de la población del municipio de Chimalhuacán, por las obras que ha realizado como cantero a lo largo de su vida, así como las que ha realizado para el extranjero, principalmente para Estados Unidos.
A la entrada de su taller se pueden ver las obras personalizadas, como su propio busto, también podemos ver sus musas, como las llama, además, muestra pensamientos de su autoría, “La mano del más primitivo escultor grabó signos, y los signos son lenguaje en esa sustancia mineral dura y sólida…”, entre los más conocidos.
La piedra, el peñasco, el risco, la roca, aparentemente están dormidos, aparentemente enmudecen, aparentemente son cosas muertas entre las cosas vivas
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