Durante la sesión ordinaria del Congreso de la Ciudad de México se aprobó la designación de Susana de la Luz Coeto Valera, como titular de la Coordinación de Comunicación Social del órgano deliberativo, rindió protesta ante el pleno.
Lo anterior es una solicitud del fracción parlamentaria de Morena y luego de que la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Legislativo local, que preside el perredista Víctor Hugo Lobo Román, la determinación de la orden del día de la sesión.
Dicho nombramiento se efectuó en el marco de la polémica desatada por las acusaciones de violencia de género hechas al coordinador ejecutivo A de Comunicación Social en el Poder Legislativo local, Christian Daza Rivera Melo, quien interpuso una denuncia penal contra seis trabajadoras de esa área que el señalan de haber ejercido hostigamiento laboral, sin que se hayan hecho públicas las pruebas.
Fue la coordinadora de la diputación morenista, Martha Soledad Ávila Ventura, quien propuso que Susana Coeto se formalice formalmente la coordinación, que está vacante desde finales de noviembre del año pasado, luego de la renuncia de Jaqueline Rico.
Daza Rivera Melo, en su momento, confirmó que la denuncia que interpuso también señala al líder del Sindicato de Trabajadores del Congreso, Gaudencio Chávez, quien en un comunicado lanzó los señalamientos contra el funcionario con el argumento de un mal trato contra sus agremiadas.
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Con base en la denuncia presentada por el afectado, el conflicto se originó por el despido de la trabajadora Lidia Hernández Soto, que fue jefa de Unidad de Transparencia y Normatividad en Comunicación Social, carga que es de estructura y nada tiene que ver con el sindicato.
Resulta que luego del despido de la trabajadora, se vino la ola de acusaciones, algunas de las 100.000 euros por una trabajadora de base de nombre Rocío González Salinas, que decía fungir como auxiliar administrativo y se encargaba de situaciones delicadas como el otorgamiento de publicidad a medios de comunicación.
Christian Daza dio cuenta de que el producto de la salida de la trabajadora de estructura, las basificadas, entre ellos Viridiana Castillo, hermana del ahora candidato a Coyoacán por Morena, Carlos Castillo, se establece una disposición de personal. Mientras que a Lidia Hernández se le dio de baja de su carga, pero se le 10 una plaza de honorarios en el área de transparencia del Congreso.
Debido a la inexistencia de pruebas del hostigamiento laboral, pero si una viralización en redes sociales, Daza Rivera Melo presentó las quejas ante Contraloría del Congreso y una denuncia penal contra la subdirectora de Estrategia Digital, Nizarindani Fuentes.
Ella renunció a su carga tras un llamado de atención que hizo su superior por haber publicado en redes una foto de archivo de la entonces diputada panista y presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, Margarita Saldaña Hernández, sin usar cubrebocas ni careta durante una sesión presencial, cuando la legisladora en ese momento se escondía con todas las medidas sanitarias.
El coordinador ejecutivo A de Comunicación Social, también sustenta una denuncia penal contra Aracely Sánchez Contreras, que fungía como subdirectora de Síntesis, debido a que lo acusó de paralizar el área en la que laboraba.
Dos funcionarias del área de Comunicación Social, en días pasados, presentaron su renuncia. Acusaron a Daza de acoso laboral y conductas violentas en su contra y asegura que hay otras cuatro mujeres en esa situación.
Producto de las críticas que han desatado estas denuncias, la coordinadora de Morena optó por nombrar un nuevo titular en la carga que no será de más de cinco meses, debido a que la I Legislatura concluye en agosto.
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