/ jueves 6 de octubre de 2022

“Tenemos miedo”, narra tétrica experiencia vecina de pareja feminicida, en Ecatepec

Salir a las calles es un riesgo ante la ola feminicida, dicen profesionistas, amas de casa y servidoras públicas; piden que el Ejército participe en el combate a crímenes de género

Lorena González López es una ama de casa que dice tener miedo cada que sale a la calle. Sus testimonios sobre la ola feminicida que golpea al Estado de México, donde cada 28 horas se comenten dos asesinatos por razones de género, según datos de diputados locales, revisten singular connotación, dado que ella vive en la zona donde en 2018 estalló la conmoción social al conocerse la existencia de un asesino serial.

“Aquí jamás imaginamos que junto a nosotros vivía el diablo”, afirmó refiriéndose a Juan Carlos “N”, quien junto con su pareja, Patricia “N”, se dedicaban a cazar mujeres para después quitarles la vida, en uno de los capítulos más dantescos registrados en el municipio de Ecatepec. “En el Estado de México es una desgracia ser mujer y no tenemos protección del gobierno”, dijo.

Lorena vive en la calle Playa Pie de la Cuesta, donde se ubica un terreno baldío -el único que queda sin construcción- en la sección Playas de la colonia Jardines de Morelos, sitio donde el feminicida Juan Carlos “N” acostumbraba a tirar restos óseos de sus víctimas.

Cuestionada por este medio de información sobre los riesgos que viven las mujeres y ante el peligro de perder la vida, debido a la incesante racha de femicidios, sostuvo que “todos los días sale con miedo a la calle; cuando voy al mercado, aunque está cerca, trato de no tardarme mucho”.

Relata que a raíz de que ocurrieron los crímenes a manos de Juan Carlos “N, quien vivía en la calle de Playa de Tijuana, muy cerca de donde ella tiene su domicilio, el “shock” no sólo lo sintieron los miembros de su familia, sino todos los vecinos.

Madre de dos mujeres y un hombre, adolescentes los tres, asegura temer por sus hijas. “No sé en qué ambiente podrán desenvolverse ellas, también me preocupa mi hijo, pero en lo particular a mis niñas siempre le estoy diciendo que se cuiden, que no se dejen engañar si algún hombre les ofrece algo”.

Comentó que su esposo se dedica a la elaboración de tablaroca, pero que a veces tiene que salir a Querétaro porque en ese estado se ubica la planta central de este material usado en la construcción. “Hay veces que yo y mis hijos (sic) nos quedamos solos por dos o tres días, mientras mi esposo tiene que ir a Querétaro, y pues nos tenemos que hacer fuertes; tenemos miedo, pero que le hacemos”.

Foto: FGJEM

"Nunca imaginamos que cerca había un asesino"

Recordó que cuando se dieron a conocer las atrocidades de Juan Carlos “N” hubo un enorme despliegue de policías en la calle. “Desde temprano y hasta ya tarde había patrullas. Los vecinos salíamos y nos quedábamos mirando desde la puerta de nuestras casas; nunca imaginamos que cerca había un asesino”, dijo.

Mencionó que ella conocía a Juan Carlos “N”, que incluso le llegó a dar, los buenos días o buenas tardes. “Parecía un hombre normal, amable, que aparentemente no se metía con nadie. Era común verlo salir y llegar a su casa, a veces solo o acompañado de su mujer. Los dos eran muy serios y solo saludaban”, dijo al describir al sujeto que, una vez detenido, pidió a las autoridades judiciales ser identificado como el “terror verde”.

Juan Carlos “N” y su pareja, procesados por al menos 20 feminicidios, afirmaron ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ser oriundos de Michoacán. En su declaración ante el Ministerio Público él dijo haber pertenecido a la milicia. Confesó haber practicado canibalismo con sus víctimas.

Fue hijo de una madre soltera y en sus dichos ante la justicia afirmó haber sufrido maltratados en su infancia por parte de su progenitora, quien -dijo- lo obligaba a vestirse de mujer, mientras ella llevaba hombres a la casa.

Tanto Juan Carlos “N” como Patricia “N” fueron vinculados a proceso en octubre de 2018 por la serie de asesinatos de género que cometieron en Ecatepec, municipio que está declarado como feminicida desde el 31 de julio de 2015.

Actualmente se mantiene a la cabeza por crímenes contra mujeres en el Estado de México, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En la colonia Jardines de Morelos, sobre la Avenida Nicolás Bravo, justo a unos metros donde se ubica el terreno baldío donde eran arrojados los restos óseos, fue improvisado un memorial en honor a las víctimas de feminicida Juan Carlos “N”.

Foto: Ignacio Huitzil | La Prensa

Leonor vivía cerca de Andrés "N", el feminicida de Atizapán

Para Leonor Martínez Torices, enfermera que trabaja en un hospital privado y residente del municipio de Atizapán, donde en mayo de 2021 fue detenido Andrés “N”, otro asesino serial de mujeres, el gobierno municipal ha fallado en la implementación de políticas públicas en favor de la población femenina.

Residente de la colonia Lomas de San Miguel, la zona en la que vivía el feminicida, manifestó que jamás lo conoció, que supo del caso, pero que por fortuna nunca lo vio en persona. “Me enteré del señor, quien por ciento ya era grande, creo que más de 70 años, y que en algún momento de su vida fue carnicero”.

A la pregunta de que si ella ha sentido temor de vivir en un territorio donde matan a mujeres, enseguida respondió: “Sí, es un horror tener que salir todos los días de tu casa sin saber si vas a regresar o no; la inseguridad está a todo lo que da o no sabes en qué momento te topas a un loco.

Dijo tener conocimiento de que hay grupos feministas que exigen al gobierno mayor protección para ellas. “En realidad pienso que las autoridades son apáticas, que no se esfuerzan por promocionar los lugares a los que podemos ir las mujeres si tenemos alguna amenaza donde podamos perder la vida”.

Y agregó: “Mira, se supone que el DIF municipal, entre los servicios que ofrece, tiene atención por si se presentan problemas en las familias, pero los feminicidios ya rebasaron todo tipo de problemas sociales porque al presentarse la muerte de una mujer todo se resquebraja en la familia… Y?

Martínez Torices manifestó que no se tienen definidos los grupos de ayuda en casos emergentes, y acusó indiferencia del gobierno municipal y de las autoridades estatales. “Yo trabajo en el hospital, atiendo a pacientes, y de mi casa me voy al hospital y viceversa. Esa es mi dinámica y así la prefiero, pero imaginemos qué pasa con las mujeres que por su trabajo tienen que estar todo el día en la calle. El riesgo es mayor”.

En la colonia Lomas de San Miguel, en la calle de Margaritas, fue descubierto otro asesino serial de mujeres, Andrés “N”, quien habría matado a cerca de 30 mujeres, según los restos óseos encontrados en su domicilio.

La captura de este hombre, que en 2021 tenía 72 años, también conmocionó al Estado de México, y sus abominables conductas trascendieron a nivel internacional, en un municipio que no está considerado en la lista de las 11 localidades con alerta de género.

Foto: Archivo La Prensa

Que el Ejercito también se encargue de los feminicidios

Paulina, quien así quiso identificarse, es una mujer policía del municipio de Nezahualcóyotl, localidad que tiene doble alerta de género, una por feminicidio y otra por desaparición de niñas, adolescentes y mujeres. Ella se pronunció porque el Ejército le entre al combate de los feminicidios.

Al recabar sus testimonios sobre la realidad feminicida que existe en el Estado de México, un poco renuente a hablar al principio, dijo que “es un rollo bastante complicado”. Abordada sobre la Avenida Pantitlán, justo a unos metros donde se halla la emblemática y gigantesca escultura del “Coyote”, que da identidad al municipio, la servidora pública, enfundada en su uniforme, afirmó “que no podía hablar mucho porque estaba en horas de servicio”.

Sin embargo, a menudo que este medio de comunicación le dispensó confianza, la mujer policía comenzó a responder un poco más elocuente. ¿Qué opina usted de los feminicidios que se comenten aquí en Neza?, se le preguntó. Pensativa por unos segundos, respondió: “es una tristeza que las mujeres tengan que morir solo por ser mujeres”.

Insistió en que se trata de un problema complicado. “Muchas veces la gente cree que los policías tenemos que solucionar todo y no es así, aunque quisiéramos hacerlo, no podemos; no tenemos esa varita mágica que está en el imaginario colectivo”.

Indicó que el gobierno municipal tiene procesos de capacitación en la corporación, que existen acciones encaminadas a evitar que se presenten homicidios contra mujeres, “pero muchas veces, casi siempre, no nos damos abasto porque es mucho el trabajo para realizar en materia de seguridad pública”.

Mencionó que desde su punto de vista, ahora que está el debate de la permanencia de los militares en las calles, es necesario que el gobierno federal incluya a las fuerzas armadas en el combate a los feminicidios.

Foto: David Deolarte | La Prensa

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“Creo que sería bueno la integración de células de militares exclusivas en tareas de prevención, combate e investigación de los crímenes contra mujeres; eso ayudaría mucho y brindaría un gran apoyo a los municipios como Neza”, dijo Paulina.

Aseveró que ahora que la Guardia Nacional estará dependiendo de la Secretaría de la Defensa Nacional también puede resultar viable que el gobierno contemple programas donde de por medio esté la lucha contra los feminicidios.

Subrayó que la corporación local hace lo que puede. “De verdad, a veces la gente es ingrata, no reconoce el esfuerzo que hacemos para mantener la tranquilidad y la paz; somos nosotros como policías los que enfrentamos todos los señalamientos de lo malo que le pasa a la población.

También se pronunció por diseñar acciones que involucren a la sociedad en este tema. “Desde la familia se debe revisar esta grave realidad, no todo tiene que caer en el gobierno. Sí, es cierto que se necesitan programas y estrategias por parte de las autoridades, pero también la sociedad debe poner de su parte para encontrar salida a los problemas. Todos somos México”, concluyó.

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Lorena González López es una ama de casa que dice tener miedo cada que sale a la calle. Sus testimonios sobre la ola feminicida que golpea al Estado de México, donde cada 28 horas se comenten dos asesinatos por razones de género, según datos de diputados locales, revisten singular connotación, dado que ella vive en la zona donde en 2018 estalló la conmoción social al conocerse la existencia de un asesino serial.

“Aquí jamás imaginamos que junto a nosotros vivía el diablo”, afirmó refiriéndose a Juan Carlos “N”, quien junto con su pareja, Patricia “N”, se dedicaban a cazar mujeres para después quitarles la vida, en uno de los capítulos más dantescos registrados en el municipio de Ecatepec. “En el Estado de México es una desgracia ser mujer y no tenemos protección del gobierno”, dijo.

Lorena vive en la calle Playa Pie de la Cuesta, donde se ubica un terreno baldío -el único que queda sin construcción- en la sección Playas de la colonia Jardines de Morelos, sitio donde el feminicida Juan Carlos “N” acostumbraba a tirar restos óseos de sus víctimas.

Cuestionada por este medio de información sobre los riesgos que viven las mujeres y ante el peligro de perder la vida, debido a la incesante racha de femicidios, sostuvo que “todos los días sale con miedo a la calle; cuando voy al mercado, aunque está cerca, trato de no tardarme mucho”.

Relata que a raíz de que ocurrieron los crímenes a manos de Juan Carlos “N, quien vivía en la calle de Playa de Tijuana, muy cerca de donde ella tiene su domicilio, el “shock” no sólo lo sintieron los miembros de su familia, sino todos los vecinos.

Madre de dos mujeres y un hombre, adolescentes los tres, asegura temer por sus hijas. “No sé en qué ambiente podrán desenvolverse ellas, también me preocupa mi hijo, pero en lo particular a mis niñas siempre le estoy diciendo que se cuiden, que no se dejen engañar si algún hombre les ofrece algo”.

Comentó que su esposo se dedica a la elaboración de tablaroca, pero que a veces tiene que salir a Querétaro porque en ese estado se ubica la planta central de este material usado en la construcción. “Hay veces que yo y mis hijos (sic) nos quedamos solos por dos o tres días, mientras mi esposo tiene que ir a Querétaro, y pues nos tenemos que hacer fuertes; tenemos miedo, pero que le hacemos”.

Foto: FGJEM

"Nunca imaginamos que cerca había un asesino"

Recordó que cuando se dieron a conocer las atrocidades de Juan Carlos “N” hubo un enorme despliegue de policías en la calle. “Desde temprano y hasta ya tarde había patrullas. Los vecinos salíamos y nos quedábamos mirando desde la puerta de nuestras casas; nunca imaginamos que cerca había un asesino”, dijo.

Mencionó que ella conocía a Juan Carlos “N”, que incluso le llegó a dar, los buenos días o buenas tardes. “Parecía un hombre normal, amable, que aparentemente no se metía con nadie. Era común verlo salir y llegar a su casa, a veces solo o acompañado de su mujer. Los dos eran muy serios y solo saludaban”, dijo al describir al sujeto que, una vez detenido, pidió a las autoridades judiciales ser identificado como el “terror verde”.

Juan Carlos “N” y su pareja, procesados por al menos 20 feminicidios, afirmaron ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ser oriundos de Michoacán. En su declaración ante el Ministerio Público él dijo haber pertenecido a la milicia. Confesó haber practicado canibalismo con sus víctimas.

Fue hijo de una madre soltera y en sus dichos ante la justicia afirmó haber sufrido maltratados en su infancia por parte de su progenitora, quien -dijo- lo obligaba a vestirse de mujer, mientras ella llevaba hombres a la casa.

Tanto Juan Carlos “N” como Patricia “N” fueron vinculados a proceso en octubre de 2018 por la serie de asesinatos de género que cometieron en Ecatepec, municipio que está declarado como feminicida desde el 31 de julio de 2015.

Actualmente se mantiene a la cabeza por crímenes contra mujeres en el Estado de México, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En la colonia Jardines de Morelos, sobre la Avenida Nicolás Bravo, justo a unos metros donde se ubica el terreno baldío donde eran arrojados los restos óseos, fue improvisado un memorial en honor a las víctimas de feminicida Juan Carlos “N”.

Foto: Ignacio Huitzil | La Prensa

Leonor vivía cerca de Andrés "N", el feminicida de Atizapán

Para Leonor Martínez Torices, enfermera que trabaja en un hospital privado y residente del municipio de Atizapán, donde en mayo de 2021 fue detenido Andrés “N”, otro asesino serial de mujeres, el gobierno municipal ha fallado en la implementación de políticas públicas en favor de la población femenina.

Residente de la colonia Lomas de San Miguel, la zona en la que vivía el feminicida, manifestó que jamás lo conoció, que supo del caso, pero que por fortuna nunca lo vio en persona. “Me enteré del señor, quien por ciento ya era grande, creo que más de 70 años, y que en algún momento de su vida fue carnicero”.

A la pregunta de que si ella ha sentido temor de vivir en un territorio donde matan a mujeres, enseguida respondió: “Sí, es un horror tener que salir todos los días de tu casa sin saber si vas a regresar o no; la inseguridad está a todo lo que da o no sabes en qué momento te topas a un loco.

Dijo tener conocimiento de que hay grupos feministas que exigen al gobierno mayor protección para ellas. “En realidad pienso que las autoridades son apáticas, que no se esfuerzan por promocionar los lugares a los que podemos ir las mujeres si tenemos alguna amenaza donde podamos perder la vida”.

Y agregó: “Mira, se supone que el DIF municipal, entre los servicios que ofrece, tiene atención por si se presentan problemas en las familias, pero los feminicidios ya rebasaron todo tipo de problemas sociales porque al presentarse la muerte de una mujer todo se resquebraja en la familia… Y?

Martínez Torices manifestó que no se tienen definidos los grupos de ayuda en casos emergentes, y acusó indiferencia del gobierno municipal y de las autoridades estatales. “Yo trabajo en el hospital, atiendo a pacientes, y de mi casa me voy al hospital y viceversa. Esa es mi dinámica y así la prefiero, pero imaginemos qué pasa con las mujeres que por su trabajo tienen que estar todo el día en la calle. El riesgo es mayor”.

En la colonia Lomas de San Miguel, en la calle de Margaritas, fue descubierto otro asesino serial de mujeres, Andrés “N”, quien habría matado a cerca de 30 mujeres, según los restos óseos encontrados en su domicilio.

La captura de este hombre, que en 2021 tenía 72 años, también conmocionó al Estado de México, y sus abominables conductas trascendieron a nivel internacional, en un municipio que no está considerado en la lista de las 11 localidades con alerta de género.

Foto: Archivo La Prensa

Que el Ejercito también se encargue de los feminicidios

Paulina, quien así quiso identificarse, es una mujer policía del municipio de Nezahualcóyotl, localidad que tiene doble alerta de género, una por feminicidio y otra por desaparición de niñas, adolescentes y mujeres. Ella se pronunció porque el Ejército le entre al combate de los feminicidios.

Al recabar sus testimonios sobre la realidad feminicida que existe en el Estado de México, un poco renuente a hablar al principio, dijo que “es un rollo bastante complicado”. Abordada sobre la Avenida Pantitlán, justo a unos metros donde se halla la emblemática y gigantesca escultura del “Coyote”, que da identidad al municipio, la servidora pública, enfundada en su uniforme, afirmó “que no podía hablar mucho porque estaba en horas de servicio”.

Sin embargo, a menudo que este medio de comunicación le dispensó confianza, la mujer policía comenzó a responder un poco más elocuente. ¿Qué opina usted de los feminicidios que se comenten aquí en Neza?, se le preguntó. Pensativa por unos segundos, respondió: “es una tristeza que las mujeres tengan que morir solo por ser mujeres”.

Insistió en que se trata de un problema complicado. “Muchas veces la gente cree que los policías tenemos que solucionar todo y no es así, aunque quisiéramos hacerlo, no podemos; no tenemos esa varita mágica que está en el imaginario colectivo”.

Indicó que el gobierno municipal tiene procesos de capacitación en la corporación, que existen acciones encaminadas a evitar que se presenten homicidios contra mujeres, “pero muchas veces, casi siempre, no nos damos abasto porque es mucho el trabajo para realizar en materia de seguridad pública”.

Mencionó que desde su punto de vista, ahora que está el debate de la permanencia de los militares en las calles, es necesario que el gobierno federal incluya a las fuerzas armadas en el combate a los feminicidios.

Foto: David Deolarte | La Prensa

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“Creo que sería bueno la integración de células de militares exclusivas en tareas de prevención, combate e investigación de los crímenes contra mujeres; eso ayudaría mucho y brindaría un gran apoyo a los municipios como Neza”, dijo Paulina.

Aseveró que ahora que la Guardia Nacional estará dependiendo de la Secretaría de la Defensa Nacional también puede resultar viable que el gobierno contemple programas donde de por medio esté la lucha contra los feminicidios.

Subrayó que la corporación local hace lo que puede. “De verdad, a veces la gente es ingrata, no reconoce el esfuerzo que hacemos para mantener la tranquilidad y la paz; somos nosotros como policías los que enfrentamos todos los señalamientos de lo malo que le pasa a la población.

También se pronunció por diseñar acciones que involucren a la sociedad en este tema. “Desde la familia se debe revisar esta grave realidad, no todo tiene que caer en el gobierno. Sí, es cierto que se necesitan programas y estrategias por parte de las autoridades, pero también la sociedad debe poner de su parte para encontrar salida a los problemas. Todos somos México”, concluyó.

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