Isabel Miranda de Wallace, presidenta de Alto al Secuestro calificó la serie de Netflix “el caso Cassez-Vallarta”, como una historia novelada con ficción; al tiempo de señalar que las declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador de invitar a la gente a ver el documental, deja desprotegidas a las víctimas de secuestro en México.
En entrevista con La Prensa, la activista declaró que la serie está novelada; ese documental no contiene la realidad. “Pero lo más grave es que el presidente no hable de las víctimas secuestradas, qué va a pasar con ellas; dónde quedaron?”.
En su opinión, “la serie fue hecha como negocio, con mentiras e inexactitudes, en la que queda como víctima, alguien que según la propia autoridad fue acusada por secuestro y a todos los demás acusados de ese delito… hoy lo invierten. Las víctimas parecen como las victimarias y los victimarios terminan siendo las víctimas”, citó.
Sobre la postura presidencial, puede ser una señal de que dejen en libertad a los que están presos por este caso, como Israel Vallarta.
Resaltó que no se respeta la división de poderes, pues “que el Ejecutivo no tendría que decir quién queda libre, si es inocente o culpable. Si el Poder Judicial cede, a esa petición, el mensaje va ser de mucha impunidad, y lo que tiene que hacer es aplicar la Ley y la Norma”, resaltó.
El presidente López Obrador declaró en la mañanera: “a lo mejor Netflix aquí lo pone gratuito porque sí es interesante que se conozca, no se puede transformar una realidad que no se conoce”. Y ayudan a que la ciudadanía se informe sobre los montajes que se realizaban en sexenios pasados.
“No está mal que todo esto se esté ventilando. Esta historia de la aprehensión de la señora Florence Cassez y el montaje no se conocía, la mayoría del pueblo no sabía que era un montaje. Estos temas se ocultaban”, afirmó el presidente.
Isabel Miranda subrayó que cuando se dejó libre a la ciudadana francesa, Florence Cassez, “no por inocente, nunca se declaró inocente, se declaró que la dejaban libre por una violación al debido proceso, ahí concuerdo con lo que expresó en su momento el ministro José Ramón Cossío, que debería de haber sido para efecto, es decir, que todo el material probatorio servía para una sentencia adecuada.
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La decepción, agregó, que está haciendo mal la Suprema Corte, que emplea criterios retroactivos, “no puedes aplicar criterios que sean para atrás, porque la gente no sabe qué va a pasar en un futuro. Un ministerio público o un policía no sabe que va a decidir la Corte en criterios futuros en casos atrasados”, lo cual es una aberración.
Otro punto que la SCJN se tiene que plantear es que todos los años que Cassez tuvo cuatro sentencias condenatorias; la primera, en primera instancia, la apelación, la tercera en Colegiado, es decir, “que todos los demás se equivocaron y los únicos dueños de la verdad es la Corte”.
“Hay muchas respuestas que tiene que dar el Máximo Tribunal…no creo que sea tan torpe todo el Poder Judicial; para que una persona haya pasado tantos años en la cárcel”.
Miranda de Wallace señaló que se tendría que revisar que tantos premios les dieron a los que votaron por Florence Cassez. “A algunos les dieron medallas, los invitaron a Francia. Es un caso que se lleva a la política, siempre fastidia a la justicia. La justicia no debe pasar por el tema político”, subrayó.
Respecto a que la ciudadana francesa, afirmó que Miranda de Wallace se encargó de desacreditarla y dañar su imagen en medios y que tendrían que rendir cuentas.
La activista respondió: “yo nunca acusé a Cassez, no estuve desde un inicio del caso, a mi hijo lo secuestraron en julio de 2005 y a ellos los encuentran en Las Chinitas a finales de ese año. Yo andaba muy metida en el caso de mi hijo”.
Añadió que dos años después, las víctimas me buscaron, cansados de que nadie les hacía caso, de que no les procuraban ni administraban justicia, tenían muchos años y no les dictaban sentencia a sus secuestradores.
La directiva de Alto al Secuestro también lamentó que ahora a una de las víctimas la tachen de secuestradora como fue el caso de Ezequiel Elizalde, que en la serie lo exhiben como un secuestrador.
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