Es necesario abaratar el costo de las unidades eléctricas mediante programas y esquemas financieros, para avanzar en la electromovilidad, ya sea para el transporte público como privado.
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El presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Nicolás Rosales Pallares, consideró que, si no se abarata el costo de los vehículos eléctricos, ya sean públicos o privados, no podrá implementarse una verdadera electromovilidad en México.
Ante ello, se pronunció por la aplicación de una política pública más agresiva, que incluya programas y esquemas financieros, además de las ventajas actuales, como extinción del pago de la tenencia, de la verificación vehicular, así como la posibilidad de circular todos los días.
Recordó que el gobierno implementó un incentivo para que no se pagaran impuestos a los autos importados eléctricos, el cual está a punto de concluir, ya que, al 30 de septiembre, con la conclusión del mandato constitucional de la Presidencia de la República, esa exención arancelaria, que representa actualmente entre el 15 al 20% del costo total de la unidad, quedará sin efecto.
Por cuanto a la infraestructura necesaria para la recarga de este tipo de unidades, Nicolás Rosales sostuvo que es todavía limitada, ya que no solamente se trata de producir la energía eléctrica, sino transferirla, crear lugares de recarga e incluso el tema del almacenamiento de esa energía, que apenas está en estudio.
Cabe recordar que, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE), en los próximos seis años, México deberá instalar una red de transmisión y distribución adecuada para la electromovilidad y llegar a un acuerdo para que exista un solo conector tanto en las electrolineras como en los vehículos, ya que actualmente existen varios tipos, todos incompatibles, de lo contrario, en el país no se podrán cumplir los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Ante ello, Nicolás Rosales explicó que el reto es tener la electricidad donde se demande, pues existe el riesgo de que muchas empresas no tengan esa energía donde la necesitan y no puedan cumplir esas acciones globales determinantes para detener el deterioro ambiental de México y el mundo, lo que agravará el escenario actual.
Agregó que, si bien México tiene capacidad eléctrica, la red de transmisión y distribución no está preparada para llevar la energía donde se va a requerir; además, hacen falta acuerdos a nivel regional para homologar un solo conector, ya que al momento existen cinco: conector chino, europeo, americano, japonés y tipo Tesla.
En este punto también es necesario recordar que, según la AMIVE, el formato más adecuado, por las características eléctricas compartidas desde Alaska hasta Colombia, que son de 110 a 127 volts a 60 Hertz, es el formato SAE, muy simple de conectar cuando se habla de dos fases-vías para llegar a los 220 volts.
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