En días pasados, el Observatorio laico de la Conferencia del Episcopado Mexicano publicó el análisis “La ruta de Claudia Sheinbaum rumbo a la sucesión presidencial”, en cuya parte medular pregunta “si la señora Sheinbaum va a continuar dando curso a la política de polarización del presidente en turno, manifestó el Centro Católico Multimedial.
Cuyo objetivo ha sido dividir a los mexicanos como lo exigió expresamente Andrés Manuel López Obrador: “o se está con la transformación o en contra de la transformación” o bien, el nuevo gobierno tendrá una ruta distinta.
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El organismo católico resaltó que quien tenga un mínimo de sentido común, sabe que si a Sheinbaum le va bien, todo México estará bien. Pero las dudas persisten especialmente cuando este sistema demuestra que puede ser más polarizante que conciliador; hay razones suficientes para advertir que el obradorismo será la columna de quien detentará el poder aunque ahora use perfume de mujer.
En su editorial semanal indicó que con la entrega de la constancia de mayoría por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al cual, por cierto, no se le hizo ningún reclamo ni fue acusado de corrupción o de estar sometido al conservadurismo, Claudia Sheinbaum fue declarada presidente electa por el voto de millones que le dieron el triunfo el 2 de junio.
Pronto, agregó, la Cámara de Diputados emitirá el Bando solemne que anuncia el ascenso de Sheinbaum y será publicado en las principales lenguas de los pueblos y comunidades indígenas del país.
Con eso, el 1 de octubre, iniciará el sexenio 2024-2030, todos no dudan en calificar el hecho de histórico por el hecho de que será la primera mujer, en la región de Norteamérica, que asumirá la titularidad del Poder Ejecutivo.
Y después del acto solemne, Sheinbaum se reunió para darse un baño de militancia partidista en un acto que tuvo ese sabor del rancio régimen que parecía desterrado.
Aclamaciones y más aclamaciones, vítores y triunfalismo, la escalada que nos permite advertir que el viejo régimen no se extinguió sino que mutó como camaleón de colores, piel y siglas, aunque quienes ahora detenten el poder, siempre nieguen que “no son lo mismo”, consideró.
El CCM dijo que a esto, el Observatorio advierte que, a partir de los hechos, la sucesora de López Obrador tendrá amplia libertad para guiar la “4T” en lo que señalan como segundo piso.
Sin embargo, “desafortunadamente no hay nada claro al respecto, ni en los pronunciamientos de la próxima gobernante, ni en los hechos, en cuanto a la conformación del gabinete y el partido”, que hagan pensar que, efectivamente, el presidente saliente cumplirá con el propósito de retirarse de la vida pública.
Por otro lado, afirma que la conformación del próximo gabinete de la administración pública federal está inclinado hacia el lopezobradorismo y, “lo más preocupante será la definición de los secretarios de Defensa y Marina por su proclividad a acompañar una militarización de la Seguridad Pública que, sin lugar a dudas, apuntarían a la creación de un régimen de fuerza pública no civil”, calificando como graves los hechos para avanzar hacia un régimen caracterizado por al autoritarismo y despotismo políticos.
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