Comerciantes en pequeño y empresas familiares de diferentes giros entre ellos restaurantes, ópticas, zapaterías, ropa que laboran de manera formal demandan al gobierno federal voltear los ojos a estos sectores, y permitirles abrir sus negocios, ya que su economía no aguanta más, pues incluso aseguran tener hambre, porque desde hace 10 meses no tienen ingresos.
Trabajadores, vestidos con filipinas, gorros, mandiles; capitanas, meseros, empleados de ópticas y otros giros con coloridas cartulinas con el lema “Abrir o Morir demandaron en la explanada del Monumento a la Revolución que se les permita abrir sus fuentes de trabajo cumpliendo con todos los protocolos sanitarios.
Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño (ConComercioPequeño AC), quien encabezó la protesta en apoyo al sector restaurantero y de comercio que ha solicitado la reapertura de actividades.
Ahí, agregó: “somos fuente de empleos, no fuente de contagios como el comercio ambulante".
López Becerra externó su beneplácito por las medidas que implementará el gobierno capitalino junto con el sector restaurantero, para que puedan abrir sus negocios, en terrazas y mesas al exterior, con distancia de 1.5 metros, así como el dar servicio hasta las 18:00 horas y que no estén ocupadas por más de cuatro personas.
Resaltó que es un avance pero también se deben tomar en cuenta a otros comercios que si bien no son esenciales, como ellos les han llamado, pero de ahí trabajan y comen miles de personas.
En opinión del presidente de ConComercioPequeño AC, en los últimos días ha habido una gran simulación en la aplicación del semáforo rojo pues muchos locatarios de diversos giros han tenido que empezar a abrir para tener liquidez y empezar a pagar los gastos de su operación, es decir la cortina a “medio abrir” o buscando el contacto directo con el cliente para darle servicio y es un fenómeno que se está dando con la medida del cierre porque se ha visto que esto no ha detenido el número de contagios porque ha resultado insuficiente.
En la protesta participaron personas que laboran en el sector restaurantero, quienes lanzaron un grito de auxilio a las autoridades para que pueden regresar a sus empleos, pues si bien hay preocupación por la pandemia, pero también se tiene que trabajar, sino de dónde comen.
Dijeron ser las cabezas de familia y ser ellas las que mantienen a sus hijos y ya no hay dinero para comer.
Ese mismo llamado lo lanzaron representantes de las ópticas de la capital mexicana y del Estado de México al señalar “que desde este negocio también genera un importante número de empleos directos e indirectos, y está totalmente muerto, tampoco hay trabajos donde nos puedan contratar”.