Los estereotipos y roles de género imponen sobrecargas de trabajo que impactan la salud mental de las mujeres, quienes son más propensas a desarrollar depresión y ansiedad, alertaron especialistas de Voz Pro Salud Mental de la Ciudad de México.
A pesar de los avances en derechos, la realidad muestra que las mujeres mexicanas aún se enfrentan a estereotipos limitantes, que se reflejan en la desproporcionada carga de trabajo no renumerado en el hogar.
Estereotipos limitantes
Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), en México, las mujeres realizan estas tareas 2.6 veces más que los hombres, una disparidad que refleja los roles de género tradicionales que asignan a las mujeres el cuidado del hogar, la crianza y el cuidado de personas dependientes.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, especialistas de Voz Pro Salud Mental CDMX llamaron a reflexionar sobre el impacto que tienen los roles de género en la salud mental de mujeres, niñas y adolescentes.
Depresión y ansiedad
Informaron que los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad están estrechamente vinculados con las expectativas sociales y los roles de género. Según un artículo de Psychology Today, estas presiones sociales pueden generar estresores individuales en mujeres, niñas y adolescentes, lo que aumenta el riesgo de desarrollar uno de estos trastornos mentales.
Un ejemplo claro de esto se observa en las mujeres que asumen una carga desproporcionada de las responsabilidades no remuneradas en el hogar, permitiendo que otros miembros de la familia, como los hombres, puedan dedicarse al trabajo remunerado o a sus estudios.
Esta situación tiene consecuencias negativas para la salud mental de las mujeres. Un metaanálisis de 19 estudios internacionales, publicado en “The Lancet Public Health”, demostró que a medida que las mujeres asumen una mayor carga de trabajo no remunerado, su salud mental tiende a deteriorarse. Este fenómeno se atribuye a lo que se conoce como "pobreza de tiempo", que limita su capacidad para participar en actividades que promueven la salud, como el ejercicio físico o la socialización.
A este desafío se suma la dimensión del trabajo remunerado. Muchas mujeres no solo comparten las responsabilidades económicas con sus parejas, sino que también deben cumplir con las labores del hogar mientras trabajan fuera de casa. Esta situación les resta aún más tiempo para cuidar de su salud mental.
Es importante reconocer que el desarrollo profesional brinda a las mujeres la oportunidad de obtener independencia económica y perseguir sus pasiones.
Repartirse labores con sus parejas
Por lo tanto, la solución no radica en excluir a las mujeres del ámbito laboral, sino en lograr una distribución equitativa de las responsabilidades domésticas con sus parejas, así como en valorar adecuadamente todo el trabajo que realizan en el hogar. De esta manera, se promueve un ambiente donde las mujeres puedan desarrollarse profesionalmente sin sacrificar su bienestar mental y se fomente una verdadera igualdad de género en todos los aspectos de la vida.
La doctora María Luisa Rascón, experta en temas de salud relacionados con la mujer y colaboradora de VPSM CDMX, destacó la importancia de valorar el trabajo realizado por las mujeres en el hogar. Más allá de ser una cuestión de equidad y justicia, este reconocimiento tiene un impacto directo en la supervivencia social de aquellos que dependen del cuidado y la dedicación de las mujeres.
La doctora María Luis Rascón indicó que reconocer el papel fundamental que desempeñan las mujeres en todos los aspectos de la vida diaria es fundamental para establecer formas más justas de distribuir las responsabilidades dentro de las parejas y en el hogar.
Distribución más equitativa
Este reconocimiento, subrayó la especialista, puede allanar el camino hacia una sociedad donde se aprecie verdaderamente el aporte vital de las mujeres y se promueva una distribución más equitativa del trabajo doméstico y de cuidado.
Voz Pro Salud Mental Ciudad de México (VPSM CDMX) resaltó la importancia del papel de la mujer en la sociedad mexicana y la relevancia de la salud mental de cada niña, adolescente y mujer para el bienestar social.
Por ello, la maestra Gabriela Cámara, presidenta honoraria de la organización, enfatizó la necesidad de un cambio cultural que promueva la igualdad de género y permita que el papel de la mujer continúe avanzando hacia niveles equitativos. En una era donde las mujeres están más preparadas y empoderadas que nunca, reconocer y equilibrar su carga de trabajo es esencial para su bienestar y el progreso de la sociedad.
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