El producto menstrual más usado por las mujeres son las toallas desechables, le siguen los tampones y la copa menstrual, y ante la importancia de preservar el medio ambiente, las empresas productoras de artículos de higiene íntima buscan crear productos con materiales biodegradables.
Como parte de los festejos del Día Mundial de la Tierra, se dieron a conocer nuevos productos sustentables para revertir el impacto ambiental, ya que las toallas sanitarias hechas con plásticos convencionales derivados del petróleo tardan muchos años en degradarse.
Bioplásticos
Los bioplásticos con los que cuentan estas nuevas toallas femeninas V-bio realizadas por la empresa sueca Essity provienen de fuentes renovables, también se fabrican al convertir el azúcar, presente en las plantas, maíz de caña, trigo, entre otros, en plástico.
Lilia Santibáñez, integrante del equipo de desarrollo técnico de la marca de toallas femeninas, explicó que este tipo de artículos femeninos se desintegran en un año y están fabricadas con materiales libres de plásticos, con algodón orgánico, celulosa y materiales derivados del maíz, lo que representa una buena opción para disminuir el impacto ambiental.
La directiva explicó que con los biodegradables, que se realizaron después de varios años de investigación, no afecta en el proceso de degradación de la toalla. “Éstas cuentan con materiales biodegradables que se pueden descomponer por la acción de microorganismos como las bacterias y hongos en un periodo corto de tiempo.
Durante la presentación en la zona boscosa del Ajusco, dentro del orgánico Hotel Boutique, Kitzia Cooper, Brand manager de Saba, dijo que la empresa sueca se ha comprometido a reducir el impacto ambiental a través de acciones y productos de calidad.
Nuevas toallas V-bio
Explicó que las nuevas toallas V-bio biodegradables mantienen la seguridad de calidad de los productos de la marca, y al ser biodegradables, se desintegran en menos de un año, “estamos muy felices de poder ofrecer esta solución que combina comodidad seguridad y sostenibilidad siguiendo nuestro camino hacia un futuro más ecológico”, indicó la directiva.
A la fecha presentan en nuestro país, tres tipos de toallas sanitarias para diferentes necesidades.
Asimismo, se recordó que Essity trabaja siempre en su meta de sustentabilidad ya que rompe barreras con el bienestar de las personas y de los pueblos al reducir el impacto sobre el planeta. Es decir, menos afectaciones a los bosques, reducir emisiones, plásticos, residuos y menor uso de agua.
Es importante recordar que en algunas zonas rurales de nuestro país, las mujeres aún utilizan toallas de tela.
Copa menstrual
En el caso de la copa menstrual ha contribuido al empoderamiento de las mujeres sobre su cuerpo y su cooperación para disminuir el impacto ambiental.
El impacto ambiental de los implementos de higiene femenina es otro factor para tomar en cuenta. Ya que las mujeres menstrúan en promedio 40 años. En cada ciclo pueden llegar a utilizar aproximadamente 20 tampones o toallas, para un gran total de alrededor de 9,600 de estos elementos durante su vida.
Químicos nocivos
Algunas investigaciones revelaron que los químicos utilizados para procesar los algodones de estos productos desechables, son altamente tóxicos y nocivos para la salud vaginal, los cuales pueden ser cancerígenos y alérgicos. De ahí la importancia de renovar en este tema y buscar artículos biodegradables.
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De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la edad promedio en la que se menstrua es de los 10 a 49 años de edad. En ese sentido y con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más de 63 millones de mujeres, niñas y adolescentes en México menstrúan en la actualidad.
“En la Ciudad de México habitamos aproximadamente nueve millones 210 mil personas, de las cuales tres millones somos mujeres entre los 10 y los 49 años de edad, que son más o menos los años en que las mujeres menstruamos.
Este dato no toma en consideración a hombres trans ni a personas no binarias que menstrúan, por lo que puede ser más alto. Esto quiere decir que un tercio de la población de la CDMX menstruamos”, relató la presidenta de Copred, Geraldina González de la Vega Hernández.
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