La Secretaría de Movilidad presentó el programa de mediano plazo Programa Integral de Movilidad 2019-2024 de la Ciudad de México.
En él la dependencia plantea como sus ejes estratégicos la integración de los viajes peatonales y de la bicicleta al sistema de movilidad así como la integración del sistema de transporte público, una Reforma integral del servicio de transporte público colectivo concesionado, la expansión de la cobertura de las redes de transporte masivo y semimasivo, la Integración de los viajes metropolitanos y la gestión de viajes en automóvil.
Y se plantea mejorar y modernizar el transporte público, supervisar y ordenar el transporte público colectivo concesionado, tener una Movilidad limpia y electromovilidad, mejorar el servicio de transporte público individual de pasajeros (taxi), regular los servicios privados de movilidad y el transporte de carga, mejorar el registro de automotores privados, renovar la infraestructura vial, Impulsar a la innovación y mejorar la atención ciudadana.
La dependencia en este programa comentó que el sistema de transporte público de la ciudad está fragmentado, ya que tiene diferencias de recaudación, esquema tarifario, operación e imagen, además de que su infraestructura física está desconectada. Esta fragmentación impide que los diferentes modos de transporte funcionen de forma complementaria.
Con la conformación del Sistema Integrado de Transporte Público se busca incorporar gradualmente la articulación física, operacional, informativa, de imagen y del medio de pago tanto del servicio de transporte público concesionado, como de los servicios de transporte proporcionados por la administración pública de la Ciudad de México.
Actualmente, se ha avanzado en la centralización del recaudo por medio de tarjetas de prepago con elementos de seguridad antifraude. Sin embargo, este avance se ha centrado en los sistemas de transporte operados por la Ciudad de México, en el transporte concesionado el recaudo todavía es en efectivo. Esta situación limita el control financiero de los sistemas, dificulta su integración y representa inconvenientes para las personas usuarias.
El objetivo es incorporar al Sistema Integrado del Transporte Público todos los modos de transporte para lo que se buscará instalar el mecanismo de tarjetas de prepago con sistema de seguridad antifraude en todos los sistemas de transporte público.
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Implementar una red amplia de puntos de recarga de tarjetas de prepago, establecer los criterios de imagen única para todos los sistemas de transporte público.
El transporte público colectivo concesionado es el servicio que más personas usan en la Ciudad de México, concentra el 80% del total de viajes diarios en transporte público (INEGI, 2017). Sin embargo, no hay suficientes mecanismos de regulación y supervisión de la operación para garantizar la calidad del servicio.
A pesar de ser el servicio de transporte más importante presenta problemas relevantes de fragmentación y organización. El esquema hombre-camión se caracteriza por la competencia de concesiones individuales que maximizan sus ganancias por pasaje con una operación inadecuada e insegura que comprende un aproximado de 8.6 millones de viajes en la Ciudad de México.
Las consecuencias de continuar con este modelo son la limitada supervisión de operación, sin paradas ni horarios fijos, altas velocidades, hechos de tránsito, problemas de delincuencia, empalme de uno o más recorridos, aunado a que el transporte público y de carga pesada contribuyen con el 50% de emisiones de PM10 y PM2.5.
Por otro lado, la gran mayoría de las unidades han superado su vida útil, lo que las vuelve de baja capacidad en comparación con unidades recientes en el mercado, incómodas, inseguras y altamente contaminantes. Aunado a esto, un alto porcentaje de concesiones presentan irregularidades en sus archivos documentales, lo que genera inseguridad jurídica de las unidades y de la legalidad de la operación.
De 2010 a la fecha, se han conformado 23 corredores concesionados. La conformación de los corredores permitió sustituir las unidades obsoletas por vehículos de mediana capacidad que además cuentan con algún tipo de certificación de bajas emisiones. No obstante, los corredores no conforman un sistema y en algunos tramos compiten entre sí, con el transporte de ruta o con los sistemas de transporte operados por el Gobierno de la Ciudad de México.
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