Para detectar y atender a tiempo, el glaucoma, que es la principal causa de ceguera total e irreversible a nivel mundial, los habitantes de la Ciudad de México cuentan con hospitales acreditados en calidad y seguridad para la atención médica oftálmica.
En el marco del Día Mundial del Glaucoma, que se conmemora el 12 de marzo, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA) invita a las personas mayores de 40 años a realizarse una revisión oftalmológica para evitar este padecimiento ocular progresivo que daña la visión y puede provocar ceguera.
Al respecto, el doctor Víctor Manuel Margeli Pérez, responsable del Servicio de Oftalmología del Hospital General de Xoco, señaló que esta enfermedad es la causa principal de ceguera total e irreversible a nivel mundial, por ello, recomendó a la población a visitar los hospitales generales de Xoco, La Villa, Ajusco Medio y Rubén Leñero, los cuales están acreditados en calidad y seguridad para la atención médica oftalmológica.
“El glaucoma es una neuropatía óptica, es decir, una enfermedad del ojo que daña el nervio óptico y disminuye la visión de manera gradual, además, es una enfermedad silenciosa que ocasiona que los pacientes lleguen a la atención médica de manera tardía. No tiene cura, y no es posible recuperar la visión perdida”, indicó.
Margeli Pérez recordó que los principales factores de riesgo son tener presión interna ocular alta; tener más de 40 años y con antecedentes familiares de glaucoma; contar con miopía o hipermetropía extremas.
De igual forma, haber tenido una lesión en el ojo o ciertos tipos de cirugía ocular; aplicarse corticoesteroides, gotas oftálmicas, durante un largo tiempo y tener determinadas enfermedades como diabetes, problemas cardíacos y presión arterial alta.
Cabe destacar que los grupos de riesgo que pueden padecer glaucoma son: diabéticos, hipertensos, personas con miopía grave, astigmatismo, conjuntivitis y hasta recién nacidos (glaucoma congénito).
Por ello, reiteró, es importante acudir a una revisión, mínimo una vez al año, con el oftalmólogo, para medir la agudeza visual y detectar posibles problemas.
Glaucoma, enfermedad silenciosa
El glaucoma puede no presentar síntomas en etapas tempranas, hasta que hay un daño del 50% o más en el nervio ocular; su progresión afecta el campo de la visión, por lo que los pacientes refieren ver cómo a través de un tubo cuyo diámetro se hace cada vez más pequeño, hasta conducir a la ceguera.
El glaucoma se considera una enfermedad silenciosa porque los síntomas no se presentan en etapas tempranas, sino hasta que ya hay un daño de 50% o más en el nervio ocular, por lo que su progresión afecta el campo de la visión hasta provocar ceguera total.
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“Los pacientes con glaucoma refieren que ven como si lo hicieran a través de un tubo cuyo diámetro se hace cada vez más pequeño hasta conducir a la ceguera”, explicó la doctora María José Sánchez Lira, especialista en glaucoma.
La doctora Sánchez Lira explicó que si bien existen factores de riesgo para el desarrollo del glaucoma, que no dependen de la persona, como es la carga genética o la edad, también existen medidas preventivas para evitar el desarrollo de esta enfermedad, como adoptar un estilo de vida saludable, no fumar, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol y realizarse un chequeo médico y oftalmológico de forma periódica.
La jefa de la Clínica de Glaucoma de Sala Uno informó que a través de la red de Clínicas Oftalmológicas, en la Ciudad de México y Área Metropolitana se han logrado atender a más de 500,000 pacientes con enfermedades visuales y se han otorgado más de 80 mil tratamientos.
La especialista explicó que el glaucoma es una enfermedad progresiva e irreversible que daña el nervio óptico gradualmente con el paso de los años.
“Este daño ocurre por lo general por el aumento de la presión intraocular y esto es la presión del líquido que se encuentra dentro de los ojos, y por ello, la importancia de acudir al oftalmólogo de manera periódico al menos una vez al año, para poder detectar cualquier alteración ocular y atenderla a tiempo, antes de que el daño ya sea irreversible”, indicó la especialista.
La población más vulnerable a desarrollar este tipo de padecimiento, son: las personas mayores de 40 años, tener antecedentes familiares de glaucoma, ascendencia africana, hispana o asiática, padecer presión ocular alta, padecer hipermetropía o miopía o haber sufrido de una lesión en el ojo.
También son susceptibles aquellas personas que se administran de manera prolongada esteroides, aquellos individuos que tienen córneas delgadas en el centro o con estrechamiento en el nervio óptico, así como las personas con diabetes, presión alta, migraña y mala circulación de la sangre.
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