La advertencia fue clara: “algo muy importante, si desde este momento suena la alarma sísmica, quiere decir que está temblando y hay que hacerle caso”. De esa manera terminó con su parte del Simulacro Nacional que se llevó a cabo en el Congreso de la Ciudad de México, el presidente en turno de la Mesa Directiva del órgano deliberativo, Genaro Villanueva Albarrán.
Con 38 diputados que marcaron asistencia, de un total de 66, al filo de las 10:25 horas arrancó la sesión ordinaria del pleno y 35 minutos después, sonó la alarma sísmica que obligó a legisladores a pararse de sus curules y a los empleados dejar de laborar para salir y colocarse enfrente del recinto de Donceles y Allende, lo que también hicieron visitantes, incluidos los que acudieron a efectuar algún trámite.
A las 11:08 horas el congresista de Morena Villanueva Albarrán, dio por concluido el ejercicio del simulacro. Momentos antes informó que en un minuto y 47 segundos se desalojó la sede del Congreso.
Un total de 370 personas fueron retiradas de la planta baja y de los pisos 1 y 2 del inmueble, sin que se presentará algún incidente. “Me informan que todo se llevó a cabo sin novedad, de acuerdo a lo establecido y no hay daño estructural reportado”, dijo a través de un altavoz el diputado morenista, al dirigirse desde las escalinatas de entrada al recinto a sus pares y a los trabajadores del Poder Legislativo local, así como visitantes.
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Los representantes populares de las ocho fracciones y asociaciones parlamentarias presentes en el salón de sesiones, procedieron a salir en orden en el momento en el que comenzó a sonar la alarma sísmica, al igual que visitantes, asesores y personal de apoyo. Responsables de resguardo y quienes están designados como integrantes de protección civil en alguna emergencia, dieron las instrucciones para desalojar el inmueble de manera ordenada y que los que se encontraban en el recinto se situaran en la banqueta e incluso en el arroyo de las calles Donceles y Allende.
Para tal efecto, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) procedieron a bloquear las dos calles, para evitar la circulación de unidades motrices y fuera más fácil el desplazamiento de los que fueron desalojados.
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